Tras cumplir seis años como titular de la parroquia San Andrés Apóstol de la ciudad de San Pedro, el padre Héctor Alberto Martínez, ya tiene nuevo destino y tendrá la responsabilidad de guiar a la feligresía de la parroquia San Mateo, ubicada en la localidad de Calilegua, en el departamento Ledesma. Cabe recordar que tras el fallecimiento del padre Marcelo Gallino, la parroquia quedó sin su pastor y será el padre Héctor, quien tenga la difícil pero maravillosa misión, de acompañar a la feligresía. En estos días, el querido sacerdote, comenzó a despedirse de los fieles de las distintas comunidades de las grutas y capillas, ubicadas en los barrios y sectores de la jurisdicción parroquial de San Andrés, compartiendo la última celebración con los fieles de la gruta Virgen de Urkupiña.
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Tras cumplir seis años como titular de la parroquia San Andrés Apóstol de la ciudad de San Pedro, el padre Héctor Alberto Martínez, ya tiene nuevo destino y tendrá la responsabilidad de guiar a la feligresía de la parroquia San Mateo, ubicada en la localidad de Calilegua, en el departamento Ledesma. Cabe recordar que tras el fallecimiento del padre Marcelo Gallino, la parroquia quedó sin su pastor y será el padre Héctor, quien tenga la difícil pero maravillosa misión, de acompañar a la feligresía. En estos días, el querido sacerdote, comenzó a despedirse de los fieles de las distintas comunidades de las grutas y capillas, ubicadas en los barrios y sectores de la jurisdicción parroquial de San Andrés, compartiendo la última celebración con los fieles de la gruta Virgen de Urkupiña.
"Tengo un nuevo destino, la parroquia San Mateo donde a mediados de diciembre, falleció el padre Marcelo Gallino. Es una gran alegría poder ir y acompañar a esa comunidad. El padre Marcelo, fue gran sacerdote, tal como lo fue aquí, en San Pedro, el padre Miguel Ángel Aquino, fue una experiencia muy fuerte, del pueblo que ama al sacerdote. Aquí, fui descubriendo el servicio pastoral, la entrega del padre Miguel, me toca ahora acompañar a una nueva comunidad, que hace muy poco perdió a su pastor", indicó el padre Héctor, en diálogo con El Tribuno de Jujuy.
Recordó que antes de venir a San Andrés, estuvo en Calilegua, siendo vicario del padre Daniel Amante y que, desde Yuto, solían asistir a Calilegua en los sacramentos y sostuvo que ahora, va a acompañar a la comunidad de Calilegua y del barrio Papa Francisco.
Explicó que, en San Andrés, pudo cumplir con la solicitud del Papa Francisco, que invitaba a salir, "nos pedía una iglesia callejera, cercana, actividad pastoral que monseñor Marcelo Palentini nos venía contagiando, una iglesia donde se involucren y participen todos. Eso pudo lograrse, saliendo de los templos y llegando a cada una de las comunidades. Al dejar una comunidad, uno piensa en los frutos, aquí, he cosechado grandes frutos, al irme, no pierdo, gano. Gano amigos que siempre tendrán las puertas abiertas para recibirme, gano afectos sinceros que se mantendrán por siempre. En estos años fui compartiendo alegrías, tristezas, y así se fue forjando la historia. Yo no pensaba todavía en un cambio, y cuando monseñor me llamó y me dio la novedad del traslado, me preparé para seguir el GPS de Dios, y le respondí que sí, que iba dispuesto", subrayó, al explicar que está en el proceso de asimilar que esta dejando esta comunidad.