En 2015 se radicó en San Salvador para continuar sus estudios de música. Ama la docencia y la música. Está haciendo por eso el Profesorado de Música de Jujuy y también estudia teatro en la Escuela Provincial de Teatro "Tito Guerra".
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En 2015 se radicó en San Salvador para continuar sus estudios de música. Ama la docencia y la música. Está haciendo por eso el Profesorado de Música de Jujuy y también estudia teatro en la Escuela Provincial de Teatro "Tito Guerra".
¿Por qué elegís el rock? En una ciudad y en una provincia que tienen como más cercano el folclore, ¿cómo llega a vos esta pasión?
Es verdad, lo más representativo es el folclore, pero yo creo que en el rock he encontrado la posibilidad de llevar esta bandera, de ser contestataria. La música nos da ese poder a nosotros, de poder visibilizar algunas cosas que no son fáciles de ver a simple vista, o que la gente siente y no lo puede expresar. Nosotros tenemos ese lugar de privilegiados para poder expresar esas cosas y hacer que la gente se sienta identificada con esto, con la letra, con la música, con la melodía. El rock tiene esa cosa rebelde, de decir cosas de una manera totalmente libre.
Me sentí tan identificada en mi adolescencia con el punk rock, y tuve la suerte de encontrarme con amigos que también sentían lo mismo. Yo recién estaba empezando con la guitarra. Los veía a ellos y cómo fluían a través de su música, y eso me atrapó. Empecé a estudiar música y se armó nuestra primera banda de punk rock acá en La Quiaca, que se llamaba Ruidos Molestos, que duró durante 2009 y 2010. En el 2011 se desarma porque los chicos se fueron a estudiar a otros lados. Yo me quedé sola en La Quiaca, pero mi objetivo también era hacer mi propia música.
¿Componés tus canciones?
Sí, tengo un montón de canciones mías, pero no las interpreto en público todavía, están ahí. Seguramente este año, con un proyecto que tengo, van a salir a la luz.
¿Cuándo empezás a delinear tu camino solista y cuándo fue tu primera presentación en público como tal?
Yo venía haciendo mi carrera, pero así como un poco borrosa, en los escenarios de la escuela por ejemplo, o en eventos sociales como fiestas de 15 años, que me llamaban mis amigas para cantar, y yo ya era Jimena Azua porque me conocían así en el colegio.
Pero la presentación donde definí lo que quería hacer y cómo seguir, fue en 2013 para el aniversario de La Quiaca. Ahí me dije "acá empieza todo, quiero seguir con mi música y quiero sonar así".
¿Y cómo fue definirte a la hora de decidir la vestimenta, el estilo de rock, el tipo de letras que querés crear y el mensaje que querés dar? ¿Cómo se va delineando tu perfil artístico?
Ha sido toda una construcción, y hasta ahora sigo descubriendo cosas nuevas. Ese espectáculo fue el pie para largarme sola, en ese momento yo estaba incursionando en el folclore, no era puro, siempre en mi música hubo una fusión con presencia del rock, de jazz y del blues. Siempre voy experimentando cosas porque la música tiene esta riqueza, un abanico re grande como para encajarte en un solo género. Lo de la vestimenta también influye, pero también son etapas en las que uno decide "me visto así porque hoy me siento así", pero no influye en lo musical, es más sobre cómo me siento yo persona en esta etapa de mi vida.
No es determinante de tu carrera la vestimenta...
No, para nada, tiene más que ver con lo que quiere mi alma, no lo que quiere mi música en ese momento.
Esto que me marcás de la rebeldía y la necesidad de decir lo que no se dice, ¿viene con vos desde chica o lo fuiste descubriendo?
Desde siempre ha estado esa cosa rebelde en mí, de no querer hacer las cosas como las hacen los demás. También desde lo político, yo he visto cómo La Quiaca ha sido siempre azotada. Vi cómo mi mamá pasaba tanto tiempo en su trabajo y tuvo sus desventajas frente al hombre, a la hora de llevar adelante sola una familia. Y eso es decisión de los gobiernos de dar las posibilidades de igualdad.
Por ahí viene mi rebeldía, y renegué de joven con esto de que el jujeño, el puneño es callado. Para mí no tiene que serlo. El gobierno nos castiga justamente por ser callados y más a las mujeres. Formé mi ideología desde chica. Las cosas no siempre tienen que seguir el mismo curso.
¿Cuál es tu mensaje?
Elijo un mensaje desde la música de que no todos tenemos que seguir una línea de vida, que podemos tener avances y retrocesos, que mientras no hagamos mala otro, nuestra vida la construimos nosotros.
¿Y en público las letras de quién elegís para cantar? -teniendo en cuenta que me decís que tus canciones todavía no las mostraste-
Nunca tuve una referente o aun artista única que me identifiqué, pero cuando escuché a la banda Eruca Sativa, allá por 2013, me sentí muy identificada son sus letras por esto de la lucha de cómo una mujer la tiene tan difícil también en el escenario. Encontré mi referente femenino en el rock, porque masculinos había un montón.
Compartirse escenario con Eruca Sativa ¿cómo fue?
En 2017 se da la posibilidad de que la banda venga por primera vez a Jujuy, y bueno yo me mandé de una con una bandera pidiéndole a la cantante, Lula, si podíamos interpretar juntas un tema que a mí me gusta muchísimo, "Amor ausente", y ella accedió. Fue en Zeppelin. Fue una experiencia muy fuerte en mi vida.
¿Cómo fue tu año en pandemia y como te proyectás para este año?
El año en pandemia nos sorprendió muchísimo a todos. Fue un año bastante silencioso para mí en cuanto a la música, porque no es lo mismo seguir creciendo musicalmente encerrada, con posibilidades limitadas dentro de lo que es un estudio o amigos que te hagan el aguante. Si bien yo soy solista, invito a mis amigos, a que puedan acompañarme, a que hagan proyectos y desde la virtualidad es bastante diferente. Así que me limité a subir videos pero no a participar de fechas virtuales colectivas.
Ojalá que este año no volvamos a lo del año pasado porque tengo bastantes proyectos, con la música, con la pintura -que también hago-, con la escritura -que también incursiono.
En 2019 publiqué mi primer libro de poesía, con poemas y escritos, bajo el título de "Atrapasueños". Y me propuse este año como proyecto fijo sacar otro libro, pero que no sea solamente mío, sino poder incluir a otros escritores emergentes.
Teniendo en cuenta todas estas aristas de tus creaciones, te pregunto ¿qué le aporta el teatro a tu proyecto?
Una nueva perspectiva a todo lo que yo venía haciendo, porque si bien el escenario musical nos desinhibe de muchas cosas, a la vez yo me siento muy tímida delante del público. Me cuesta interactuar con el público. El teatro me da las herramientas para adquirir un papel en ese momento.
¿Desde cuando estás en la Red de Músicas de Jujuy?
Desde el año pasado estoy integrando la Red de Músicas de Jujuy, que empezó a crecer mucho el año pasado. Vi todas las actividades que venían realizando, incluso en fechas virtuales, y me interesaba porque mi entorno siempre estuvo rodeado de varones. El aporte que me hace la Red a mí es muy importante, porque aprendo muchísimo de ellas, hay muchas mujeres con muchísima experiencia sobre el escenario.
¿Cómo fue la presentación con la Red hace unos días en el centro Cultural "Éxodo Jujeño"?
Fue imposible no emocionarnos al vernos tantas artistas reunidas de nuevo, y más aún recibir el aplauso de la gente, que es nuestro alimento.