Juan Gilberto Ljungberg, falleció en la noche del sábado a los 69 años. Será recordado por sobre todas las cosas por su brillante desempeño, tanto como docente en 45 años al frente de las aulas de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Jujuy (Unju), donde también se formó como contador, como por su pares, economistas y la clase política que lo vio destacarse como ministro de Economía. Tenaz investigador y lector, buscaba siempre la excelencia y es como lo recuerdan docentes y exalumnos, quienes destacaron su lucidez por la que exigía de sus alumnos lo mejor y bregaba porque la Facultad se destaque.
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Juan Gilberto Ljungberg, falleció en la noche del sábado a los 69 años. Será recordado por sobre todas las cosas por su brillante desempeño, tanto como docente en 45 años al frente de las aulas de la Facultad de Ciencias Económicas de la Universidad Nacional de Jujuy (Unju), donde también se formó como contador, como por su pares, economistas y la clase política que lo vio destacarse como ministro de Economía. Tenaz investigador y lector, buscaba siempre la excelencia y es como lo recuerdan docentes y exalumnos, quienes destacaron su lucidez por la que exigía de sus alumnos lo mejor y bregaba porque la Facultad se destaque.
Nacido en Jujuy el 21 de octubre de 1952, Juan Gilberto Ljungberg era un intelectual y peronista. Fue ministro de Economía del gobierno de Roberto Domínguez, y de Educación y de Economía del gobernador Carlos Ferraro. Fue también por siete años referente e integrante del Consejo Federal de Inversiones (CFI).
Como economista, hasta la actualidad sus opiniones y análisis fueron relevantes y apreciados. Siempre con gran predisposición en el contacto con la prensa, a quien nunca negaba la posibilidad de analizar con ojo crítico la realidad económica jujeña, contextualizándola ante la actualidad nacional e internacional.
"Era una persona que investigaba mucho, no se quedaba con un solo libro, siempre iba más allá, y con esa misma capacidad de investigar y aprender era con la que exigía a los alumnos. Entonces los que eran buenos alumnos lo recuerdan como un profesor excelente, que los llevó a ser mejores, a saber más; y otros por el contrario, era el profe que torturaba para leer más libros", afirmó María Inés Combina, contadora, docente de Económicas y exalumna de Ljungberg.
Su destacado perfil académico fue desde el inicio, y es que recientemente él mismo recordó en sus redes el aniversario de la obtención de su título de contador, carrera que hizo en cinco años y que la terminó a los 22 años.
Combina lo definió como un muy buen profesor, con mucha sabiduría y con una exigencia que les permitía aprender, destacando su memoria y gran desempeño, al igual que en su rol de consejero académico con el que compartía el grupo de política universitaria. De hecho fue secretario en Administración en la Unju en los ´80. Recordó que aunque se postuló como decano no ganó el proceso democrático, por lo que consideró que pudo haber sido un buen decano porque amaba a la facultad y por ello siempre destacaba que fue alumno y docente, debido a que buscaba poner en lo más alto a esa casa de estudios.
Si bien llevaba alrededor de 45 años en la Facultad de Ciencias Económicas, en su perfil profesional detallaba 33 años como profesor titular ordinario e investigador categorizado, aunque en los últimos años tenía menos cátedras. Era responsable de las cátedras de Administración Financiera en las carreras de Contador Público y Licenciado en Administración, y de Administración de Recursos Humanos y Seminario Final, ambas de la Licenciatura en Administración.
Aunque preveía jubilarse y comenzaba a organizar su retiro para cuando cumpliera los 70 años, hasta el momento seguía ejerciendo la docencia. También fue investigador y director de proyectos de Investigación en áreas de Administración, Economía y Gestión de la Educación Universitaria, además de encabezar una consultora con su nombre.
Combina destacó que con quienes forjaba una amistad "era buen amigo, muy leal". Ljungberg además era un gran viajero, afición que supo desarrollar al conocer innumerables ciudades.
La triste partida de un hombre que ayudó a muchos animales
Dicen que las despedidas más dolorosas son las que nunca se dicen o esperan. Este sábado partió un gran hombre, profesor y economista, pero por sobre todo un ser que amaba a los animales y se preocupaba por ayudarlos. Juan Gilberto Ljungberg o “querido profe” como solía ser llamado en el mundo mascotero, partió a la otra vida, pero dejó a muchos seres de luz recuperados y felices. Un acto de solidaridad y amor digno de replicar.
Muchas personas y colegas de los diferentes medios de comunicación conocieron su faceta como docente y experto en temas de economía. Además, siempre fue un profesional respetuoso y predispuesto. Pero también tenía otra hermosa faceta, que era la de demostrar amor incondicional y la fidelidad hacia sus animales o los de la calle. Rambito, Tachi, Chimuelito, Frida, Tommy, Pepa, Paquito, Lupita, Sol, Camila, Roquito, Simba, Toto, Luna, Bartolito, Romita, Coqui y Negrita son algunos de los tantos ángeles perrunos y gatunos a los que ayudó.
En las redes sociales, ocupaba la mayor parte de su tiempo para difundir los casos de abandono animal y pedir ayuda para que varias personas también se involucren. Asimismo, aportaba económicamente para asistir a los pobre seres de luz.
Lo cierto es que se extrañarán sus mensajes dando fuerzas para seguir en la lucha para que termine el maltrato animal y sus audios expresando alegría por la recuperación de cada animalito. Querido profesor, en algún lugar en dónde esté, en nombre de todos los animales y rescatistas que ayudó, queremos que sepa que esto no es un adiós, es un gracias por todo.
Calidad humana e intelectual
El capital intelectual de Ljungberg tenía como base muchos estudios y especializaciones. Contaba con maestrías en desarrollo económico y social de América Latina en la Universidad Internacional de Andalucía, España; en Administración Pública en OEA Centro Interamericano en la Administración Pública; Maestrías en finanzas públicas en la Universidad Nacional de La Matanza, y en Administración de Negocios en la Universidad Católica de Salta, entre otras.
“En nombre de la Unión Industrial de Jujuy expresamos nuestro pesar por el fallecimiento del Dr Ljungberg, quien además de ser un académico, un estudioso de la economía y de la realidad jujeña era una persona con excelente calidad humana. Daba gusto conversar con el, discutir e intercambiar ideas respecto a la realidad y al desarrollo de la provincia”, expresó Federico Gatti, presidente de la Unión Industrial de Jujuy.