Con fe y devoción la feligresía jujeña honró en su día a la Virgen del Rosario de Río Blanco y Paypaya, patrona de la provincia, peregrinando desde las primeras horas de la mañana a su santuario ubicado a siete kilómetros al sur de San Salvador de Jujuy donde, de acuerdo a los relatos de la época, el beato Pedro Ortiz de Zárate entregó la imagen a la población del lugar.
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Con fe y devoción la feligresía jujeña honró en su día a la Virgen del Rosario de Río Blanco y Paypaya, patrona de la provincia, peregrinando desde las primeras horas de la mañana a su santuario ubicado a siete kilómetros al sur de San Salvador de Jujuy donde, de acuerdo a los relatos de la época, el beato Pedro Ortiz de Zárate entregó la imagen a la población del lugar.
Como es tradicional, antes de que los primeros rayos de sol asomaran por detrás del Zapla, las familias marianas de la provincia iniciaron la marcha desde el atrio de la iglesia Catedral, acompañadas de los sones de las bandas de sikuris y numerosos grupos de personas que siguieron a la imagen para cargarla, tocar su manto y acompañarla por tramos o durante todo el trayecto hasta el Santuario de Río Blanco, todo ello con la compañía de la Banda de Música "Éxodo Jujeño" del Regimiento 20.
La misa central fue concelebrada por el obispo diocesano de Jujuy, monseñor Cesar Daniel Fernández, y acompañado por los sacerdotes de las distintas parroquias de la provincia en medio de un clima de emoción, unción y recogimiento, después de dos años largos y donde la comunidad se vio seriamente afectada por los efectos de una pandemia que azotó al mundo.
El pastor de la comunidad católica resaltó: "Como cada 7 de octubre el pueblo jujeño manifiesta su religiosidad y su amor por la Santa Madre, la Virgen María, en la advocación de la Virgen del Rosario de Río Blanco y Paypaya, peregrinando hasta el santuario para rendirle homenaje a la patrona de la provincia".
"Pedimos por la patria"
"Muchos son los males que hoy aquejan a la humanidad. Nos preocupan las angustias de nuestro pueblo argentino cualquiera sea su condición social. Por eso venimos a traer hoy a los pies de nuestra madre esta patria herida, para experimentar consuelo en nuestras penas; fortaleza para no bajar los brazos, y volvernos aliviados, protegidos bajo el manto del amor de nuestra madre", expresó el obispo durante la ceremonia.
"Es conmovedor sentir que el alma de nuestro pueblo sigue desbordando fe, esperanza y amor; que seguimos teniendo fuerza para salir adelante. Particularmente hoy queremos pedirle a nuestra madre por las familias jujeñas y por toda nuestra patria", agregó.
Por otro lado, con motivo de la reciente beatificación de Pedro Ortiz de Zárate, el obispo Daniel Fernández también hizo mención de su labor misionera y recordó que fue él quien entregó la imagen de la virgen a los Paypayas, pueblo que habitaba los valles jujeños.
"Conmueve la fe de Jujuy"
Profundamente emocionado, el intendente de Palpalá, Rubén Eduardo Rivarola, concluido el oficio religioso, manifestó a El Tribuno de Jujuy que "conmueve observar la gran cantidad de gente que llega con profunda fe hasta el Santuario de Nuestra Madre la Virgen del Rosario de Río Blanco y Paypaya después de dos años donde no pudieron rendirle el homenaje que acostumbramos los jujeños, con la necesidad de agradecerle los favores recibidos".
Asimismo, destacó el trabajo realizado en el lugar por más de 300 empleados municipales.