Aunque hayan pasado algunos días del 2 de abril, dos excombatientes de la guerra de Malvinas se encontraron entre los recuerdos en la conmemoración que se realizó el pasado viernes en Juella. En casa de quien también es un luchador y veterano de guerra, Nicolás Toconás, estuvieron Orlando Nieva de Jujuy y Néstor La Veglia de San Luis, viviendo un acto diferente marcado por los protocolos de bioseguridad por la pandemia, pero igual de emotivo y profundo.
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Aunque hayan pasado algunos días del 2 de abril, dos excombatientes de la guerra de Malvinas se encontraron entre los recuerdos en la conmemoración que se realizó el pasado viernes en Juella. En casa de quien también es un luchador y veterano de guerra, Nicolás Toconás, estuvieron Orlando Nieva de Jujuy y Néstor La Veglia de San Luis, viviendo un acto diferente marcado por los protocolos de bioseguridad por la pandemia, pero igual de emotivo y profundo.
En la ocasión Orlando Nieva, excombatiente jujeño, contó: “El 2 de abril me encontraba de vacaciones, era sargento ayudante, me entero por la radio lo que estaba pasando y me comunico con el Regimiento 20 solicitando la autorización para viajar a Malvinas, al día siguiente viajé en dos aviones y a las 6 de la tarde estaba en Comodoro Rivadavia con un fusil y un casco listo para cruzar a las Islas, crucé formando parte de la compañía C del Regimiento 8 de Infantería y fuimos destinados a las Islas Gran Malvinas cruzando en helicóptero. Nos atacaban de noche, estábamos en las trincheras y después la comida empezó a escasear, si hacíamos fuego el enemigo nos bombardeaba, entonces teníamos que comer la carne cruda”. El 15 de junio cayó prisionero.
En Jujuy ya lo habían dado por muerto y hasta le habían dado el pésame a su hermano pero afortunadamente su esposa fue notificada de que se encontraba con vida. Por su parte, Néstor La Veglia, excombatiente de Buenos Aires, que actualmente reside en San Luis, llegó a Jujuy para pasar esta fecha especial en Juella. “Nicolás Toconás me invitó a pasar este día, aunque él no está, el 2 de abril siempre te sorprende por lo que se vive y se revive, por el reencuentro con compañeros. A mí me parece que fuera ayer, revivo mi pasado hoy y en el día a día también, recordamos a todos los caídos que están en el cementerio de Darwin y a los que están simbólicamente aquí en el santuario”.
“Le traje un obsequio a Nicolás para su museo, es un cuadro que muestra un acontecimiento no muy conocido, el 14 de junio me imparten la orden de rendición y de entregar el armamento a los británicos, una orden a la cual yo desobedecí, dije que no iba a entregar mi armamento a los ingleses para que se convierta en un trofeo de guerra, entonces mi objetivo fue pasar mi armamento y vine como prisionero en un buque británico, terminé con éxito mi misión y eso es lo que representa el cuadro y si la patria me llama lo volvería a hacer”.