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Los padres son claves en la gestión de emociones

Martes, 25 de mayo de 2021 01:01

Por PROF. HEATHER SCHNEIDER

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Por PROF. HEATHER SCHNEIDER

Como padres, somos maestros. Por eso, tenemos que dar atención plena en la crianza de los hijos. Pero todos los padres sabemos eso.

El significado original de la palabra disciplina proviene de la palabra latín "disciplinam" que significa "enseñanza y aprendizaje". Entonces, ¿cómo podemos ser mejores padres? Yo quiero preguntarle ¿qué pasaría en tu casa si un niño rompiera un vaso en el suelo? ¿Cuál es la primera reacción tuya? Para muchos de los padres, la reacción es gritarle al niño o decir algo sobre sus fallas. Necesitamos ayudarles a nuestros hijos para entender las emociones y responder en vez de reaccionar.

Las emociones son la parte más difícil de la crianza de los hijos. Toda la gente tiene emociones, pero solo algunas saben cómo manejarlas bien. No hay emociones en sí mismas que sean malas. Como padres, necesitamos aceptar la emoción y, al mismo tiempo, enseñarles cómo manejar esas emociones. Tengo un hijo con autismo y para él las emociones son lo más difícil de entender. Reconocer las emociones de los niños les ayuda a comprenderlas y conduce a una mejor empatía y comportamiento prosocial, especialmente en los niños masculinos, en los varones.

La autora L.R. Knost escribió: "Cuando un pequeño está sobrepasado por grandes emociones, es nuestro trabajo compartirle de nuestra calma. No unirnos a su caos". Ella también ha escrito "enfadarse, gritar o pegar a un niño enfadado, gritado o pegado es como tirar barro a un niño embarrado y esperar que así se limpie". Tenemos que cambiar nuestras actitudes hacia las emociones. No es necesario que aceptemos su comportamiento, sino que aceptamos quiénes son y cómo se sienten. Los abrazos, especialmente de una madre, pueden difundir la emoción y son amortiguadores contra el estrés.

Es nuestro objetivo como padres el poder resolver problemas a largo plazo. Las estrategias más comunes utilizadas en la crianza positiva son la negociación y comprometerse dentro de los límites, el razonamiento, dar opciones y tomar un descanso. Cuando los niños se sientan empoderados, estarán motivados internamente para cambiar su comportamiento en lugar de que usted controle externamente su comportamiento a través de amenazas y miedo (lo cual no funciona).

Aquí les comparto 5 frases que podemos decir a nuestros hijos:

Está bien, entiendo que estés molesto, es bueno dejarlo salir. Está bien que sientas esto, pero cuidado con tus acciones (por ejemplo: Está bien estar enojado, pero no está bien golpear). Te escucho; estoy aquí para ti; yo me quedaré contigo; estaré aquí cuando me necesites.

Tomemos un respiro; tomemos un descanso; hagamos una pausa por un minuto.

Eres bueno y amable; estas emociones van a cambiar, pero no te cambiarán quién eres.

¿Cómo podemos aprender de esto? ¿Cuál es la lección en esto?

Podemos también ofrecerles otras opciones. Por ejemplo, podríamos decir: "Estás realmente frustrado. ¿Te gustaría pisotear como un dinosaurio o rugir como un león?". También cuando hacemos una acción, es bueno para explicarla a los niños. Por ejemplo, "disculpe, estoy triste entonces necesito cinco minutos solo para recoger mis pensamientos". O "estoy escribiendo una carta que no voy a mandar para expresar mis sentimientos". Tenemos que ayudarles a saber y entender qué son las emociones que están sintiendo. Ashley Söderlund dice que los padres pueden convertirse en un conducto para un mejor funcionamiento ejecutivo de su hijo, fortaleciendo esas conexiones tenues en su cerebro inmaduro.

Como padres buenos, no queremos reaccionar a las emociones. Queremos responder en una manera positiva para que nuestros hijos pueden responder bien también. El amor de los padres es incondicional. Por último, generar espacios familiares donde gestionamos las emociones del día, hablando con el Creador y entregándolo todo a él es muy saludable. Fortalecer el área espiritual de fe en nuestros hogares es un fundamento sólido para la vida familiar en armonía y unidad.

La Fundación Luz de Vida trabaja fuertemente en "educar, prevenir y restaurar" a través de escuela para padres, talleres, consejería y contención familiar. Contáctenos, Alvear 731, 1° piso, oficina N°2. Comuníquese al 388-4544620, o ingrese a nuestra página de Facebook: Fundación Luz de Vida. ¡Estamos para ayudarlos!

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