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Uno de los economistas más influyentes en el mundo

Sabado, 22 de enero de 2022 01:02

Juan Carlos de Pablo dijo que el Premio Nobel de Economía dice "huevadas" cada vez que elogia la economía y a Martín Guzmán. Pero sobre Joseph Stiglitz redobló la apuesta.

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Juan Carlos de Pablo dijo que el Premio Nobel de Economía dice "huevadas" cada vez que elogia la economía y a Martín Guzmán. Pero sobre Joseph Stiglitz redobló la apuesta.

En los años noventa, Joseph Stiglitz se dedicó a la formulación de políticas, primero en el Consejo de Asesores Económicos (CAE) de Bill Clinton y como economista jefe del Banco Mundial, enfrentó a los abogados, bancos de inversión y a las potencias económicas, para defender la causa del ciudadano de a pie.

"La recuperación de la economía argentina es sorprendente", dijo el premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz, en su última columna de opinión del prestigioso portal Project Syndicate. El economista planteó que la recomposición del mercado interno argentino es resultado de las políticas del Estado para fortalecer la economía real. "Dado el lío que heredó, el gobierno del presidente argentino Alberto Fernández a fines de 2019 parece haber logrado un milagro económico".

Un acontecimiento desgracia

do. Juan Carlos de Pablo dijo que el premio Nobel Joseph Stiglitz dice "huevadas" cada vez que elogia la economía y a Martín Guzmán. Sobre Stiglitz redobló la apuesta: "Es un caradura que está en la joda". "Los únicos que le damos pelota somos los argentinos y el Papa".

Cuando éramos recién recibidos fuimos a una conferencia en el Consejo Profesional, a escuchar a un orador. Una especie de "abuelo de Melconian" de aquella época-precursor de la pura risa y el sarcasmo que dijo: "En las invasiones inglesas le deberíamos haber tirado flores a los ingleses, en lugar de aceite y agua hirviendo".

Evidentemente sigue siendo un operador influyente, en un entorno ideológico de una pobreza intelectual extrema. Fue, y es barra brava de los equipos contrarios a la Argentina. Sus dichos lucen inocentes, pero tal vez sean instintivos. Frecuentemente maltratando lo popular, lo nacional, estas posturas lo llevaron a eternizar su presencia e influencia sobre bancos y empresas.

Stiglitz es premio Nobel, escribe en el portal Project Syndicate y nació en Gary, Indiana (donde vivía gente mucho más pobre que en Villa Luro), inteligente con conciencia de clase.

Doblemente inteligente y noble. Cuenta que la familia le inculcó desde niño el valor de hacer lo correcto. Su madre era una maestra blanca en una escuela pública con mayoría de niños afroamericanos. Su padre le habló de la importancia moral y jurídica de pagar las cargas sociales del servicio doméstico: Stiglitz dice que eso le ahorró muchos problemas en su confirmación ante el Senado para presidir el CAE.

Par empezar, en 1979 recibió medalla John Bates Clark, premio otorgado al economista menor de 40 años más influyente de los Estados Unidos. La lista de los artículos más influyentes en economía tiene 6 trabajos de Stiglitz, honor que comparte con solo dos personas: Robert "Bob" Barro y Eugene Fama. Para empezar Stiglitz, es uno de los economistas más influyentes en el mundo, considerado "de la nueva economía keynesiana". Sus aportes permitieron, mejorar la comprensión de los orígenes del desempleo, a través del salario de eficiencia, o el modelo Shapiro-Stiglitz. En 2001 fue premiado con el Premio del Banco de Suecia en Ciencias Económicas en Memoria de Alfred Nobel, vulgarmente conocido como Premio Nobel de Economía.

Sus estudios se centran en finanzas públicas, crecimiento, distribución del ingreso, teorías sobre mercados y eficiencias de las economías capitalistas.

En los años noventa, cuando se dedicó a la formulación de políticas, primero en el Consejo de Asesores Económicos (CAE) de Bill Clinton y como economista jefe del Banco Mundial, enfrentó a los abogados, bancos de inversión y a las potencias económicas, para defender la causa del ciudadano de a pie.

Eso es lo que más le molesta a los abuelos y nietos de la reforma financiera de 1977, formados individualistas, consumidores aislados, interesados en dinero y empobrecidos culturalmente, quienes prefieren comediantes dedicados a la economía por sobre los intelectuales brillantes del mundo.

 

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