Hoy se conmemora el Día Mundial de la Parada cardíaca o muerte súbita. En Argentina menos del 10% de miles de afectados sobreviven al paro o muerte súbita, por ello la Federación Argentina de Cardiología busca fomentar la Resucitación Cardiopulmonar (RCP). En Jujuy, la referente del Servicio de Emergencia Médica (Same) Miriam Valdiviezo planteó que es clave hasta la llegada del servicio, para salvar vidas.
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Hoy se conmemora el Día Mundial de la Parada cardíaca o muerte súbita. En Argentina menos del 10% de miles de afectados sobreviven al paro o muerte súbita, por ello la Federación Argentina de Cardiología busca fomentar la Resucitación Cardiopulmonar (RCP). En Jujuy, la referente del Servicio de Emergencia Médica (Same) Miriam Valdiviezo planteó que es clave hasta la llegada del servicio, para salvar vidas.
La parada cardíaca es un gran problema de Salud Pública, que en Europa registra 350.000 muertes anuales y en Argentina 40.000 muertes súbitas anuales, de los cuales sólo 1 de cada 5 recibe ayuda, una supervivencia muy reducida. "Por ello desde la Federación Argentina de Cardiología (FAC) tenemos el objetivo de sensibilizar a la población, explicando la importancia de su ayuda para mejorar la supervivencia de las personas que sufren parada cardíaca", explicó la médica Eva Fernández de la mesa directiva de la FAC.
La cardióloga y directora del Same de Jujuy, Miriam Valdiviezo, explicó que sería ideal que todos sepan hacer RCP porque daría la facilidad de poder ayudar a un familiar o a cualquier persona hasta que llegue la ambulancia y salvar su vida.
"Si uno no realiza inmediatamente el RCP cuando hay un paro cardiorrespiratorio, las células, al no recibir oxígeno, se mueren, entonces no tengo posibilidades de que esa persona tolere esa situación. Y si se hace RCP puedo tener esos minutos hasta que llegue la ambulancia, que definiría la situación", precisó.
Explicó que las causas de paro cardiorrespiratorio son múltiples: electrocución, ahogamiento, intoxicación con drogas, reacción alérgica o causas cardiacas y las maniobras de RCP son las mismas para todos.
No obstante, explicó que en el Same el radioperador está entrenado para que al recibir la llamada pueda determinar la situación y por teléfono dar las pautas de alarma y cuáles serían las maniobras que debe realizar hasta que llegue la ambulancia.
"El radioperador le dice a la persona que acerque su mejilla al paciente" para ver si respira o no. Si no habla y no respira, el paciente está en paro cardiorrespiratorio, por lo que se le da la indicación de la maniobra.
"Nos ha tocado muchas situaciones en que se le dieron las indicaciones y cuando llegó la ambulancia estaban haciendo las maniobras", agregó la directora de Same. "Hemos llegado a salvar vidas, porque cuando llega la ambulancia ya se cumplimenta la colocación de una vía periférica, la administración de oxígeno y de todas las drogas que se necesitan para que ese corazón nuevamente vuelva a latir", destacó.
Dijo que es clave saber identificar cuándo se debe hacer un RCP y cuándo no, porque a veces puede tratarse de un desmayo por lipotimia o por crisis de nervios.
"Queremos difundir a la comunidad la importancia de aprender a reanimar con las propias manos, especialmente en la población en general, no médica, ya que la mayoría de las muertes por paro cardiorrespiratorio se producen fuera del ámbito hospitalario", dijo Walter Stoermann, cardiólogo de la Red Nacional de RCP y Áreas Cardioasistidas de la FAC.
Con este objetivo se conformó la red Federal de Reanimación Cardiopulmonar y Cardioasistencia con la meta de educar en RCP de Ushuaia a La Quiaca y que haya acceso al entrenamiento en RCP y la posibilidad de la desfibrilación precoz con programas de cardioasistencia y así evitar hasta un 40% de esas muertes. La FAC recordó que se debe tener el barbijo colocado y colocárselo a la víctima antes de iniciar el RCP. Por la pandemia no se debe dar aire boca a boca.
Campaña de la FAC
En el marco de la pandemia por Covid-19, la Federación Argentina de Cardiología (FAC) viene desarrollando diferentes acciones en todo el país para brindar información y capacitación sobre RCP, bajo el lema “Comprime fuerte y rápido. Nuestras manos salvan vidas. Plantean que en tres simples pasos se puede salvar una vida. “Hasta hace no mucho tiempo la RCP era algo muy complejo; hoy se sabe que mientras el paciente sea masajeado convenientemente la posibilidad de sobrevida es mucho mayor”, agregó.
Con este objetivo se conformó la red Federal de Reanimación Cardiopulmonar y Cardioasistencia, un entretejido de voluntades a lo largo de todo el país que tiene como objetivo la educación en RCP en sus distintos niveles. La visión es “lograr que desde Ushuaia hasta la Quiaca, se tenga acceso al entrenamiento en RCP, y también a la posibilidad de la desfibrilación precoz mediante los programas de cardioasistencia y así evitar hasta un 40% de estas muertes”, afirmó la médica de FAC, Eva Fernández.
El procedimiento paso a paso
La directora del Same Jujuy, Miriam Valdiviezo, destacó que para hacer RCP es importante colocar a la persona en el piso porque debe ser una superficie plana, ya que si fuera en una cama al comprimir el pecho no lograría el efecto necesario. Luego se debe buscar el lugar donde está el corazón, ubicado hacia el lado izquierdo debajo del esternón, un hueso plano ubicado en el centro del pecho; y por encima de las costillas, a unos dos o tres centímetros.
Detalló que quien lo haga se debe ubicar al costado del paciente, colocar una mano sobre otra con brazos bien extendidos y comprimir como si quisiera llegar con las palmas al piso y, a ritmo no muy rápido, hacer 30 compresiones. La médica explicó que por la pandemia y otras enfermedades se dejó de lado la respiración boca a boca si no se tiene las máscaras para ello.
Lo importante es hacer la compresión en forma continua hasta que llegue la ambulancia. Aclaró también que es clave colocar las manos en el lugar adecuado, porque sino podría provocar el vómito que complicaría el RCP. Recomendó además resguardar la propia vida, es decir, si hay una persona electrocutada corroborar que se haya cortado la luz o en caso de un accidente vial alejar al paciente del lugar. En adultos, la compresión se hace con los dos brazos, mientras que en niños solo con uno y en bebés menores a un año con pulgares.