Docentes, padres y alumnos de la escuela N° 203 "S. S. Juan XXIII", consustanciados con la problemática que afecta al medio ambiente, llevan adelante un importante proyecto denominado "La escuela se planta frente al cambio climático". Contando con la colaboración del municipio sampedreño que les provee las especies, los niños plantaron árboles autóctonos y otros en vía de extinción y cada mañana, junto a los docentes responsables, llegan hasta la vera del arroyo San Pedro para regar los pequeños árboles, alguno de los cuales ya están en franco crecimiento.
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Docentes, padres y alumnos de la escuela N° 203 "S. S. Juan XXIII", consustanciados con la problemática que afecta al medio ambiente, llevan adelante un importante proyecto denominado "La escuela se planta frente al cambio climático". Contando con la colaboración del municipio sampedreño que les provee las especies, los niños plantaron árboles autóctonos y otros en vía de extinción y cada mañana, junto a los docentes responsables, llegan hasta la vera del arroyo San Pedro para regar los pequeños árboles, alguno de los cuales ya están en franco crecimiento.
"El proyecto consiste en plantar árboles en las veredas que están ubicadas alrededor de la escuela, justamente esta promoción lleva plantados veinte árboles, especies autóctonas, otras en vías de extinción y su misión es cuidarlos todos los días. A la mañana, apenas ingresan, junto a sus maestros piden la llave del portón y munidos de sus baldes, salen, recorren y riegan. Son muy responsables y están dejando de alguna manera su herencia", dijo la directora del establecimiento Adela Graciela Aramayo, al sostener que se trata de un granito de arena que hace la escuela para el planeta.
Por su parte, una de las docentes responsables, Sonia Correa, agradeció el apoyo de los padres que permiten que los niños puedan salir a plantar y regar los árboles, "los niños son muy responsables, cuidadosos del medio ambiente, desde hace dos años llevamos adelante este proyecto que ha sido cumplido, superando nuestras expectativas", dijo al tiempo que destacó la paciente labor de cuidar los árboles y la actitud negativa de los desaprensivos transeúntes que cortan las nuevas ramas y entorpecen el desarrollo normal de las plantas. "Pero no todo es malo, hablamos con los niños y reflexionamos juntos; cuando nos encontramos con un árbol dañado enseguida buscamos la forma de recuperarlo con cariño y con el riego permanente. Los niños sienten de nuevo la alegría al ver que su trabajo da buenos frutos y se sienten felices porque observan que hay gente buena que ayuda a cuidar", expresó la docente.
El proyecto que se inició el año pasado tiene como protagonistas a niños de 7º Grado A, B y C de ambos turnos, siendo los docentes responsables Daniel Marcelo Bonillo, Liliana Correa Gómez y Eva Vilte. El mismo está destinado a familias de los alumnos del establecimiento, docentes interesados y personas particulares.
"Comenzamos trabajando en práctica del lenguaje y la comunicación, nos hemos inculcado por el mundo de las ciencias naturales, del mundo social, de las matemáticas, toda la interdisciplinariedad de las áreas nos ha permitido estar aquí y enfrentar con orgullo este proyecto", dijo Sonia Correa, al recordar que todos los árboles que están en la vereda de la manzana donde se ubica la escuela y ahora también el Colegio Secundario 14, fueron plantados por las promociones de hace muchos años y continúan en este tiempo actual. "Pedimos a toda la comunidad que se sume a este despertar por el cuidado de la naturaleza", agregó.
"Este es un proyecto que comenzamos el año pasado, salimos a plantar árboles, luego a regarlos todos los días. Antes teníamos más plantas y ahora con la deforestación, hasta las aves están desapareciendo. Gracias a que la seño y el profe estuvieron incentivándonos, ahora nosotros incentivamos a los demás para que hagan lo mismo, cuiden la naturaleza y el medio ambiente", cerró.