Según marca la tradición de muchos creyentes y fieles, cada 8 de diciembre se arma el arbolito de Navidad, en la jornada establecida como el Día de la Inmaculada Concepción de María (más conocido como el Día de la Virgen María).
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Según marca la tradición de muchos creyentes y fieles, cada 8 de diciembre se arma el arbolito de Navidad, en la jornada establecida como el Día de la Inmaculada Concepción de María (más conocido como el Día de la Virgen María).
Los preparativos comienzan y hay que buscar todos los adornos, ornamentos, luces y guirnaldas para decorar. Y obvio, ¡el infaltable arbolito!
"El árbol es una tradición pagana germánica, significaba la vida, el crecimiento constante. Se celebraba y se decoraban los árboles. Por eso, se decidió sumarlo a la ornamentación navideña, que en un momento era decorar el pesebre", precisó el periodista de Telenueve, Alexis Puig.
En esa línea, existe un mito popular de décadas que establece que cada siete años el árbol de Navidad debe cambiarse. No ha trascendido el motivo puntual, pero hay quienes sostienen que se vincula con buena suerte y fortuna. ¿Es realmente así? ¿Qué pasaría si una persona no lo cambia en ese periodo?
Lo cierto es que el comunicador ahondó en este mito y, para llevar tranquilidad, reveló la verdad. "Eso tiene que ver con una cuestión comercial, esa de que cada año hay que sumar un adorno nuevo y, cada siete, se renueva el árbol", aseguró el especialista.