Los oficiales de policía del condado de Thurston fueron enviados a una casa alrededor de la 1 am hora local, donde encontraron a una mujer angustiada escondida detrás de un cobertizo que gritaba: “Mi esposo está tratando de matarme”, informaron, citando un documento judicial.
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Los oficiales de policía del condado de Thurston fueron enviados a una casa alrededor de la 1 am hora local, donde encontraron a una mujer angustiada escondida detrás de un cobertizo que gritaba: “Mi esposo está tratando de matarme”, informaron, citando un documento judicial.
La mujer había sido atada con cinta adhesiva alrededor del cuello, las piernas y los tobillos, señaló el expediente judicial. “Tenía grandes hematomas en las piernas, los brazos y la cabeza, y su ropa y cabello estaban cubiertos de suciedad”, dijo.
Chae Kyong An, de 53 años, fue arrestado más tarde esa mañana después de que la policía lo encontrara en su camioneta cerca de una ruta de senderismo local, informó el Olympian.
Kyong An enfrenta numerosos cargos, que incluyen intento de asesinato en primer grado y secuestro en primer grado. Está detenido sin derecho a fianza. Según el expediente judicial, Kyong An atacó a su esposa mientras los dos discutían su inminente divorcio y dinero.
La mujer le dijo a la policía que su esposo la ató con cinta adhesiva y la secuestró en la camioneta de la familia. Dijo que pudo enviar notificaciones de emergencia a sus contactos cercanos desde su reloj Apple y logró comunicarse con el 911, pero no pudo comunicarse más porque tenía la boca cubierta.
Kyong An luego rompió el reloj con un martillo, luego la llevó a un área boscosa local y comenzó a cavar un hoyo antes de apuñalarla varias veces en el pecho, le dijo a la policía. Luego supuestamente la arrastró al agujero y lo cubrió con un árbol.
“Después de ser puesta en el suelo, podía escuchar a su esposo caminando alrededor del agujero y poniendo tierra encima de ella”, dijo la presentación. La mujer estimó a la policía que había estado enterrada durante varias horas. Ella dijo que logró quitarse parte de la cinta adhesiva de sus manos y pudo escapar del agujero. Corrió durante casi 30 minutos hasta que encontró una casa, donde los residentes llamaron al 911.