Las características y bondades de la Ecoreserva La Almona fueron ayer presentadas ante los jujeños en una exitosa gala que agasajó a los asistentes en el hotel Altos de la Viña en medio de un cálido clima familiar.
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Las características y bondades de la Ecoreserva La Almona fueron ayer presentadas ante los jujeños en una exitosa gala que agasajó a los asistentes en el hotel Altos de la Viña en medio de un cálido clima familiar.
Un minucioso diseño centrado en crear el equilibrio perfecto entre arquitectura y naturaleza hace de esta ecoreserva la primera de su tipo en la provincia convirtiéndola en mucho más que un estilo de vida.
Se distingue por el trazado particular de sus calles que, desde la perspectiva del urbanismo, no se le llega a encontrar una lógica formal debido a que están trazadas a donde estuvieron siempre siendo el terreno el que marcó el rumbo de esta majestuosa obra.
Para ello se estudiaron los caminos de los rebaños de la zona, recursos naturales que permitieron crear este lugar en donde se puede no sólo coexistir con la naturaleza sino que también estar inmersos en ella.
Así, en sus 340 hectáreas de los cuales la mitad está destinada a espacios verdes y comunes, los senderos que hilvanan todo el desarrollo inspiran a desconectarse de la vorágine de las grandes ciudades.
Luis Rengifo, arquitecto y urbanista al frente del proyecto, explicó, en diálogo con El Tribuno, cuál es la impronta de este complejo urbanístico que lo hace único.
"Estamos lanzando esta primera etapa que corresponde a 110 lotes y que es lo que se conoce como Distrito La Almona. Un complejo que se está trabajando bajo la perspectiva de desarrollo sostenible ya que estamos inmersos en un bosque espectacular. Por eso este proyecto cuida de manera celosa los ecosistemas existentes para poder convivir con ellos", informó.
Con un 70% de avance del grueso de la obra, los lotes ya se están comercializando por lo que a mediados del año que viene este sueño se volverá realidad con las construcciones de las primeras viviendas.
Por último, destacó que "este tipo de trabajo y de la forma que se lo ha hecho es una fuerte apuesta y tal vez no haya una igual de este tipo. El master plan ha sido muy estudiado por todo el equipo y no hay demasiados ejemplos al particular. Lo que hay son edificios o viviendas aisladas que trabajan la parte bioclimática, el desarrollo sostenible y el ahorro de energía pero un desarrollo con estas características yo diría que es bastante novedoso".
Es que la Ecoreserva La Almona cuanta con un entorno marcado por la naturaleza que es parte de su ADN. En lo que respecta a accesibilidad se encuentra a ocho minutos del centro de la capital. Cuenta además con terrenos a partir de los 2.000 metros cuadrados y como particularidad se proyecta un futuro distrito comercial que proveerá de todos los bienes y servicios necesarios dentro del predio con proyecciones de incorporar también establecimientos educativos como escuelas y universidades.
Un legado familiar
La concreción de este majestuoso proyecto urbanístico único en sus características fue posible gracias a la innovadora iniciativa y al arduo trabajo puesto en ella por parte de sus propietarios Pablo, Juan Carlos y Rodrigo Mealla. Proyecto del que forman parte las firmas Masa (Mealla Agropecuaria Sociedad Anónima), Mebac, RPM Construcciones y Rengifo Arquitectura Bioclimática.
Por su parte, Juan Carlos Mealla agradeció el apoyo brindado por los allí presentes, destacó además el trabajo de todo el equipo que hizo posible el proyecto como los arquitectos, albañiles, vendedores, personal de marketing, entre otros, e hizo un emotivo y especial agradecimiento a su padre, René Mealla, que se encontraba allí presente en primera fila.
"Quiero agradecer a una persona que nos enseñó la cultura del trabajo, nos enseñó la honestidad y que con trabajo arduo se pueden hacer las cosas. Una persona que hoy nos sigue enseñando a los ochenta años y que luego de haber tenido un problema de salud nos sigue mostrando entereza para poder afrontar los problemas y para superarlos. Gracias papá por ser la brújula que nos guía todos los días", expresó emocionado Juan Carlos Mealla.