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¿Cuál es su opinión sobre este estreno en plataforma?
Yo soy un enamorado del cine, amo el cine, amo la sala oscura, esa sensación, pero soy consciente no sólo por lo que se está viviendo hoy en día a nivel pandémico sino porque ya era real desde hace un tiempo, que el tema de las plataformas llegó para quedarse. Creo que el cine no va a morir pero va a quedar relegado para un público más selecto le va a pasar lo que le pasó al teatro, tal vez. Pero hay algo que está bueno porque para nosotros como realizadores, lo más importante es que nuestras películas se vean, que lleguen al público. Y aunque en algún punto es lamentable creo que por streaming a esta película la verá mucha más gente que en una sala. Estoy 100% seguro de eso, no me gusta mucho pero es así, pero siempre opto por qué la vea más gente. Así que me pone contento que pueda llegar a un público más amplio porqué una película está terminada cuando en el espectador la ve.
¿Cómo nace este proyecto?
Nace de una idea de Nicanor Loreti, el coguionista, tenía un primer guión que se llamaba "Un día perfecto" y cómo tenemos gustos en común y una estética similar, él quería que la dirija, eso quedó relegado. Pasó un tiempo, volví a leer la historia y me pareció que ahí había una semilla muy potente pero que había que reescribir y lo hicimos juntos. Así nace una "Tumba para tres" y también para rescatar estos filmes de acción de los años ‘90 que a nosotros nos gustaban mucho, como "La balada del Pistolero" o el cine del Tarantino o John Carpenter. Y también quisimos buscarle la impronta argentina, porque los protagonistas tienen un tipo de amistad que tienen que ver con nuestro contexto. También hay algo de la película "Tiempo de Valientes" de Damián Szifrón.
¿Cómo fue el trabajo con los actores?
El trabajo fue muy orgánico, tuve la suerte de tener un elenco tremendo, con una capacidad de adaptación y de inventiva increíble. Todo el elenco me encanta, tanto los protagonistas como los secundarios, apostaron muchísimo a la película. Así que se trabajó en forma natural, se entendió cuál era el objetivo de la película: la acción y humor (a veces negro), se entendió el tipo de límite que había, hasta donde podíamos estirarnos (y nos estiramos bastante) y hasta donde había que darle seriedad. En el caso de Diego Cremonesi (que tiene el papel de Víctor) tiene un personaje muy jugado a nivel actoral porque se tiene que ir a la locura extrema y no sé si cualquier actor se animaría irse tan lejos y él lo hace de una manera muy buena y que quedó buenísimo. Y me gusta trabajar y construir ideas junto a los actores, yo soy muy abierto, trato de escuchar para saber qué es lo que quieren, yo necesito que el personaje sea real y para que así sea tiene que tener algo del actor, no puede ser todo mío. Y surgieron cosas tremendas de esta manera. Por ejemplo, Daniel Pacheco -el colombiano- me instruyó en distintos tipos de dialectos colombianos para ver cuál iba mejor o Soledad García, que hace de una de las prostitutas, a ella se le ocurrió que sea muda. Uno tiene que estar perceptivo y escuchar.
¿Por qué incluyeron este personaje colombiano?
Eso fue una decisión mía porque en algún punto yo sentía que estos tres protagonistas había una verborragia de puteadas que estaba al límite, cuando uno está con la soga al cuello lo libera todo Y ahí se me ocurrió que debía haber un personaje que tenga una cadencia distinta de palabra, que tengo un dialecto diferente que frenara un poco la velocidad de los argentinos que hablan muy rápido, necesitábamos a alguien que ponga una pausa y pensé que debía ser de otro país. Me puse a buscar y vi a Daniel Pacheco en “El marginal” y en un corto y me parece un tipo divino, tremendo y muy positivo que es lo que yo siempre busco en la gente, que tengan una energía auténtica y él es positividad pura y me cuadró perfecto y aportó algo distinto que ayuda a que la película tenga matices.
Los personajes secundarios de la película tienen un peso importante, se los recuerda a todos, ¿Cómo trabajó eso?
Para mí en una película todos los elementos que van a aparecer en pantalla tienen que estar contándote algo, tiene que haber algo interesante que aporte a la trama, ningún elemento tiene que estar porque sí o para estirar, todo debe estar por una razón. Me gustan los personajes ricos porque hacen más llevadera la película. A veces hay películas donde el protagonista está muy bien pero un secundario lleva una pizza y solo dice "Acá está la pizza" y creo que se podría haber hecho algo más con ese personaje porque después de todo es un actor. Así que traté que cada secundario, cada bolo, tengan algo, una línea interesante o divertida. Cómo los oficiales cinéfilos o el personaje de Mónica Villa, quien interpreta el papel de Nelly. Yo quería que tenga un personaje fuerte. A mí me servía para que haya una pata femenina que atraviese a los tres protagonistas, en igualdad de locura y ella lo logra porque es una actriz increíble y es un personaje muy lindo, una vecina chismosa pero que tiene poder de decisión y confianza. Es uno de los personajes que más gustan y eso es gracias al trabajo de ella.
¿Por qué considera que las películas de género nacionales no terminan de despegar en cuanto a público?
No es un problema de nuestro cine porque tenemos un cine muy rico y muy bueno. Más allá de los problemas que enfrentamos los realizadores, los productores y los técnicos en cuanto a que tenemos presupuestos bajos y tiempos acotados, que complican que las películas puedan llegar a buen puerto... pero más allá de eso lo que necesitamos es publicidad, llegar al público. El público no se entera que hay cine nacional, no sabe que se estrenan películas por una plataforma como Cine.Ar que está buenísima, que es súper lúdica, atractiva y que funciona rebien, muy poca gente la conoce y es gratis. Nos falta una maquinaria publicitaria que venda nuestro producto. El cine es un producto, es espectáculo, la gente va y ve algo para entretenerse, reír, llorar o asustarse. Hay que tener en claro eso. Y es importantísimo que la gente se entere, cómo lo hacen muy bien los norteamericanos, que te hacen fanático de una película antes que la veas. Tal vez la película es un 5 pero ya te la vendieron. Entonces está todo está bien con el cine de Argentina y de Latinoamérica pero nos falta la maquinaria. El Estado, el Incaa debería pensar seriamente en esto, en cómo hacer para hacer llegar nuestras películas al público, porque la gente considera la facilidad, ve lo que tiene a mano... hay infinidad de casos que lo demuestran, por ejemplo "El Marginal", cuando se pasó en la TV Pública tuvo una aceptación buena pero apareció en Netflix y la rompió, todo el mundo la veía ¿cambiaron la calidad de la serie?, no, es la masividad de la plataforma y la gente lo consume porque son productos buenos. Creo que ya va a llegar.
¿Cuáles son sus próximos proyectos?
Mientras estoy estrenando “Tumba para tres” yo estoy en posproducción de mi segunda película industrial que se llama “La chica más rara del mundo”, es una película de fantasía juvenil que quiero muchísima y que arranque prepandemia, luego se cortó y la terminé hace unos meses. Y estoy súper contento porque es una película increíble y estoy muy contento por haber podido terminarla porque era complejo, tiene siete personajes adolescentes que en estos ocho meses cabía la posibilidad que cambiaran bastante pero no crecieron tanto, no se nota.