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La copla cuando pasa por agosto reaviva su energía

Conversamos con la artista que defiende los derechos laborales de los copleros y recorre escenarios con su caja. Formó el grupo Grito Coplero integrado por más de veinte mujeres, y dice: "El coplero siempre ha sido discriminado".
Lunes, 30 de agosto de 2021 01:01

Seguramente el Mes de la Pachamama la encontró cantando coplas, esas que le llenan la vida y que hoy la ocupan de tiempo completo. Elsa Tapia es coplera y luchadora para que quienes ejercen este canto ancestral manteniendo viva las tradiciones, tengan su lugar y su valor, en los escenarios y otros ámbitos.

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Seguramente el Mes de la Pachamama la encontró cantando coplas, esas que le llenan la vida y que hoy la ocupan de tiempo completo. Elsa Tapia es coplera y luchadora para que quienes ejercen este canto ancestral manteniendo viva las tradiciones, tengan su lugar y su valor, en los escenarios y otros ámbitos.

Conversamos con ella sobre la copla, sobre sus talleres y sus presentaciones.

Y entonces nos cuenta que hay diferentes tonadas en nuestra provincia y dentro de una misma región, las hay de Pascua, de invierno, las de la Pachamama, las de Todos los Santos, se acallan un poco en tiempos de fiestas de fin de año, y vuelven a escucharse estridentes antes y durante el carnaval.

Elsa da talleres de coplas, para quienes deseen cantar y crear estos versos que nos identifican, en el Centro de Arte Joven Andino (Caja), ubicado en Alvear 534. Explica que el tiempo del taller depende de los objetivos que se planteen los alumnos, "yo doy el taller todo el año, y no alcanza, porque abordamos las formas de escribir, métrica, rima, que tiene que saber que son cuatro versos, ocho sílabas, que riman de a pares, etc.".

La pregunta es ahora si la coplera es poeta, cantante, compositora, improvisadora, o qué. "Tiene todo eso. Una coplera es cantante, es autora, compositora en el sentido no musical pero sí escribe, es poeta. Cuando hablas de la copla, vas pensando, mirando el paisaje, y todo se vuelve poesía, y la copla es poesía", expresa.

Y agrega que "la gente que cantó coplas siempre ha sido discriminada, con actitudes, con la forma de nombrarte, o a la hora de pagar un cachet, siempre se las convoca para rellenar espacios gratuitamente".

Ella sí recorre escenarios y tiene un grupo llamado Grito Coplero, integrado por más de 20 mujeres copleras, que como son personas grandes, durante el tiempo de pandemia se dispersaron, porque no podían encontrarse. Actualmente están saliendo a las presentaciones en números reducidos.

Elsa explica que no es lo mismo, la presentación de la copla en un escenario, como en una rueda, o un encuentro, "el clima es diferente, en un escenario tenés que tener todo en tu mente, porque no hay tiempo para improvisar, en cambio en una rueda, los versos fluyen".

Lo que buscan en los talleres

Hay gente que nació y se crio con la copla, y va a los talleres, pero son más los que nunca cantaron antes, según explica Elsa.

"La mayor cantidad de gente que viene a los talleres es gente que participó de los encuentros, estuvo en las ruedas escuchando las coplas, pero no las cantó, por diferentes motivos. Una es porque quieren aprender primero, porque no les sale, o porque no entienden del todo el sentido y quieren conocerlo", comenta. "Y a todos les digo que el secreto es sentirla. Hay coplas ya escritas, y cuando uno la canta la tiene que sentir, sino no sale. La que acompaña en esto es la caja, que también tiene diferentes golpes", continúa. "Todo eso se aprende en el taller", dice convencida de que cantar coplas es una terapia, porque por ejemplo "con esta pandemia, las coplas sirvieron para expresarse, pensar, sentarse a escribir, y de alguna manera descomprimieron el encierro".

La copla en agosto

En agosto, la copla toma un protagonismo especial, porque reaparece en algunas regiones, la caja que se acalló con el entierro del carnaval. "La copla recorre un camino todo el año, no está solamente para los carnavales. Cuando se entierra el carnaval, se entierra la alegría porque va a empezar la pascua. Se entrelaza la religión católica nuestra, y empieza a aparecer la copla de pascua. Entonces, la caja queda en reposo, durante todo el invierno, hasta la Pachamama", explica Elsa.

"En muchos lugares se canta sin caja, hasta agosto, como en la zona de los valles, El Carmen, La Almona, y tiene una tonada de invierno muy particular. Y en otras regiones como la Quebrada, se estira hasta el Día de Todos los Santos de noviembre, la aparición de la caja. Porque la caja es símbolo de más euforia, aunque en algunos lugares también optan por tocarla con sonidos más suaves y tranquilos", nos cuenta.

Recientemente Elsa y Grito Coplero se presentaron en el Teatro Estación Perico, en Tilcara y en Maimará (donde está viviendo actualmente). Este mes participó de la 5º edición del Ciclo "Senderos de la Pachamama", con sus coplas en el Caja, y del espectáculo "Varietitas" en la sala teatral "Jorge Accame", entre otras actuaciones.

"Estoy recorriendo los pueblos con la intención de que la copla siga vigente y de mostrarle a la gente que sí se puede seguir cantando, porque en los pueblos más alejados sólo han quedado gente mayor y los jóvenes que no se animan a cantar", cuenta.

Y cerró con una coplita esta charla: "Mi cajita tiene alma / mi guastana libertad / en el aro traigo coplas/ en la chirlera amistad".

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