A dos meses de la partida de María Inés Codecido al reino de los cielos, quien fuera la principal propulsora de un espacio único dentro del sistema penitenciario provincial, las actividades en la Comunidad Terapéutica de Adicciones, que jamás se detuvo, reiniciaron el ritmo de siempre, superado el dolor y el inmenso vacío dejado por una profesional que dedicó su vida a este centro de recuperación de internos atrapados por la droga.
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A dos meses de la partida de María Inés Codecido al reino de los cielos, quien fuera la principal propulsora de un espacio único dentro del sistema penitenciario provincial, las actividades en la Comunidad Terapéutica de Adicciones, que jamás se detuvo, reiniciaron el ritmo de siempre, superado el dolor y el inmenso vacío dejado por una profesional que dedicó su vida a este centro de recuperación de internos atrapados por la droga.
Hoy el espacio está dirigido por la jefa del Departamento de Adicciones del Servicio Penitenciario de Jujuy, Carina Vanesa Solano, que sucedió a quien fuera su jefa, mentora, inspiradora e incentivadora para conformar un equipo integrado además por celadores que se constituyeron en operadores terapéuticos y los fieles compañeros y guías de los pacientes que ingresaron al lugar abandonando su condición de internos en la necesidad de cumplir con un difícil tratamiento de recuperación.
El objetivo primordial de la comunidad es organizar y profundizar la rehabilitación y capacitación de los internos, para que al reinsertarse en la sociedad cuenten con las herramientas necesarias para afrontar una nueva vida.
En ese espacio se tejen sueños, se desarrollan capacidades, se trabaja con dedicación y se lucha contra la adicción. Hoy es Carina Vanesa Solano la encargada de abrir las puertas de este espacio a El Tribuno con una sonrisa pero con tristeza y lágrimas en sus ojos, porque la misión sigue y el mañana obliga a este equipo, hijos de aquella incansable psicóloga que dejó su impronta impresa en el corazón, espíritu y en la mente de quienes hoy son sus sucesores.
La visita de El Tribuno de Jujuy estuvo acompañada del jefe del Servicio Penitenciario de Jujuy, inspector general Ariel Hernán Cari, quien hace tres años era el director de la Comunidad Terapéutica y con quien María Inés Codesido pudo trabajar contando siempre con su inestimable apoyo. Solano hoy cuenta con el inestimable respaldo del subayudante Matías Escobar como jefe de los operadores, varios profesionales y de 21 pacientes.
Hace dos meses atrás seis nuevos pacientes ingresaron a la comunidad y en un par de horas uno de los "viejos" pacientes abandonará la comunidad para iniciar una nueva vida fuera de los límites de la penitenciaría.
Sueña con ser boxeador
Sergio tiene 25 años, está privado de la libertad por haber robado cuatro celulares y le faltan dos años más para cumplir con la condena, pero tiene la necesidad de abandonar la droga y salir siendo un hombre libre física y espiritualmente.
Tímidamente inició el diálogo con El Tribuno de Jujuy y manifestó su inmensa necesidad de “poder disfrutar de sus padres” y además recuperar a mi hermano que “anda en la droga y en la mala”. Afirmó que sigue en la “mala senda”.
“Quiero sacar del pozo a mi hermano” afirmó Sergio a la vez que recuerda que ellos son cuatro hermanos, los otro dos uno es gendarme y la otra es maestra jardinera, “no está bien que seamos las ovejas negras de la familia” y agradeció estar dentro de la comunidad porque en estos dos meses tuvo buenos como malos momentos, especialmente por la abstinencia a la que es sometido dentro del tratamiento.
Sergio quiere ser boxeador y no le cabe la menor duda de que gracias a la “comunidad aprenderé disciplina y seguramente eso me ayudará a tener la capacidad de entrenar metódicamente”, expresó convencido de que su mejor decisión fue haber sido rescatado de la Unidad Penal Nº 1 para de esa manera poder curarse de sus adicciones.
La tristeza y el desconsuelo
El pasado 5 de junio la licenciada María Inés Codesido después de padecer una dolencia partió al reino de los cielos.
Codesido vive y perdura en el corazón y en los recuerdos de quienes fueron sus “muchachos”, a quien les dedicó con todo su tiempo y sus conocimientos en la lucha contra las adicciones.
Próximamente esta comunidad terapéutica llevará su nombre en un claro y merecido reconocimiento de sus pacientes.
Cari: “Aquí están los bendecidos”
El jefe del Servicio Penitenciario, inspector general Ariel Hernán Cari, al dirigirse a los pacientes, además de alentarlos a continuar con la rehabilitación, les contó su experiencia al frente de la comunidad cuando era el director de la misma.
Cari remarcó que “es necesario aprovechen el apoyo que reciben en esta Comunidad”, porque son ellos “los bendecidos” quienes tienen hoy la posibilidad de cambiar, de modificar su estilo de vida, que atrás queden las experiencias negativas y que sepan aprovechar estar en la “isla” donde encuentran contención y las herramientas necesarias para encarar una nueva etapa, ya que es un espacio de tránsito para poder iniciar el viaje por un nuevo camino.
El jefe penitenciario se muestra entusiasmado cuando conoce las solicitudes de internos que al conocer lo que sucede en la comunidad donde los pacientes reciben contención, rodeados de una profunda amistad, cariños y cuidados, se anotan para la etapa de rehabilitación.
Los internos aprovecharon la presencia del funcionario para solicitarle ayuda para el desarrollo de la huerta que llevan adelante y que está coordinada por el operador Martín Alvarado y el apoyo del Inta, quienes brindan la provisión de semillas de hortalizas y el asesoramiento técnico.