La Justicia jujeña agravó la imputación a la empresaria Natalia Fernanda Cammuso y pasó de estar acusada de "homicidio culposo" a "homicidio con dolo eventual", calificación legal que tiene pena prevista y penada de ejecución efectiva.
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La Justicia jujeña agravó la imputación a la empresaria Natalia Fernanda Cammuso y pasó de estar acusada de "homicidio culposo" a "homicidio con dolo eventual", calificación legal que tiene pena prevista y penada de ejecución efectiva.
La titular del callcenter Telesistemas del multimedio Nortelevisa, de propiedad de su padre Eduardo Cammuso tuvo que presentarse nuevamente ante la justicia el lunes pasado, donde fue notificada sobre la nueva calificación legal que pesa sobre ella.
Cammuso es investigada por la muerte de la empleada Elisabeth del Valle Pérez, quien murió luego de contraer coronavirus en su lugar de trabajo y se le habría negado a realizar sus labores de forma remota, aun conociendo que padecía una serie de patologías que le hacían peligrar su vida si contraía Covid-19.
Las fuentes judiciales que fueron consultadas por nuestro diario, permitieron saber que la ampliación de denuncia de la entonces pareja de Pérez aportó elementos probatorios significativos para la causa, entre ellos unos audios de whatsapp, que la víctima habría mantenido con la jefa de recursos humanos, con su encargado de área y con la misma Cammuso.
Natalia Cammuso además está imputada por la presunta violación del artículo 205 del Código Penal de la Nación, que establece que "será reprimido con prisión de seis meses a dos años de prisión, el que violare las medidas adoptadas por las autoridades competentes, para impedir la introducción o propagación de una pandemia", además de supuestas "amenazas coactivas".
Hay que recordar que la defensa de Natalia Cammuso había presentado un recurso de inconstitucionalidad en la Cámara de Apelaciones, para que la causa sea investigada en el fuero federal, al que el Tribunal no dio lugar y validó el proceso judicial llevado a cabo por el Ministerio Público de la Acusación.
A estas alturas en la que se encuentra la investigación penal preparatoria, se ha demostrado que estos planteos no fueron más que estrategias dilatorias y la defensa todavía no logró refutar ningún elemento de prueba que pesa sobre la imputada.
Por ejemplo en todo ese transcurso se trató de evitar que se realicen las pericias del teléfono celular de la mujer que murió, que hace poco salieron a la luz y sirvió como uno de los elementos probatorios para que el fiscal considere que se le agrave la imputación a la empresaria.