La provincia de Jujuy comenzó sus actividades después de las 9. Ayer fue un día hábil atípico porque muchos optaron por salir a cumplir con su jornada laboral luego del primer partido de la Selección Argentina en Qatar.
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La provincia de Jujuy comenzó sus actividades después de las 9. Ayer fue un día hábil atípico porque muchos optaron por salir a cumplir con su jornada laboral luego del primer partido de la Selección Argentina en Qatar.
No fue el movimiento normal de siempre, las oficinas de los diferentes municipios ya habían comunicado que los empleados podían ingresar luego de las 9 mientras que el resto, los del turno vespertino en horario normal.
Además, en las escuelas, los padres también podían elegir entre llevar a sus hijos temprano, en el horario normal, o bien llevarlos luego del encuentro entre la "albiceleste" y Arabia Saudita, lo cual muchos optaron por esto.
Igual, los distintos bares y restaurantes ofrecieron desayunos, entonces la zona del centro de San Salvador tuvo un importante movimiento, muchos entre amigos se dieron cita muy temprano para una buena ubicación.
Los jujeños, al igual que el resto del país, pasaron de la alegría a la desazón, la ciudad tuvo un silencio atroz después del partido, en las calles solamente se escucharon algunos murmullos sobre la derrota en el primer partido de Argentina en Qatar.
Sucede que la derrota, también fue un cachetazo a esa ilusión y el entusiasmo de todos que se apagó después de los 90 minutos, porque perder con Arabia Saudita en el primer partido de la cita mundialista.
Pero con el correr de los días, ya se irá asimilando el golpe y seguramente se comenzará a pensar en el partido del sábado frente a México desde las 16. La propuesta será otra, pero con la misma pasión que los caracteriza.
En el interior, se vivió de la misma manera, con mucha adrenalina, entusiasmo, y la fuerza, allí también la modalidad de ingreso al trabajo en el estado público y las escuelas fue la misma que en Capital, por ende el movimiento fue similar.
Por otro lado, el comercio tuvo un importante movimiento económico, la venta de banderas, gorros, bubucelas, fue lo que la gente buscó, como así también las camisetas, especialmente la del número 10 de Messi.