El 12 de diciembre del 2021 se despidió de nosotros para siempre Elba D'Abate de Zenarruza y nos dejó su único hijo intelectual, cuya portada presentamos en esta nota, y después de más de 50 años de andar con la poesía a cuesta, se animó al "alumbramiento" de ese primer hijo intelectual: "Entre soles y lágrimas".
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El 12 de diciembre del 2021 se despidió de nosotros para siempre Elba D'Abate de Zenarruza y nos dejó su único hijo intelectual, cuya portada presentamos en esta nota, y después de más de 50 años de andar con la poesía a cuesta, se animó al "alumbramiento" de ese primer hijo intelectual: "Entre soles y lágrimas".
A un año de su fallecimiento, elijo recordarla desde su obra, en distintos estilos.
La poeta nos dice: "Este mi primer libro, el hijo de la vejez, y en el desarrollo del poema reclama por la tardanza: 'tantas veces te has negado, / libre me diste la espalda / matando mis pensamientos' Hoy, al fin, has decidido / en este instante bendito / respetando el palabrerío, / que sea tu nacimiento / íHoy me diste el primer grito!".
En este "primer grito", Sapita nos dejó de legado un caudaloso río de poesía y no se olvidó de incluir su canto al viejo "Puente Pérez".
Para dar cuenta de eso, recordemos cuando le dice: "Como una flor sin perfume / está tu mole doliente. / Tanto tiempo… silencioso / corazón de hierro puro / fue gastándote el cansancio / de la ciudad y su apuro".
En otro espacio, incluye un poema premiado en la década de los 80, Romance Mineral y que fuera publicado en el Cuaderno Planetario Nº 1, con el título de Once Poetas de Jujuy, siendo Sapita la única poeta incluida. De su canto cito: …" El corazón metálico del Zapla / enfermo de quietud y de distancias / erizaba de amor su duro filo / al roce mineral de sueños y ansias…// Cuando en silencio el tiempo se hizo noche, / y el oro de la luna, limpia plata, / una lágrima blanca, inmensa y fría, / cubrió la soledad del viejo Zapla."
Quiero cerrar este recuerdo tan cercano de su último adiós, cuando escribí: "Ya no estás, Sapita Amiga, te guarda el tul eterno del descanso. Ayer, te fuiste por la ladera occidental del Nevado. Cuando en silencio tu tiempo se hizo noche…y 'una lágrima blanca, inmensa y fría, cubrió la soledad del viejo Zapla' Mientras, aquí en el valle, los grillos regresan con sus cantos, mi corazón en letanía, es un río de profundo llanto". (por Eraclio Albarracín)