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Relatos de la Marcha Evocativa en conmemoración al Éxodo Jujeño

Algunos testimonios de participantes de este acto heróuco que se realizaba en vísperas del 23 de Agosto.

Lunes, 23 de agosto de 2021 01:00

Año tras año, mientras se realizó la Marcha Evocativa, hubo un gran número de gauchos y vecinos de Río Blanco que participaban de los preparativos y del homenaje en vísperas del 23 de agosto.

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Año tras año, mientras se realizó la Marcha Evocativa, hubo un gran número de gauchos y vecinos de Río Blanco que participaban de los preparativos y del homenaje en vísperas del 23 de agosto.

Hablamos con don Osvaldo Candeloro, y con la familia de Mario Paoloni, ambos vecinos de Río Blanco e integrantes de la agrupación gaucha El Arenal.

Al hablar con la familia y amigos de Mario Paoloni, tío "Marote" para quienes lo conocieron, su testimonio fue sensible porque en abril de este año partía de este mundo, a sus 84 años.

Odontologo de profesión nunca olvidó sus raíces y amaba la historia que nos precede como jujeños.

Lo recuerdan por ser uno de los más entusiastas y divertidos de la Agrupación Gaucha El Arenal, gustaba de participar en las Marchas Evocativas, siempre colaborando y brindando una cuota de humor y emoción durante el pasaje de la caravana o en reuniones posteriores.

Junto a él muchos niños que luego se hicieron hombres acompañaron al tío "Marote en su jardinera, se disfrazaba de cura, doctor, mazamorrera, o cocinero.

Solía ir detrás o a la par de la jardinera de Osvaldo Candeloro, pero al paso del tiempo y su edad la condujo llevando a los niños.

Entre las anécdotas que recuerdan de don Mario (que fueron muchas) fue en una ocasión estando en la punta del parque esperando al resto de la delegación que participaría de la Marcha, se le acercó una mujer con su niña a pedirle la bendición, él con todo respeto se la concedió, sin decirle que no era sacerdote.

En otra ocasión, en tiempos en que la caravana pasaba por la plaza Belgrano, Mario Paoloni estaba junto a Javier Cazón y se les escapó los bueyes, espantando a los que estaban apostados alli, por lo que debieron movilizarse entre varios gauchos para atrapar a los animales. que asustaron.

En cuanto a lo que opinaba sobre la Marcha, su hija Elvy Paoloni nos relata que para su papá "esto era muy especial. Él buscaba la forma de caracterizarse lo más alegre y llamativa posible. Le encantaba compartir, reirse y disfrutar con sus seres queridos. Cuando iba caminando le gustaba hacer su bailecito característico, decir algunas acotaciones chistosas y regalar caramelos a los chicos.

El recorrido por el Centro, la 19 de Abril y la Gorriti era todo diversión para él y para los que acompañábamos su paso por el recorrido tradicional, por esa complicidad y el entusiasmo compartido con los espectadores, algo que lamentablemente se perdió luego con el nuevo recorrido.

También realizaba su aporte cuando estaba en la jardinera junto a su gran amigo "Pajita", sus frases y sus gritos característicos eran únicos y muy esperados. Sentía el cariño que todos los que lo conocían le tenían y que él también retribuía.

Eran momentos maravillosos que quedarán para siempre en la memoria y el corazón de los que lo conocían".

Don Osvaldo Candeloro

Al hablar con don Osvaldo, nos contó que participaba desde los años '70 de este homenaje con un gran sentimiento de orgullo y pertenencia, valores que posee, gracias a que su familia impulsó en él el sentimiento gaucho y patrio.

"Mi familia se enteró de la Marcha y decidió participar, yo tenía 10 años cuando fui por primera vez, salía disfrazado caminando, acompañando y cuidando a los bueyes. Otros que también se unieron fueron Javier Cazón, Pedro Castillo, Hugo Courtade, todos vecinos de Río Blanco.

Cuando tenía 17 años saqué por primera vez la jardinera a la marcha, porque en ese entonces ya no habían bueyes que tiren las carretas entonces se empezó a usar a los caballos. Aún ahora la llevo acompañado por mi familia, ellos ayudan a preparar las cosas, mi hijo Francisco, mi hija Brenda, mi mujer Liliana y ahora mis nietas, además los amigos como el tío "Marote" Paoloni, con su buen humor a veces salía disfrazado de cura, médico o cocinero; también la familia Fortuni, fue Horacio quien en un comienzo me supo ayudar con los preparativos de la jardinera o con el caballo y también participan de la Marcha Evocativa todos los integrantes de la agrupación gaucha de El Arenal, grandes y niños.

Y para esta marcha ya tenía de antemano todo, como ser los cueros, palos, tablas y el caballo, etc. en dos días la armamos la jardinera, porque nos toma un poco de tiempo. El primer día remojamos los cueros y al otro día ya terminamos de armar, después llevamos la jardinera enganchada en la camioneta; allá me esperó mi hijo con el caballo, lo enganchamos con todas las riendas y la ornamentamos con faroles de la época, canastos con ropa, verduras etc.

Siempre ha sido lindo participar, sobre todo por las anécdotas que uno vive, por ejemplo cuando la marcha se hacía por el río siempre nos mojábamos, algunos se caían al agua, y llegábamos mojados y fríos a la casa y la mamá nos retaba. Era lindo cuando se hacía la marcha por el río, deberían volver a hacerlo por ahí, aunque lo veo difícil. Otras situaciones graciosas era cuando explotaban las bombas, más de un buey o caballo se asustaba y tiraba a algún paisano.

Aunque también pasamos dificultades, como esa vez que la yegua iba a tirar la jardinera se lastimó y sobre la hora tuvimos que cambiarla y salir rápido a buscar un caballo suplente. O en el 2012, como me estaba recuperando de una operación, directamente no se sacó la jardinera para la marcha, recién al año siguiente fue la vuelta".

Con relación a las últimas ediciones de la marcha que se realizó en la banda del río Xibi Xibi consideraba que no tuvieron en cuenta los animales que llevan carretas y jardineras. "Les hubiese sido más fácil el tire si hubiera sido de norte a sur; la marcha debería ser siempre cuesta abajo. Me gustaba que fuera por el centro, esto es una vez al año que se cortan alguna calles, solo una vez al año, y la mayoría de los jujeños esperan por las calles céntricas que pasemos, además siempre hay alguno que trabaja en los locales del centro que tiene la oportunidad de vernos".

A pesar de estos cambios, Candeloro expresa que era una gran emoción participar de la Marcha Evocativa y representar la lucha del gaucho jujeño, "era un orgullo que los jóvenes nos vieran honrar a sus antepasados, que vieran cómo el sueño de un pueblo fue llevado a sus cenizas y resurgió con el esfuerzo de todos para que así ellos también entiendan un poco de lo que se vivió en ese momento".