La Semana Santa en Jujuy es una de las opciones turísticas más valoradas del país. Tal es así, que un 90% de la capacidad hotelera de la Quebrada estaba reservada una semana antes de la celebración religiosa. Gente de Salta, Tucumán, Córdoba y Buenos Aires eligió la tranquilidad de esa región de Jujuy para disfrutar unos días de rélax.
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La Semana Santa en Jujuy es una de las opciones turísticas más valoradas del país. Tal es así, que un 90% de la capacidad hotelera de la Quebrada estaba reservada una semana antes de la celebración religiosa. Gente de Salta, Tucumán, Córdoba y Buenos Aires eligió la tranquilidad de esa región de Jujuy para disfrutar unos días de rélax.
La historia, cultura y gastronomía, sumadas al gran atractivo que significan las tradicionales ermitas en Tilcara, representan un combo muy especial para que los turistas aprovechen al máximo su estadía.
Las ermitas son una expresión artística, cultural y milenaria que se transmiten de generación en generación, de padres a hijos, que habitan ese lugar de Jujuy. Este año más de 14 familias exponen sus trabajos en distintos puntos de la localidad, con el objetivo de evitar la aglomeración de personas.
Antes de la Semana Santa, las familias comienzan a diagramar las acciones a seguir para confeccionar estos lienzos, que no son más que una expresión de su fe.
Miguel Quispe, en diálogo con El Tribuno de Jujuy, expresó que esta tradición se vive de una manera muy especial en su familia, más si se tiene en cuenta que el año pasado no se realizó por la pandemia.
"Yo tengo 60 años y heredé esta tradición de mi madre, que a su vez ella la adquirió de mi abuela doña Lucrecia Tejerina de Ocampo, una de las pioneras en realizar las ermitas en nuestro pueblo", expresó Quispe.
Las ermitas movilizan a todas las familias que las realizan año tras año. Primos, tíos, abuelos, nietos, hermanos y amigos aportan su granito de arena desde el bosquejo del proyecto hasta su ejecución.
"Los motivos de las ermitas todos los años son diferentes. Este año mi familia eligió representar la imagen de la capilla del Abra de Punta Corral y la Virgen, además de dos pastores mirando a la iglesia vacía, ya que los peregrinos por segundo año consecutivo no podemos visitar a la Mamita del Cerro. Esta ermita fue confeccionada con flores statice o siempreviva, granos, porotos, garbanzos y todo tipo de semillas que vamos combinando y agregando al dibujo, como así también tierra de colores que la vamos a buscar al paraje Esquina Blanca. Es un trabajo que reúne flores, semillas y tierras de colores", señaló.