La pasión no tiene límites y el amor a la camiseta trasciende las fronteras. Esta es la historia de Julio "Lito" Martínez, un jujeño en París, cocinero de un restaurante y fiel hincha de Talleres de Perico.
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La pasión no tiene límites y el amor a la camiseta trasciende las fronteras. Esta es la historia de Julio "Lito" Martínez, un jujeño en París, cocinero de un restaurante y fiel hincha de Talleres de Perico.
La distancia y la diferencia horaria no son obstáculos para él cuando de seguir al "expreso" se trata. Con la camiseta a cuestas a donde sea que vaya, los partidos de su equipo se escuchan en Francia.
"Me manejo bastante bien con el hecho de estar lejos por lo que estoy siempre en contacto con mi familia, pero lo que extraño un montón es a mi club Talleres de Perico. Soy refanático de Talleres!", exclamó.
"Extraño esos días de ir a la cancha, de estar con los chicos del barrio haciendo la previa. Pero cuando estoy en mi cocina pongo la radio y sigo los partidos, y como ahora está jugando la Liga se me complican los horarios porque aquí hay cinco horas más, pero no importa, siempre estoy siguiéndolo. Y cuando lo transmiten por Facebook siempre está al lado mío el celular", contó.
Tal es su pasión por el "expreso" periqueño que lleva con orgullo tatuado el escudo en su piel. Además, la camiseta de Talleres siempre está con él, en cada partido que palpita frente a la pantalla y en cada viaje o paseo que hace, momentos que quedan inmortalizados en su memoria y en fotos.
Después de idas y venidas por una pasantía, hace más de tres años que "Lito" se estableció finalmente en París donde consolidó su carrera como chef o cocinero, término que prefiere utilizar.
Tiene a su cargo la cocina del restaurante Le Café Neon donde agregó a la carta las empanadas de carne.
"Al principio tenía desconfianza porque aquí no las conocen, pero ahora es uno de los platos que más sale. Por día debo pasar más de 100 empanadas y ha habido noches que llegamos a las 200", contó, para agregar que esta es una de las producciones que más tiempo le toma, ya que él es el único del equipo que sabe hacer el tradicional repulgue.
Entrega y dedicación
Temprano por las mañanas va al mercado para conseguir los mejores productos y a inspirarse para hacer el menú, y pasa la mayor parte del día y de sus días en el restaurante.
Es que estar al frente de una cocina es un trabajo extremadamente demandante y sacrificado.
"Mucho tiempo para estar con los amigos no tengo, porque paso mucho tiempo en el restaurante y trabajo seis de los siete días de la semana, pero creo que este es el momento en el que tengo que trabajar y seguir ganando experiencia para el día de mañana poder abrir mi propio restaurante. Ese es mi objetivo de acá a unos cuatro años", un sueño que sin lugar a dudas concretará dada su disciplina y entera dedicación.
Con respecto a la distancia que lo separa de su familia comentó que es un tema que lo maneja "tranquilo", por estar siempre en contacto con ellos. "Pero obviamente hay días en los que los extraño más, pero alivia saber que siempre van a estar ahí". Pero de ser mayor en algún momento la añoranza, "es simple, o ellos vienen o yo vuelvo", sentenció el periqueño.