La propuesta cinematográfica de no ficción titulada "Miserere" tendrá su estreno nacional en salas en la provincia de Jujuy. Así la primera proyección está prevista para hoy a las 21 en el Cine Teatro Municipal "Select" en el marco del 8º aniversario de la reinaguración de la sala que funciona en Alvear 665 de esta ciudad y la segunda será mañana a las 19 en el Espacio Incaa de Tilcara que funciona en el Centro Andino Para la Educación y la Cultura (Capec) de calle Belgrano 547 en la villa quebradeña.
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La propuesta cinematográfica de no ficción titulada "Miserere" tendrá su estreno nacional en salas en la provincia de Jujuy. Así la primera proyección está prevista para hoy a las 21 en el Cine Teatro Municipal "Select" en el marco del 8º aniversario de la reinaguración de la sala que funciona en Alvear 665 de esta ciudad y la segunda será mañana a las 19 en el Espacio Incaa de Tilcara que funciona en el Centro Andino Para la Educación y la Cultura (Capec) de calle Belgrano 547 en la villa quebradeña.
"Miserere" aborda un tema frecuentemente invisibilizado: el trabajo sexual masculino callejero, a partir del testimonio de un grupo de varones jóvenes que trabajan en los alrededores de la plaza Miserere y la estación de Once en Buenos Aires.
La película, solo apta para mayores de 18 años, fue realizada con apoyo del Instituto Nacional de Cine y Artes Audiovisuales (Incaa), la productora LumaDoc y el Estudio Caja de Ruidos y es distribuida por Altroqué Cine. Se estrena luego de un largo recorrido por festivales de todo el mundo.
La entrada para las funciones mencionadas es libre y gratuita. Y luego de la función será habilitado un debate con el acompañamiento de referentes de organizaciones jujeñas y además se contará con la presencia del director del filme, Francisco Ríos Flores y la productora, Karina Fuentes.
¿Cómo nace el proyecto?
Yo soy del barrio de Once y por la plaza Miserere pasan miles de personas, es un lugar central muy importante, es la estación de trenes, subtes y colectivos. Yo nunca hice más que atravesarla corriendo para llegar al trabajo o a algún lugar, durante años fue un lugar de paso para mí, hasta que en un momento, una noche y de manera fortuita me cruzo con un chico que circulaba por ahí, estaba todo muy vacío y me pongo a charlar con él y me dice que estaba trabajando, a mí me sorprende, entiendo de qué viene la mano, me doy cuenta que es un trabajador sexual, pero me asombra porque no me esperaba una respuesta así. Ahí entiendo con el correr de los días que no era el único sino que eran muchos chicos y ellos se autodenominan como "taxi boys".
Y me acerco a ver de qué iba está cuestión ya con la idea de hacer alguna pieza audiovisual, en ese momento no sabía muy bien qué. Comienzo a relacionarme con ellos con mucho temor por los prejuicios que tenía yo alrededor de estos pibes, una desconfianza instalada tal vez por los medios de comunicación, porque se dicen que son peligrosos o agresivos y al conocerlos me encuentro con un montón de muchachos jóvenes trabajando, ganándose una moneda y que deben enfrentarse con situaciones de mucha agresión, que tienen una vida muy precarizada, cobrando poco dinero, perseguidos por la policía, perdidos, con problemas de consumo, con familias que lo habían expulsado.
Me doy con que están en una situación de mucha vulneración, una vulneración desde los otros, desde afuera. Y además me encuentro con qué es una situación de la que no hay prácticamente información, por ningún lado encuentro materiales, ni películas, hay pocas cosas dando vueltas al respecto en los medios. Es una situación trágica e invisibilizada. Sucede a plena luz del día, pero está anulada. Y ahí es donde me digo "yo quiero hacer una película sobre esto" porque es una situación de mucha desigualdad, de mucha injusticia y de la que nadie habla.
¿Cuál es el planteo de la película?
Lo que yo hago es reconstruir un día, desde el amanecer hasta la noche, una jornada de trabajo de los pibes en la calle como taxi boys, como trabajadores sexuales. Y les pedí que actúen de sí mismos, que caminen y hagan lo que hacen siempre, quise reflejar su cotidianeidad. Y también les pedí que reflexionen sobre su situación y sus testimonios los usamos en off.
De esta manera a medida que los vamos viendo los escuchamos. Entonces la película es una crónica de un día de verano, de una jornada laboral de ellos en el Once. Y además a partir del recorrido de ellos también aproveché para mostrar el barrio, qué es un protagonista más del filme, es tan rico e interesante lo que se ve que la zona se convierte en un personaje más.
¿Qué nos puede contar del proceso de realización?
Fue un proceso muy largo y difícil, arrancamos a realizar las primeras anotaciones y entrevistas en el año 2011 y rodamos recién en 2016 y 2017. Tuvimos un subsidio del Incaa y además pasamos por varios mercados y festivales de desarrollo para la conseguir hacer la película. El proceso de montaje y postproducción de audio duró 2 años. Y el estreno fue tiempo después.
¿Que recorrido tuvo la película?
El filme se estrenó en 2019 en Toulouse y ya hizo un muy lindo recorrido por diferentes festivales en varias ciudades del mundo. Pasó por Roma, Bruselas, Buenos Aires, Santiago de Chile, Croacia y varios países más.
¿Qué balance puede hacer con el proceso concluido? ¿Cuál es su visión sobre esta problemática?
En lo personal me hizo repensar y reflexionar sobre mi posición con respecto al trabajo sexual. Y aún hoy sigo en un proceso de reflexión pero personalmente me siento muy cercano a la militancia en favor del trabajo sexual , qué es muy particular, me siento cercano a la idea de la descriminalización del trabajo sexual, creo que la sociedad y el Estado deberían reconocer a este tipo de trabajadores.
A partir de lo que hicimos en la película productores, parte del equipo y yo comenzamos a pensar de otra manera sobre el tema, sobre los derechos de estos trabajadores callejeros y yo, más allá de estar en contacto con los protagonistas, con varones y mujeres que hacen trabajo sexual en la plaza de Once también me contacté con varias organizaciones como Ammar (Asociación de Mujeres Meretrices de Argentina y la Asociación "Miguel Bru", qué me han apoyado para acompañar a estas personas con algunas necesidades que tenían.
Los varones no están tan orientados como las mujeres "cis" y las mujeres "trans". Y yo creo que la salida para ellos es la organización, pensarse como trabajadores y luchar por sus derechos. La película no tiene esa bajada porque en ese momento el objetivo era solo mostrar la mirada de estos pibes qué es una mirada para nada politizada. Y ahora en lo personal yo tengo esa posición, considero que esa es la respuesta para salir de tanta vulneración y precarización de su actividad.