La contención familiar, sus ganas de superación y una ley de inclusión provincial le permiten hoy cursar la tecnicatura en el escalafón administrativo que se dicta en el Instituto Universitario Provincial de Seguridad.
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La contención familiar, sus ganas de superación y una ley de inclusión provincial le permiten hoy cursar la tecnicatura en el escalafón administrativo que se dicta en el Instituto Universitario Provincial de Seguridad.
Gustavo Znoy tiene distrofia muscular y por ello se moviliza en una silla de ruedas con comando, que le permite movilizarse de manera independiente.
Resulta sorprendente verlo moverse en medio de sus compañeros realizando prácticas de instrucción en el "Patio de Armas" del Instituto Universitario en Alto Comedero.
A requerimiento de El Tribuno de Jujuy, el aspirante, con una marcada sonrisa en el rostro, se presta a la entrevista periodística después de haber solicitado autorización a su instructor superior.
Gustavo Znoy es un jujeño de 37 años nacido en el barrio Santa Rita de la capital de la provincia, donde actualmente reside junto a su familia.
Se lo notó exultante, con una alegría que no puede disimular y a la vez sumamente tranquilo, y hasta sorprendido por estar brindando una entrevista.
"Fui convocado a través de la Dirección de Inclusión de la Provincia ya que cuento con el Certificado Único de Discapacidad y a través de una Ley de Inclusión logro ingresar al Instituto", afirmó Gustavo, quien agradeció al ministro de Seguridad por la oportunidad que le brindó al impulsar su ingreso.
En relación a los estudios, aseguró que por su edad y por haber estado sin estudiar mucho tiempo "alguna dificultad aparece", indicó con una sonrisa, a la vez que remarcó que tiene tres materias físicas "en las que por su condición se debe adaptar a esas" asignaturas.
Gustavo es la primera persona en silla de ruedas que ingresa a esta institución. "Es muy jerárquica, es muy lineal y el estado físico es muy importante, pero más allá de eso como me preparo para el escalafón administrativo no se me exige demasiado, aunque siempre acompaño al equipo con algún movimiento, cumpliendo con la orden de firme o de descanso; estoy aprendiendo técnicas de reducción, me enseñan algunos movimientos", apuntó.
Gustavo cursó estudios primarios, posteriormente se gradúo en la secundaria y estuvo un año en la universidad. Afirmó que por su falta de motricidad cuesta un poco la accesibilidad en algunos lugares, y que la peor parte es la falta de transporte público.
Con una amplia sonrisa contó que tuvo una hermosa experiencia sentimental, y que su novia no tenía ninguna discapacidad física, agregando que pudo convivir con ella y fue una relación muy linda.
Hoy está soltero y con el corazón abierto para entablar otra relación, pero por el momento sólo quiere estudiar y poder trabajar.