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26 de Abril,  Jujuy, Argentina
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En nuestra Quebrada nos falta Ricardo

Lunes, 07 de junio de 2021 01:02

Hoy es un día en que las ausencias se hacen presentes con los más bonitos recuerdos, hoy miramos al cielo y en las nubes parece flotar el humo de su pipa tapado con el sombrero. Sus sabios consejos van y vienen con el viento, ese viento que recorre cerros y caminos quebradeños, tal como lo hiciera nuestro querido amigo y compañero, Ricardo Dubín, que hoy ya no está con nosotros.

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Hoy es un día en que las ausencias se hacen presentes con los más bonitos recuerdos, hoy miramos al cielo y en las nubes parece flotar el humo de su pipa tapado con el sombrero. Sus sabios consejos van y vienen con el viento, ese viento que recorre cerros y caminos quebradeños, tal como lo hiciera nuestro querido amigo y compañero, Ricardo Dubín, que hoy ya no está con nosotros.

Por eso en este día no estamos completos, en la familia de los corresponsales de El Tribuno de Jujuy nos falta él, el periodista y escritor que llegó desde Buenos Aires para sentarse a escuchar las historias de la gente, para observar las miradas más profundas, los gestos, las manos que hablan, los detalles, los objetos, todo aquello que él sabía interpretar y plasmar en sus textos.

Leerlos era toda una satisfacción, te adentrabas en la aventura y disfrutabas del final, porque casi nunca te podías ir sin leer la nota completa, sus narraciones te atrapaban desde un primer momento, incluso si se trataba de un acto con ceremonias y grandes protocolos hasta las anécdotas más graciosas de sus laberintos humanos, todo lo escribía diferente, con palabras que siempre le brotaban sin tener que pensarlas demasiado.

En cada oportunidad que teníamos, desde que lo conocí en aquel 2014 en la vieja redacción de El Tribuno y donde nos encontramos con todos los corresponsales de la provincia, lo recuerdo siempre preguntándole por sus notas y mostrándole siempre mi admiración por todas ellas, no era la única y sabía que todos mis compañeros lo admiraban de la misma forma que yo, por sus narraciones, por su calidez de persona, por sus bromas, por sus consejos y por su gran compañerismo.

Un día llegó la pandemia, la que todavía nos duele y nos cuesta aceptar. Ya no nos encontrábamos en algunas coberturas o por las calles de Purmamarca, donde Ricardo se desempeñaba como docente de los Talleres Libres de Artes y Artesanías, pero después de la cuarentena nos volvimos a encontrar.

Como siempre aproveché para hablarle de algunas de sus notas, esta vez le recordé la de las deliciosas empanadas de Maimará, aquella nota que escribió cuando después del encierro las actividades en la Quebrada y en la provincia volvían a retornar. Muchas notas por escribir, muchos temas que abordar, la salud, los casos positivos, la situación económica, muchas cosas por hablar, pero él entre todas esas eligió una historia que contar, la historia de una vecina que entre los sabores de las empanadas maimareñas se encontraban las esperanzas, las ilusiones de seguir adelante.

Ése era Ricardo, un periodista y escritor de corazón, el que se sentaba a escuchar las historias de la gente, el que te inundaba con el humo de su pipa pero con una sonrisa y una voz potente. Hoy no estamos completos, la quebrada te añora, los artistas, la cultura y tu gente. La pandemia te llevó un 11 de marzo, pero hoy en el Día del Periodista y siempre estarás con nosotros presente.