Bajo el lema "Entre antiguas apachetas y nuevas normalidades", quedó inaugurada esta mañana en el predio del rectorado de la Universidad Nacional de Jujuy, la 17° de la Feria del Libro Jujuy. Se trata de uno de los eventos culturales más grandes de la provincia, y el primero en el país en en desarrollarse en el país en este contexto de pandemia.
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Bajo el lema "Entre antiguas apachetas y nuevas normalidades", quedó inaugurada esta mañana en el predio del rectorado de la Universidad Nacional de Jujuy, la 17° de la Feria del Libro Jujuy. Se trata de uno de los eventos culturales más grandes de la provincia, y el primero en el país en en desarrollarse en el país en este contexto de pandemia.
Durante siete días se podrá disfrutar de más 160 actividades, en su mayoría presenciales, y otras bajo la modalidad virtual.
El acto protocolar fue amenizado por el singular sonidos los erkes del grupo “Cajas y vientos jujeños” antes de las palabras de bienvenida de María Eugenia Jaldín, Rodolfo Pacheco e Inés Pemberton, integrantes de la comisión organizadora.
La inauguración coincidió con un nuevo aniversario de la gesta heroica del "Éxodo Jujeño" y en el mes de la Pachamama, un evento que se concretará hasta el 28 de agosto en nuestra ciudad, y el que 29 se trasladará a Tilcara para el cierre.“La creación y gestión de este evento nace de unas ganas incontrolables de compartir aquello que es hermoso, y de un arduo trabajo de gestión cultural llevado a cabo por un equipo modesto de personas, que año a año duplican los esfuerzos, así como también los frutos del mismo”, expresó María Eugenia Jaldín.
La Feria este año reflexiona sobre las antiguas apachetas abiertas en este mes de agosto, de respeto hacia nuestra Madre Tierra. En el marco de una crisis ambiental a nivel global, la Feria es una invitación a repensarnos en nuestra relación con las costumbres, pero también una invitación al diálogo, activo y consciente, para descubrir en qué momento se interrumpió el vínculo del ser humano con la naturaleza, y cómo recuperarlo.
Las denominadas “nuevas normalidades”, exigieron también nuevos diseños y arquitecturas, así el castillo que este año contiene los sueños de la Feria encontró su forma en el predio de la UNJu, que cuidará el encuentro con paredes de aire y cerros, al calor del sol y con un aroma conocido: el de la música y los relatos sonando por los distintos rincones de la Feria.
“Les damos la bienvenida, esperando que en esta edición nos apadrinen el viento, el sol y la tierra, y que cada visitante encuentre al menos un motivo para pensarse y repensarnos. Esperamos poder cumplir con el deber autoimpuesto de la gestión cultural y que todo el amor que acompaña esta gestión pueda ser compartido en estas vísperas de reflexión y festejo”, dijo Jaldín.