Con sólo 19 años de edad Mabel Carrión tomó una de las decisiones más importantes de su vida que, sin saberlo, le allanarían un generoso camino de superación y crecimiento profesional.
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Con sólo 19 años de edad Mabel Carrión tomó una de las decisiones más importantes de su vida que, sin saberlo, le allanarían un generoso camino de superación y crecimiento profesional.
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Como la situación económica argentina nunca fue demasiado estable ni promisoria la periqueña comenzó a estudiar para ser guía de turismo aunque su verdadera pasión era la medicina, carrera a la que no todos pueden acceder debido a que requiere de una importante inversión económica.
Pero como la esperanza es lo último que se pierde, entre aquellas largas charlas con sus amigas surgió la idea alocada de irse juntas a Buenos Aires a estudiar enfermería, carrera que por fin se relacionaba con lo que ella tanto añoraba.
Y fue así que sin más, emprendieron el viaje. Con 19 años de edad dejó la provincia decidida a ir detrás de sus sueños. "Los primeros años fueron difíciles porque extrañaba mucho a mi familia, a mis hermanos, abuela y a mi papá", contó Mabel Carrión quien pese a eso se armó de valor y no dejó que eso la detuviera y continuó.
En medio de su bendecido camino se le presentaron hermosas amistades, alegrías e importantes oportunidades. Ya recibida de licenciada en Enfermería y Puericultura, impulsada por el destino y el amor la vida la llevó a España donde estuvo 6 años. Como toda nueva experiencia su nueva cotidianeidad tuvo altos y bajos, ganancias y pérdidas pero fue tiempo suficiente para cerrar ese ciclo y continuar camino, claro que siempre hacia adelante.
Una vez más una buena amiga que vivía en Alemania le dijo: "Pasame tu currículum que aquí con tu título vas a poder dedicarte a lo que te apasiona tanto". Y así fue, una vez más preparó sus valijas y levantó vuelo pero esta vez con rumbo a la ciudad de Espira en Alemania.
El idioma fue todo un desafío pero nada tan grave como para desertar.
Un nuevo desafío estaba frente a ella al que se fue adaptando bastante bien. "La gente aquí es más fría te saluda dándote la mano y no con beso. La comida también es muy distinta es una alimentación un poco más pesada a base de embutidos pero yo me preparo aquí mis guisitos de verduras, mis amigas de aquí me piden que haga empanadas y extraño un montón las humitas y los tamales y ni hablar un buen asado", exclamó la periqueña quien comentó que allá la carne de vacuna es demasiado cara "un bife de lomo de unos 150 gramos cuesta 10 euros", que al cambio sería casi $882.
Pese a esos pormenores con su título de enfermera de base comenzó a estudiar la carrera de Obstetricia de la que actualmente está realizando la práctica profesional la que en un año le permitirá graduarse.
Más apasionada que nunca y enamorada de su nueva profesión la jujeña dijo que se siente muy afortunada de poder estar haciendo lo que tanto le gusta. "Una mamá a la que asistí en el parto me dijo ‘sin vos no lo hubiera logrado‘ y eso fue de lo más gratificante de mi vida", contó emocionada.
"La maternidad es una materia pendiente para mí y como mujer me siento bendecida por el hecho de poder dar vida. Es algo maravilloso que la vida y la naturaleza nos haya regalado el cuerpo y el útero materno para poder gestar un bebé. Esa capacidad que tenemos nos hace muy poderosas", agregó Mabel Carrión.
Así, superando obstáculos y alcanzando metas pero nunca dejando de lado sus raíces, la jujeña espera ansiosa que pase la pandemia por coronavirus para poder reencontrarse con los suyos ya sea recibirlos allí o bien volver a su provincia natal.