La campaña por Santino Ávalos Banchio de seis años busca la colaboración para que pueda acceder a una operación en Córdoba que le permita no perder la audición. El pequeño nació con una malformación en el oído llamada microtia grado 3, mientras en el otro oído fue perdiendo la audición.
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La campaña por Santino Ávalos Banchio de seis años busca la colaboración para que pueda acceder a una operación en Córdoba que le permita no perder la audición. El pequeño nació con una malformación en el oído llamada microtia grado 3, mientras en el otro oído fue perdiendo la audición.
"Hacemos la campaña porque necesito operar a mi hijo que nació con microtia grado 3, no pudo desarrollar uno de los oìdos, del otro escuchaba perfecto pero con los años va disminuyendo. Ahora los especialistas nos dijeron que hay que operarlo lo antes posible para que él no quede sordo, porque estiman que a cuatro años puede quedar completamente" sin audición, afirmó la madre Carla Banchio.
Santino nació con esa malformación y tuvieron que hacerle estudios cada seis meses. Debido a que en Jujuy no conseguían respuestas, sus padres lo llevaron a un especialista de Córdoba que se dedica exclusivamente a eso, quien determinó la necesidad de la cirugía para que no pierda la audición.
"La operación no sabemos cuánto nos va a costar", explicó la madre y contó que están asesorados por un abogado para gestionar que la obra social reconozca la intervención quirúrgica. Sin embargo, eso requerirá un aparato auditivo, que tampoco se reconoce, y que iría colocado en el cráneo, llamado Baha, que tiene un altísimo costo de alrededor de 2,5 a 3 millones de pesos.
Por eso iniciaron la campaña para pedir colaboración para recaudar fondos que le permitan al niño no quedarse sordo en unos años. El número de la cuenta bancaria a la que se puede aportar es 2850200940095184517668.
El pequeño Santino cursa primaria becado en el Colegio "José Hernández" porque requiere natación y porque cuenta con fonoaudióloga. Por la disminución auditiva tiene problemas para aprender, prestar atención, le cuesta relacionarse e incide en su comportamiento.
Desde que nació tuvo que someterse a diversos estudios cada seis meses, que le cuestan ahora 8 mil pesos. "Debido a que mi hijo tiene una discapacidad grave las obras sociales no me quieren reconocer nada y nos piden un plus", explicó. Tampoco tuvieron eco en el Ministerio de Salud, a donde también recurrieron