Hoy como cada vez que voy a compartir una columna con vos, me pongo a pensar sobre que quiero hablarte, sobre que quiero compartir y comunicarte y entonces pensé en la palabra oportunidad, cuyo significado es: momento oportuno para realizar algo. Y eso creo que es cada uno de nuestros días de la vida, una oportunidad. Y que lo es para muchas cosas desde las más pequeñas hasta las más grandes, desde las más lindas hasta las otras no tan lindas.
inicia sesión o regístrate.
Hoy como cada vez que voy a compartir una columna con vos, me pongo a pensar sobre que quiero hablarte, sobre que quiero compartir y comunicarte y entonces pensé en la palabra oportunidad, cuyo significado es: momento oportuno para realizar algo. Y eso creo que es cada uno de nuestros días de la vida, una oportunidad. Y que lo es para muchas cosas desde las más pequeñas hasta las más grandes, desde las más lindas hasta las otras no tan lindas.
Es el milagro que nos regala nuestro Ser Superior, la oportunidad de construir nuestros días conforme a nuestro libre albedrío, con la gran posibilidad de elegir cómo y con qué lo construimos. Hay miles de formas y materiales para esa construcción y todos están a nuestra disposición.
A veces solemos dejar que el día transcurra como sea, sin intervenir de ninguna manera y eso posibilita que seamos como hojas que el viento lleva según sople.
Tenemos la gran posibilidad de intervenir de muchas maneras para vivir cada día mejor y más felices. Obviamente es fundamental saber cómo queremos y que necesitamos para que así sea.
Creo, que es muy importante el autoconocimiento, saber a ciencia cierta, que queremos lograr para sentirnos satisfechos. Buscar qué circunstancias, cosas, personas, están a nuestro alcance para que sea posible la vida que soñamos, y los días transcurran creados por nosotros y nuestros deseos. En este mundo impaciente queremos soluciones rápidas, que nos den las claves o lo que debemos de hacer para conseguir una mayor felicidad. Y tenemos a mano algunas de estas claves: hábitos saludables, una mejor actitud ante la vida, disminuir el estrés, gestionar las emociones, etc.
Sabemos que todo esto realmente influye en nuestra felicidad, pero lo que realmente influye ante todo es el compromiso que tengamos con nosotros mismos. Realicemos el ejercicio básico que es mirar hacia dentro, para reflejarlo hacia fuera. No perdamos nuestro tiempo en buscar recetas mágicas para ser feliz, lo dediquemos a nosotros, atendiendo nuestras necesidades y motivaciones para explorar la felicidad que nos ayudará a disfrutar de nuestro día a día. Sabemos que podemos hacerlo, aprendiendo a ser más felices controlando nuestra actitud, tranquilizando la mente, teniendo más confianza en nosotros mismos, usando las fortalezas, haciendo más fuerte nuestra autoestima, llevando a cabo cosas de las que disfrutemos y estableciendo buenas relaciones.