El espíritu de lucha de una mujer cuando se propone algo, es incansable. Se destaca en el accionar constante para llegar a ese sueño y lograr que, de a poco, sea posible en una realidad.
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El espíritu de lucha de una mujer cuando se propone algo, es incansable. Se destaca en el accionar constante para llegar a ese sueño y lograr que, de a poco, sea posible en una realidad.
El anhelo en cuestión, tiene que ver con la solidaridad y la empatía, ambos respaldos incondicionales puestos en acción a través de un proyecto personal que Florencia Cruz está llevando adelante de manera particular.
La joven, que apuesta el todo por el todo a su espíritu de colaboración y cuidado, reúne fuerzas y mucha voluntad para dar vida a "Somos niños", una iniciativa personal que viene proyectándose desde hace varios años en las redes sociales y que está enfocada en contener a los niños de Lozano, León, Yala y San Pablo.
Libros modernos o clásicos son los que se necesitan para equipar la biblioteca móvil, destinada a potenciar la lectoescritura y las habilidades cognitivas de pequeños entre 4 a 10 años de edad y, asimismo, brindar contención y cuentacuentos infantiles que ya tienen lugar en espacios abiertos como parques y polideportivos de la zona.
El acompañamiento socioafectivo es verdaderamente importante en esta propuesta que surge de modo espontáneo, cuyo objetivo en todo sentido es clave para el encuentro con uno mismo y, a la vez, vía de conexión con la comunidad.
De esta forma es como la vida acontece, cuando se responde al llamado de ser más personas, siendo más humanos; sólo para poder ofrecer algo bueno a la sociedad, haciendo feliz a alguien más desde lo simple. "Este es mi proyecto, mi objetivo por el que lucho. Trabajar con los niños es muy importante para el futuro de todos. La idea es poder armar una biblioteca móvil que recorrerá la jurisdicción de Yala y tal vez se extienda más allá", expresó la responsable de este proyecto que tendrá a parques y canchas de fútbol del lugar, como escenarios ideales para realizar más tareas del tipo recreativo, teniendo siempre en cuenta las medidas de bioseguridad protocolares por pandemia.
"La idea es poder brindar y armar actividades de acuerdo a los cuentos que se lean y hacer a partir de eso, juegos para los chicos", comentó la responsable de esta iniciativa que adoptó como desafío personal debido a su estudio en educación especial. "Trato de perfeccionarme en el cuidado y en el aprendizaje sobre el niño, porque en ellos se basa todo esto. Los sueños empiezan de a poco así que espero que siga creciendo", afirmó.
Sin dudas, la propuesta tiene un significado profundo para la joven con el pensamiento de resguardar a la infancia como un valioso tesoro.
"Toda vivencia que el chico tenga en sus primeros años de vida, va a repercutir cuando sea adulto, es decir, si es feliz en esta etapa, de adulto también lo será. No sorprende que cuando un niño pequeño es golpeado, de grande pueda reflejar lo mismo que vivió en la niñez. Para mí es fundamental que los chicos vivan bien este momento", detalló la joven que desde los 15 años se ocupa de realizar labor social. "Estoy siempre impulsando para hacer algo, no desde el lugar de la queja sino enfocando en lo positivo", aseguró Cruz con muchas expectativas sobre este plan a priori individual, que pretende ser colectivo.
"A "Somos niños", lo organizo, lo analizo e invito a jóvenes que se quieran sumar. Yo siempre estoy abierta a recibir ideas, críticas y opiniones, como para trabajar y hacer el bien común". Así, la sensibilidad juega un papel esencial para Florencia que se atreve a cultivar esta ilusión, abrazando el futuro de los pequeños. "Para mí es una felicidad enorme poder guiar a los niños que son muy puros, por eso hay que cuidarlos y motivarlos en lo que les gusta, trabajar en sus habilidades y sus capacidades; no sólo para el crecimiento emocional sino cognitivo", reflexionó muy segura, la estudiante.
Una experiencia con los Wichís
“A los quince años me nació esto de preocuparme por el otro porque yo viajé en la comunidad Wichí y fue muy fuerte, me he encontrado con una realidad diferente a la que todos conocemos y desde ahí, decidí involucrarme y dejar de ser indiferente a la situación, sabiendo que hay gente donde yo vivo, que la puede pasar mal y desde mi lugar puedo ayudar” , recordó como una anécdota enriquecedora, Florencia Cruz, quien dejó la página de facebook Somos niños para que los interesados dejen sus libros, como donaciones.