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"Hay que achicar el déficit y hacer más competitiva la economía"

El economista analizó la negociación del Gobierno con el FMI y la marcha de la economía. Opinó que si no hay un golpe de timón, la situación para el país este año no será más de lo mismo, sino “peor de lo mismo”. Consideró que para cambiar esta realidad, la inflación debe combatirse con un equilibrio fiscal o una presión fiscal más reducida, y una economía en la que haya inversiones y se suba la oferta de bienes y servicios.
Jueves, 13 de enero de 2022 01:03

-¿Cómo entiende que está la negociación entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional?

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-¿Cómo entiende que está la negociación entre el Gobierno y el Fondo Monetario Internacional?

-Observo una conducta bastante extraña por parte del Gobierno, que es tirar la pelota afuera cuando tienen un conflicto. Pero en el caso del Gobierno, la forma de tirar la pelota afuera es completamente contraproducente. Es decir, tira la pelota afuera con temas que generan un enorme revulsivo. Creo que no es exagerada la palabra, tanto en el orden nacional o interno como en el internacional. Y eso no puede ser calificado de otra manera que torpeza, porque uno puede tener la ideología que más le guste, pero lo que no puede justificar es su propia torpeza. En este caso el Gobierno simplemente es torpe. Es decir, plantear un enfrentamiento con la Corte Suprema, que tiene por supuesto una inmediata repercusión internacional, además de nacional interna, y al mismo tiempo la movida con el Celac. Ahora las declaraciones altisonantes y completamente contraproducentes con respecto al FMI, bueno, en fin, y podemos seguir hacia atrás con otras manifestaciones que lo único que muestran es torpeza. No hay otra forma de calificarlas, porque insisto, más allá de las adhesiones ideológicas que uno puede tener, lo que no se puede justificar es, comportarse de una manera poco inteligente, que es lo que está haciendo este Gobierno, y lo ha hecho desde el comienzo. Además que en el caso particular del Presidente, se desdice con una enorme facilidad. Es decir, después de las derrotas en las Paso, planteó que lo único que él quería es terminar el mandato, y pocas horas después anuncia su reelección. Eso es un ejemplo icónico, podríamos decir, y bien claro de las muchas manifestaciones incoherentes, inconsistentes que tiene el Gobierno. Así que lo que podemos esperar es peor de lo mismo. No más de lo mismo, sino peor de lo mismo. Un probable default, aceleración de la inflación, la caída de las acciones y de los bonos, aumento del dólar, en fin, escenario igual, es decir, como el que tenemos pero potenciado en lo negativo. Así que eso es lo que uno avizora para lo inmediato, salvo que haya un golpe de timón, que no lo creo, porque además están las contradicciones internas que tiene el Gobierno, es decir el oficialismo, entre la vice y el Presidente que ya son conocidos y que también potencian todo este escenario, que un poco da la impresión que el Presidente acumula torpezas en la medida de la lectura que hace de cómo lo ve su vicepresidente, es negativa o cuestionadora. Entonces, acelera pero lo hace en la dirección contraria. O sea, retrocede más.

-¿Cuál sería ese giro de timón de la que habla y mejoraría la situación para la negociación con el FMI? ¿O qué es lo que espera el Fondo que se haga?

Bueno, el Fondo espera o un plan con un mínimo de coherencia, y sino que acepte el Gobierno que el plan se lo escriba el FMI. Es decir, que además tampoco hay mucho margen para otras alternativas. Es decir, esto ya ha pasado con la Argentina, tanto en escenarios donde el Gobierno le mostraba al FMI un plan que fue el de Frondizi, pero también fue con el Gobierno de Alfonsín, con el Plan Austral. Es decir, aunque no había ahí una exigencia tan específica, pero también hubo una oferta por así decir, del Gobierno nacional, con la convertibilidad, todo lo cual nos supone compartir o adherir a los respectivos planes, pero sin mostrar que hubo situaciones donde el Gobierno mostraba, tenía un programa, malo o bueno, eso es otra cosa, pero al mismo tiempo el Fondo le veía racionalidad, y aceptaba ese plan. Y hubo otros escenarios donde ocurrió lo contrario. Donde el Gobierno no tenía ningún plan, que es el caso actual, que no tienen la menor idea de cuáles son los problemas, más allá de que Stiglitz, en una actitud realmente bastante incomprensible, felicite a Guzmán. Normalmente no se felicita por los fracasos, pero él lo está felicitando por "el milagro argentino…" o sea, el milagro es que, teniendo todas las condiciones para ser un país normal, hayamos dejado de serlo hace ochenta años, y con algunos altibajos, con gobiernos que hubieron realmente ejemplares, otros que por lo menos han sido aceptables en muchos aspectos, pero otros que mejor ni los mencionemos, y que nos han llevado a un terreno casi ininterrumpido de decadencia, hasta el presente.

-¿Cuáles serían los acuerdos que el FMI le pediría al Gobierno?

El Fondo se alinea con la ortodoxia económica que no reconoce otra fuente de inflación que no sea la expansión monetaria que genera el déficit fiscal. Es la única, lo cual es una versión desequilibrada o incompleta del fenómeno inflacionario. El Gobierno, con su déficit, impulsa una mayor demanda de la economía, porque está gastando por encima de lo que recauda, lo que significa que hay una expansión del gasto y la demanda total de la economía. Pero también hay aspectos que tienen que ver con la inflación o que impactan la inflación, y que son los del lado de la oferta o de los costos. Y sin ponerse colorados los economistas ortodoxos que claman el ajuste fiscal, que es un tema. Que hay que ver cómo se hace, a dónde se hacen los ajustes, pero al mismo tiempo, no ignoran que el dólar impacta sobre los precios y una devaluación potencia la inflación. Y que las estructuras concentradas que hay en la Argentina, donde empresas tienen la capacidad de modificar precios, también impactan; o el deterioro de la energía, de los transportes, de las estructuras en general, también imponen costos adicionales a la economía, eso se ignora normalmente, por parte de los economistas más ortodoxos, y ponen la ficha seguramente en la parte fiscal, que es lo que hace el Fondo. Y bueno, la inflación sí, efectivamente reconoce una causa por el lado del déficit fiscal y su financiamiento creando dinero, o bien, pidiendo prestado, porque los dólares que se piden prestado el Gobierno no paga en dólares, paga en pesos; entonces, si pide prestado tiene que transformar los dólares en pesos y es lo mismo que si imprimiera los pesos. Con el agravante que se endeuda, que es lo que pasó en el gobierno anterior. Pero bueno, eso tiene que ver con lecturas así demasiados fanáticas o demasiado sesgadas sobre el tema de la inflación, y se ignora este otro aspecto, y la forma de corregirlo no es solamente achicando el déficit, que por supuesto hay que hacerlo, pero también haciendo más competitiva la economía argentina, que significa abrir la economía, aceptar que tiene que haber una oferta compartida de producción nacional e importaciones. Y por otro lado, apuntar a mejorar las condiciones de lo que se llama la logística del transporte, que en un país de las dimensiones nuestras sin ferrocarriles y con un esquema de transporte de camiones que está también monopolizado por un sindicato, ese esquema hay que cambiarlo también, junto con el mejoramiento de las condiciones del déficit fiscal y del gasto público. Así que bueno, el Fondo apuntará por el lado del déficit fiscal, con su proyección sobre la inflación; eso es lo fundamental. Y lo otro, es que haya algún tipo de diseño que si no lo hace el gobierno se lo va a imponer el Fondo para pagar; porque lo que hace el Fondo es prestar dinero y quiere recuperarlo, así que ese es lo básico y elemental que hay que tener en cuenta acá.

-¿Ud. espera que el dólar siga subiendo, a cuánto?

Eso es muy difícil. Es como que en la meteorología se pronostica que habrá lluvias, pero es más difícil decir cuántos milímetros van a caer. Además uno se puede equivocar. Así como los meteorólogos se equivocan, para los economistas saber cuánto subirá el dólar es un poco difícil, porque está de por medio que lo que estamos planteando es que el Gobierno seguirá haciendo torpezas. Pero bueno, podría ser el caso y ojalá así sea, que deje de equivocarse. Con eso solo ya habría una mejora sustancial.

 

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