Un siniestro vial que pudo terminar en una tragedia sucedió el sábado 17 del corriente en un sector de la colectora de la ruta nacional Nº 66.
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Un siniestro vial que pudo terminar en una tragedia sucedió el sábado 17 del corriente en un sector de la colectora de la ruta nacional Nº 66.
"Varios testigos aportaron los datos sobre el rodado involucrado y pese a ello la Policía no logra detenerlo", afirmó la víctima.
Alrededor de las 10.30 un automóvil Ford Ecosport de color gris, que habría sido conducido por un hombre, atropelló a una mujer que circulaba por el lugar a bordo de una moto Gilera de 110 cc en sentido sur-norte.
Elizabeth Yurquina, de 40 años, con domicilio en el barrio San José de la ciudad de Palpalá, había salido de su casa con destino al barrio Alto Comedero ya que debía concurrir al hospital Snopek, en virtud de que se encontraba bajo tratamiento como consecuencia de haber sufrido un pico de estrés.
De acuerdo a la versión proporcionada por la mujer, en esos momentos no contaba con la cobertura de la obra social, por lo cual todo el tratamiento lo realizó en los hospitales que como consecuencia de la pandemia, tienen demorados los turnos y por ello es que debía concurrir ese día.
Al llegar al lugar donde se encuentra la planta potabilizadora de agua, repentinamente sintió un golpe en la parte de atrás de su rodado, por lo que salió despedida, cayendo en medio del carril opuesto y la moto en el mismo carril que transitaba.
La mujer totalmente aturdida y antes de ser atropellada por un auto que circulaba en sentido contrario logró incorporarse con la ayuda de circunstanciales testigos que estaban en el lugar.
Yurquina afirmó que salvó su vida de milagro, porque bien podía haber sido arrollada por la misma camioneta que la chocó, agregando que el casco fue lo que la salvó porque "aterrizó" de cabeza sobre el lado izquierdo que es donde sufrió la mayor cantidad de lesiones, especialmente en el omóplato y el hombro de lo que aún no puede recuperarse. Un vecino del lugar persiguió al desaprensivo conductor que se dio a la fuga y pudo tomar el número de matrícula del mismo y que por averiguaciones conocen el nombre de la persona que está registrada como propietaria.
En la Seccional 33º le echan la culpa a la fiscalía, habiéndole manifestado que "nosotros cumplimos órdenes y si el fiscal no nos manda, nada podemos hacer".
La mujer pidió justicia porque puede perder su trabajo, porque ya tendría que haberse presentado.
Elizabeth Yurquina necesita que la Justicia y la Policía actúen rápidamente.