TILCARA (Corresponsal). Lo que en principio fue una grata propuesta para la comunidad educativa de la Escuela Normal "Dr. Eduardo Casanova" de Tilcara y para los tilcareños en general, terminó convirtiéndose en una polémica social, un dolor de cabeza para los directivos de la institución y un entrecruzamiento público de acusaciones entre padres de los alumnos involucrados.
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TILCARA (Corresponsal). Lo que en principio fue una grata propuesta para la comunidad educativa de la Escuela Normal "Dr. Eduardo Casanova" de Tilcara y para los tilcareños en general, terminó convirtiéndose en una polémica social, un dolor de cabeza para los directivos de la institución y un entrecruzamiento público de acusaciones entre padres de los alumnos involucrados.
Resulta que anteayer por la tarde, la fachada y el acceso a la escuela primaria fueron escenarios del rodaje de la película "Pipa", la nueva producción argentina de Netflix protagonizada por Luisana Lopilato, que inició su rodaje en Buenos Aires el mes pasado y en estos días se hicieron las tomas en el interior, aprovechando los paisajes de Jujuy y Salta.
Según una carta pública difundida ese mismo día a través de las redes sociales, la cual no posee firmas ni sello, "las familias y las maestras de grado..." y más abajo menciona a "la comunidad de la escuela pública", plantean su disconformidad con lo sucedido esa tarde, denunciando que los chicos fueron privados de salir de las aulas, situación que la directora del establecimiento, Marta Rojas, desmintió e incluso ignora "si será de los papás" la carta.
El escrito señala que el miércoles de "13.30 a 17.30 en presencia de todos los grados tomando clases se llevó adelante la filmación, por lo que durante toda la tarde las niñas y niños fueron retenidos en las aulas, no se les permitió salir al recreo ni utilizar los sanitarios", además que "se les prohibió hablar y se les exigió mantener un ambiente de silencio necesario para llevar adelante la filmación".
La directora aseguró que "no es lo que dicen ahí" y afirmó que la productora "vino a las 16.30 y la filmación se hizo con chicos que ella trajo".
"Los derechos de los niños se respetaron" y aclaró que para que los estudiantes de la escuela que administra intervengan en una producción cinematográfica, "deben estar autorizados por los padres".
"La institución protegió sus derechos, y como directora, no permití que se filmara antes de lo fijado". Según ella, "el rodaje comenzó a las 17.30 y las maquinarias se pusieron desde las 16.30 hasta las 17", señaló contradiciendo lo que detalla la carta.
"Todos estaban informados"
En ella, también se lee que "a la dirección de la escuela le pareció buena idea abrir las puertas para el ingreso de gran cantidad de personal a un espacio público con el único fin de llevar adelante un negocio privado". Al respecto, Rojas afirmó que "a la institución únicamente nos solicitaron filmar la fachada y la entrada, en el pasillo. No se entró a las aulas, no se interrumpieron las clases, todo fue normal".
La directora, además, afirmó que "se hizo la comunicación correspondiente, la vicedirectora avisó a los maestros que el 13 se iba a hacer la filmación, pese a que no teníamos en claro el horario".
El malestar surgió también porque según los denunciantes: "Se puso en riesgo la seguridad de las infancias, se rompieron todos los protocolos sanitarios, se violaron las disposiciones locales y nacionales del Ministerio de Educación y se maltrató a las familias que cuestionaron dicho accionar".
Al respecto, agregó la directora: "La producción puso una valla desde la plaza chica (Antonino Peloc) hasta la institución, eso ya no entra en nuestra responsabilidad. Eso está a cargo de la producción, y es lo que molestó a los padres porque no les dejaron ingresar".
Consultada si los padres recibieron una remuneración a cambio por la participación de sus hijos en el rodaje, respondió: "Creo que sí les dieron" y dedujo que en consecuencia, debe haber un contrato de por medio.
"Están mintiendo"
Ayer, al salir de la escuela, padres de alumnos esperaban a la directora para plantearle lo ocurrido: "Les dije que eleven la nota, yo la enviaré al supervisor y este hará lo mismo con la directora de Nivel, y ella se la pasará a la ministra para que tome conocimiento".
Finalmente, reconoció su molestia porque "la nota que hicieron los papás es todo mentira, y está ocasionando un serio problema a la institución". Mientras tanto afirmó: "No estamos mintiendo, ellos mienten" cerró.