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Si cambian los vientos, las cenizas del Láscar podrían llegar a Jujuy

El geólogo Waldo Chayle explicó que esta situación sería posible por los 6.000 metros que alcanzó la columna.
Martes, 13 de diciembre de 2022 01:03

Tras la declaración del "alerta amarilla" emitida por el Servicio Geológico Minero Argentino ante la iniciada por su par chilena por la actividad del volcán Láscar, Chile ya inició un protocolo para cerrar un perímetro de cinco kilómetros (km) del pueblo trasandino Talabre a 30 km del cráter. En Jujuy, se teme que se repita la pluma de cenizas de 1993. El geólogo Waldo Chayle explicó que si los vientos cambian, debido a la gran altura que alcanzó la columna, las cenizas podrían llegar a esta capital.

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Tras la declaración del "alerta amarilla" emitida por el Servicio Geológico Minero Argentino ante la iniciada por su par chilena por la actividad del volcán Láscar, Chile ya inició un protocolo para cerrar un perímetro de cinco kilómetros (km) del pueblo trasandino Talabre a 30 km del cráter. En Jujuy, se teme que se repita la pluma de cenizas de 1993. El geólogo Waldo Chayle explicó que si los vientos cambian, debido a la gran altura que alcanzó la columna, las cenizas podrían llegar a esta capital.

"Es un volcán que puede afectar a toda la región y no es un tema menor porque la ceniza, aunque estamos a 300 kilómetros, puede llegar y provocar problemas en el agua, porque se va mezclando, y en las pasturas porque los animales pueden ir comiendo. El problema es que la ceniza no es como la de un árbol que se puede ver, sino son partículas finitas, como vidrio molido", precisó Waldo Chayle, geólogo, exdirector del Instituto de Geología y Minería dependiente de la Universidad Nacional de Jujuy, y exdirector de Minería. Aseguró que esa composición podría ser dañina para los animales y las personas que lo aspiran.

El volcán Láscar está a la altura de Catua, la población jujeña más cercana, por lo que no descartó que si los vientos cambian y aumenta su actividad la pluma de cenizas llegue a territorio jujeño. "Si los vientos llegaran a cambiar de dirección, tenemos el tema de Catua", advirtió al nombrar una de las localidades más cercanas, tras lo cual se encuentran las zonas pobladas entre la frontera y Susques, San Antonio de los Cobres, Salta, Jama y zonas pobladas por la actividad productiva en torno a los salares de Olaroz y Cauchari.

CENIZAS | IMAGEN ILUSTRATIVA DE LA COLUMNA DEL LÁSCAR EN 1993.

Es que Chayle estimó que la explosión actual del Láscar es mayor porque ya se registró una columna de cenizas de 6.000 metros sobre el nivel del volcán, superior a las de 1993. Entiende que lo monitorean organismos de ambos países, es imprevisible pero no descartó que pudieran caer también fragmentos de rocas, por lo cual Chile está delimitando perímetros por 5 km alrededor de Talabre, ubicado a 30 km y podría ensancharse el área de protección de acuerdo a la actividad e incluso evacuar su población.

El antecedente sobre lo lejos que llegaron las cenizas fue en 1993 a San Salvador de Jujuy y hay registros de que alcanzó hasta Brasil, y entonces generó problemas respiratorios y otros daños. "Acá hubo precauciones, se hicieron estudios, el tipo de materiales y de cómo afectó, pero la explosión era de menor altura", explicó el geólogo jujeño.

LE GEOLOGO WALDO CHAYLE, AYER EN EL MATUTINO DE EL TRIBUNO DE JUJUY.

Precisó que el Láscar, según los investigadores, habría empezado su actividad hace 230 mil años y a tenerse registro recién en la época de la Colonia, y hubo alrededor de 30 explosiones que causaron alguna alarma, en 1993, 2002, 2003, 2004, 2012, 2013, 2015. Dijo que hasta ahora no se pudo identificar un ciclo de tiempo y podrían saber los chilenos mediante su observatorio ya que miden el nivel de lava del cráter, magnitud de sismos, niveles de agua freática, y en el país el Servicio Geológico Nacional (Segemar) está atento.

Hay distintos tipos de volcanes, algunos que no tienen explosiones como el Mauna Loa de Hawai, que arroja mucha lava pero no tiene casi explosiones o son mínimas; y hay otros que son muy explosivos y no arrojan nada de lava, como el Láscar. Se clasifican según el tipo de material que van acumulando, de estrato volcán o estratificado, aquellos que alguna vez arrojaron lava, cubrieron el área y en otra oportunidad aportaron más material sólido, rocas, cenizas, y arena y se forman capas formando una suerte de cono como el Láscar.

Por otro lado, sobre los registros de sismos, el geólogo explicó que hay que observar porque si hay muchos es porque hay mucho movimiento y energía, que se dan fundamentalmente por la presión y los movimientos del magma en el interior. Sostuvo que tiene muchísimos gases y cuando empieza a moverse generan movimientos sísmicos pero que no son graves ya que los catastróficos suelen ser otros generados por la tectónica de placas.

La actividad del Láscar no obstante no generó ningún tipo de afectación sobre el territorio argentino, pero se aumentó el nivel de alerta técnica y continuarán con las tareas de monitoreo y cooperación conjunta con el Observatorio Vulcanológico de los Andes del Sur (Ovda) de Chile, y en Argentina Segemar a través de su Observatorio Argentino de Vigilancia Volcánica (Oavv).

WALDO CHAYLE.

En qué consisten las cenizas

La ceniza volcánica es una composición de partículas de roca y mineral muy finas, de menos de 2 milímetros (mm) de diámetro eyectadas por un viento volcánico. Se genera a partir de la roca cuarteada y separada en partículas diminutas durante un episodio de actividad volcánica explosiva. Por la naturaleza violenta de una erupción, incluyendo chorros de vapor de agua (erupción freática), produce como resultado una gran cantidad de magma y tal vez roca sólida que rodea el viento volcánico, torneando las partículas hasta reducirlas al tamaño de granos de arena.

La pluma que se ve sobre un volcán en erupción está compuesta principalmente de cenizas y vapor, y la eyección de grandes cantidades provoca un cono de cenizas. Las partículas más finas pueden ser arrastradas por el viento a lo largo de muchos kilómetros, que dan al paisaje un aspecto “polvoriento” al depositarse.