Con gran devoción, se vivió en todo el departamento San Pedro la fiesta de la Asunción de María, que por lares, cobró especial matiz ya que congregó a devotos de la Virgen en sus distintas advocaciones, que engalanaron el atrio del templo matriz, que con especial colorido, se vistió de fiesta para la celebración. Es importante destacar que si bien para la Iglesia esta solemnidad conmemora la feliz partida de María y su asunción al cielo, se conjuga con la religiosidad popular, con tradiciones y ritos ancestrales que fueron traídos por familias que llegaron desde la Quebrada, Puna, y desde distintos puntos del vecino país de Bolivia, con todo su bagaje cultural, muchos de los cuales se afincaron definitivamente en la zona para trabajar en la zafra.
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Con gran devoción, se vivió en todo el departamento San Pedro la fiesta de la Asunción de María, que por lares, cobró especial matiz ya que congregó a devotos de la Virgen en sus distintas advocaciones, que engalanaron el atrio del templo matriz, que con especial colorido, se vistió de fiesta para la celebración. Es importante destacar que si bien para la Iglesia esta solemnidad conmemora la feliz partida de María y su asunción al cielo, se conjuga con la religiosidad popular, con tradiciones y ritos ancestrales que fueron traídos por familias que llegaron desde la Quebrada, Puna, y desde distintos puntos del vecino país de Bolivia, con todo su bagaje cultural, muchos de los cuales se afincaron definitivamente en la zona para trabajar en la zafra.
Este año, cumpliendo con el protocolo sanitario, se vivió a pleno la festividad, con la presencia de más de un centenar de imágenes que fueron llevadas por comunidades y familias, también llegaron los cargamentos, vehículos adornados con aguayo, dinero, juguetes y otros elementos como signo de agradecimiento a los favores recibidos por intersección de la Virgen.
La misa fue oficiada por el párroco Daniel Alberto Baca, y en su homilía, habló del significado de esta festividad. "Es una manifestación muy grande de amor de devoción de fe a Dios y a nuestra madre la Virgen María en sus especiales advocaciones, entre ellas, de Nuestra Señora de Urkupiña, de Copacabana, de Chaguaya y hoy de manera especial, tenemos la presencia de nuestra madre Virgen de Río Blanco que ha finalizado su misión en nuestra comunidad y la despedimos en el marco de esta festividad", dijo el padre.
En otro tramo, subrayó los distintos signos que se observaron durante la fiesta: "Son formas de oración, porque el pueblo ora con la cultura, con la música, con la danza, con los colores, es una expresión de la religiosidad popular. Saludo y agradezco a todos los devotos".