El sábado último falleció Paulino Rosa Arias, quien por dieciocho años impulsara incansablemente una nueva manera de llevar adelante la obra de Cáritas Diocesana Jujuy, poniendo mucho énfasis en las áreas Educación y Proyectos, más allá de continuar con la tarea de asistencia inmediata de promoción humana punto fundamental para esta institución eclesial.
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El sábado último falleció Paulino Rosa Arias, quien por dieciocho años impulsara incansablemente una nueva manera de llevar adelante la obra de Cáritas Diocesana Jujuy, poniendo mucho énfasis en las áreas Educación y Proyectos, más allá de continuar con la tarea de asistencia inmediata de promoción humana punto fundamental para esta institución eclesial.
Al respecto, cabe apuntar que quien se desempeñara como coordinador general de Cáritas Diocesana dependiente del Obispado de Jujuy, nació el 21 de junio de 1937 y falleció a los 84 años de edad. Fue intendente de la ciudad de Palpalá y trabajó durante muchos años en Altos Hornos Zapla, y al jubilarse, se dedicó de lleno al apostolado que él consideraba, era un servicio a la obra de Dios. Siempre decía que su misión era trabajar por el Reino.
Don Paulino Arias como se lo solía nombrar fue convocado por monseñor Marcelino Palentini en 1998, quien después de un par de años desde su llegada como obispo de la Diócesis de Jujuy decide reestructurar Cáritas Diocesana, y lo llama por referencia de monseñor Pedro Olmedo que ya lo conocía por sus actividades dentro de la Iglesia, sobre todo en Palpalá, lugar donde vivía.
De ese modo, Palentini le propone reorganizar Cáritas Diocesana Jujuy, y el 5 de octubre de 1998 Arias es designado coordinador general en una asamblea con todos los representantes de las Cáritas parroquiales, con el acompañamiento del padre Arnoldo Eberle que viene a cumplir la función de vicepresidente de esa nueva estructura.
A partir de allí comienzan a trabajar en el nuevo organigrama de ese equipo de servicio que elaboran en forma de espiral, no piramidal, conformando distintas áreas de lo que es Cáritas Diocesana Jujuy, con un voluntario responsable en cada una de ellas. Su tarea se extiende desde 1998 hasta el 1 de enero de 2016 cuando asume en su lugar Bruno Nicolás Gutiérrez Perea.
Durante esos dieciocho años de gestión de Arias se lograron significativos avances en lo que es la estructura de Cáritas, en su funcionamiento y en la manera de trabajar, que pasa de ser un organismo de asistencia inmediata como era conocida, a trabajar la promoción humana, poniéndole mucho énfasis en este tema que estaba compuesta por el área Educación y el área de Proyectos, más allá de continuar con la tarea de asistencia inmediata que es fundamental para Cáritas.
Cabe apuntar que en el área de Educación comienza a trabajar fuertemente en la capacitación en pos a una salida laboral, también en la educación no formal, haciendo acompañamiento a niños y jóvenes para que puedan tener una mejor calidad laboral, basado en la educación que se consideró eje fundamental para desarrollar esas potencialidades humanas.
Asimismo, desde el área de proyectos, se comenzó a trabajar fundamentalmente con las comunidades parroquiales, para que ellos también puedan desarrollar microemprendimientos, huertas y distintas actividades que les permita tener una entrada económica y poder sustentar otras actividades.
También bajo la conducción de Paulino Arias se llevaron adelante proyectos de gran envergadura como el Proyecto Pro Puna; la mejora y construcción de viviendas en Lote Vinalito; el proyecto del campo en Yuto, todo con el acompañamiento de estas instituciones internacionales, con huertas, plantaciones y ganado porcino. Por otra parte, con el acompañamiento a nivel nacional del Ministerio de Infraestructura trabajó en proyectos de las 86 viviendas en Santa Clara que se desarrollaron en su totalidad durante su dirección; y las 30 viviendas en Puesto Viejo que se inicia en el mandato de Arias y culmina en la actual gestión de Gutiérrez Perea.
"Una hermosa siembra"
La secretaria de Cáritas Diocesana, Anita Fascio, consideró importante "que la gente lo recuerde como un hombre dinámico que aportó mucho a la Diócesis jujeña, porque era cursillista. También fue diácono y su intención era hacer el sacerdocio, pero su enfermedad no le permitió. Igualmente logró trascender porque dejó una obra muy importante al cambiar una estructura solo asentada en la asistencia inmediata. Paulino Arias dejó una hermosa siembra que dio muchos frutos porque la mayoría del equipo de servicio a cargo de Cáritas Diocesana son de chicos que se formaron desde sus Cáritas parroquiales", remarcó.