En estas fiestas de fin de año, el tiempo de pandemia hizo que los pesebres de adoradores al Niño Dios cambiaran algunas costumbres como salir a visitar otros barrios o el Encuentro de adoradores, pero mantuvieron otras como el adorar en la misma casa donde generalmente el pesebre se mantiene armado durante todo el año y abierto para la visita de quienes desean orar al Niño Dios y pedirle sus favores.
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En estas fiestas de fin de año, el tiempo de pandemia hizo que los pesebres de adoradores al Niño Dios cambiaran algunas costumbres como salir a visitar otros barrios o el Encuentro de adoradores, pero mantuvieron otras como el adorar en la misma casa donde generalmente el pesebre se mantiene armado durante todo el año y abierto para la visita de quienes desean orar al Niño Dios y pedirle sus favores.
Este es el caso del pesebre "Señor de la Cruz" de barrio San Francisco de Álava que este año cumple 38 años, y esta vez tuvo que adaptarse ya que por la pandemia, solo convocaron a unos 25 chicos. Ayer, visitaron las instalaciones de El Tribuno de Jujuy junto a la imagen del Niñito y adoraron con danzas, cumpliendo el protocolo.
Ante la situación epidemiológica, Sergio Valencia, propietario del pesebre, dijo que "este año sólo son veinticinco chicos porque por el tema de la pandemia no quisimos juntar más, de 8 a 15 años, y contamos con diez músicos. Comenzamos a adorar diez días antes de la Navidad y lo hacemos día por medio en mi domicilio, aunque también vamos a la casa de algunos padrinos que tiene el Niñito para hacer la bendición.
Estamos saliendo dos veces a la semana con los chicos dentro o cerca del barrio y continuaremos hasta el próximo domingo donde recibirán la bendición para el cierre del pesebre. En Nochebuena llevamos a los Niñitos a la misa a la parroquia Santa Teresita, pero fuimos solos, sin los niños. Nosotros solíamos cambiar todos los años la vestimenta pero desde hace unos siete años nos quedamos de manera permanente con el traje de coyitas".
Visita constante
Desde hace quince años el pesebre "Señor de la Cruz" visita el edificio de El Tribuno de Jujuy, y al día de hoy mantienen esta tradición.
El pesebre, que naciera con Amelia Elena Pantoja, madre de Sergio Valencia, relató que "todos los años vamos al diario, como así también al cementerio a visitar a nuestra madre con el Niñito que ya tiene 68 años de antigüedad, junto a otro Niñito de gran tamaño que trajimos por medio de la iglesia y que cumplió con dormir y fue bendecido en siete iglesias antes de quedarse en nuestro pesebre, por lo que es una imagen consagrada. También todos los años se eligen padrinos que les hacen el cumpleaños como a cualquier chico y se festeja el último día".
Valencia comentó además que "el pesebre está ubicado en una gran habitación destinada completa y exclusivamente a las adoraciones en la casa que hacen de distintas maneras, como trenzas y bailes, frente a las piezas de gran tamaño, rodeadas de fuentes de agua, cataratas y cámaras de humo. Además, los niños adoran con un torito, y también tenemos las llamas y corderos embalsamados que lo adornan. El pesebre está armado durante todo el año para que la gente lo visite, porque como el Niño es muy milagroso van mucho y le hacen promesas, y ahora más por el tema de salud".