La historia de Eduardo Dorado, de 64 años, es el de un sobreviviente. Le diagnosticaron cáncer de mamas y por la rápida acción de su médico y la intervención, salió indemne. Es que lo complementó con un tratamiento farmacológico y pudo superarlo. Reconoce que tuvo miedo, pero también, por lo rápido del abordaje médico, no tuvo un proceso traumático y lo superó.
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La historia de Eduardo Dorado, de 64 años, es el de un sobreviviente. Le diagnosticaron cáncer de mamas y por la rápida acción de su médico y la intervención, salió indemne. Es que lo complementó con un tratamiento farmacológico y pudo superarlo. Reconoce que tuvo miedo, pero también, por lo rápido del abordaje médico, no tuvo un proceso traumático y lo superó.
"Empecé con una molestia en la tetilla izquierda, una picazón, rascándome y tocándome un poquito más adentro siento un nódulo, no le di importancia", explicó Eduardo Dorado. Fui hacer una consulta a Tucumán con el maestro de los mastólogos de la zona Norte, me dijo que no me haga problema, que podía ser una infección vía tetilla, hasta que en un momento dado la médica clínica me dijo que esto había que resolverlo", recordó
Fue en 2012 cuando Dorado consultó y luego fue a otro médico, el oncólogo Carlos Ibarra, quien le pidió hacer una biopsia. Al principio como paciente tuvo miedo que le hicieran el estudio con la idea de que con ello se le podría expandir el cáncer por el cuerpo, y su médico rápidamente le aclaró que no era así.
"Uno tiene miedo y prejuicios de cosas que va escuchando, que si le tocan el tumor que puede esparcirse por el cuerpo. Y me dijo: yo entro, corto una muestra y la analizamos. Lo hizo así, en la calle San Martín se hizo la biopsia. Dio un cáncer maligno, grado 2, le llevé la data y me dijo mañana te opero", relató.
Así fue. La cirugía pasó rápidamente, ya que le sacaron el tumor y de ese modo perdió la tetilla izquierda y le quitaron los ganglios. Entonces fue a consultar a otro médico oncólogo, Alejandro Salvatierra, quien prosiguió con su tratamiento.
"Gracias a Dios fue hormono-resistente positivo, y no tuve que hacer nada, sino sólo tomar una pastilla por día, según me explicaron era un anti-hormona para evitar que vuelva a generarse otra vez el cáncer", expresó.
Desde entonces pasaron cinco años en que hizo el tratamiento, por lo que expresó su agradecimiento con el Estado, ya que el mismo fue gratuito. Hace dos años le dieron el alta y periódicamente le hacen controles.
"Primero tuve mucho miedo, cuando me dijeron que tenía cáncer me impactó mucho. Pero al salir de la operación el doctor me dijo: hermano, estas curado, y yo asumí eso como una verdad, decreté que ya no tenía cáncer", recordó Dorado.
No obstante, se siente agradecido porque en los controles que se hizo en los últimos años, los resultados de las mamografías, han sido negativos, lo que significó que el cáncer no volvió.
Supo que era afortunado porque en los momentos del diagnóstico, el médico le dijo que era el séptimo caso de este cáncer en hombres en Jujuy, de los cuales cuatro habían fallecido, y le dijo que era el tercer sobreviviente. "Gracias a Dios pude superar el cáncer", expresó.
Destacó que fue tan rápida la reacción del médico para el diagnóstico y la cirugía, que sumado al tratamiento farmacológico le permitió superar la enfermedad.
“El cáncer no tiene género”
Como alguien que pasó por el cáncer, Eduardo Dorado reconoció que su caso se definió en un par de meses, tiempo en el que lo diagnosticaron y accionaron rápidamente para tratarlo, lo cual agradece. Por ello enfatizó en desmitificar la afección e instar al control a hombre y mujeres.
Destacó que fue tan rápida la reacción del médico para el diagnóstico y la cirugía, que señaló que con eso y un tratamiento farmacológico pudo superar el cán‑ cer. “Fue un proceso que no tuve que sufrirlo como otros pacientes, con rayos, con caída de pelo. Con una pastilla y el acompañamiento de mi familia, pude superar esto”, precisó Dorado.
Reiteró que se siente afortunado y agradecido con los oncólogos Carlos Ibarra y Alejandro Salvatierra. “Señores, el cáncer no tiene género, no es ni masculino ni femenino”, expresó e instó a tocarse, revisarse y consultar, destacando que puede ser muy grave. Es que en su experiencia, que le hayan sacado la tetilla y tenga una cicatriz, para él no es traumático, como reconoce que si puede serlo para alguien que padece los tratamientos, que él afortunadamente no experimentó.
Es clave la detección precoz de la enfermedad
En 2020, en todo el mundo se diagnosticó cáncer de mama a 2,3 millones de mujeres, y 685.000 fallecieron por esa enfermedad. A fines del mismo año, 7,8 millones de mujeres a las que en los anteriores cinco años se les había diagnosticado cáncer de mama seguían con vida, lo que hace que este cáncer sea el de mayor prevalencia en el mundo.
En Jujuy cada año se registraba de 350 a 400 nuevos casos en el hospital “Pablo Soria”, por ello se instó a que se retome la mamografía anual, que allí es gratuita. Según una investigación de Jama Oncology de 2019, después de recibir el diagnóstico de cáncer de mama, los hombres tendrían mayor probabilidad de morir que las mujeres. En el estudio, el índice de supervivencia general a 5 años después del diagnóstico de cáncer de seno fue 77,6% en hombres en comparación con 86,4% en mujeres.
Uno de los factores identificados por los autores fue la falta de tratamiento adecuado para muchos hombres con cáncer de mamas, y otro fue el diagnóstico más tardío en hombres que en mujeres. Las diferencias en las características clínicas, tipos y estadios de los tumores de mamas, la edad al recibir el diagnóstico y el tratamiento del cáncer entre hombres y mujeres jugaron un papel fundamental y fueron la causa del 63% de la disparidad en la mortalidad. Este cáncer se presenta más frecuentemente como un nódulo o engrosamiento indoloro en el pecho. Es clave la consulta médica, y en mujeres de más de 40 años un control anual.