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Físico jujeño fue premiado y enviará microrobots a la luna

Es la primera misión Latinoamericana de este tipo y se hará en junio. En 2021 lanzaron un satélite desde la India.
Domingo, 24 de abril de 2022 01:00

El físico jujeño Gustavo Medina Tanco se destaca en México por los avances en el desarrollo de microrobots que se prevén enviar a la luna en junio mediante el Proyecto Colmena, la primera misión Latinoamericana de ésa índole. Por su trabajo, en marzo fue nombrado en París miembro de la International Academy of Astronautics (Academia Astronáutica Internacional) y en febrero recibió el Premio "Fernando Alba" de México.

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El físico jujeño Gustavo Medina Tanco se destaca en México por los avances en el desarrollo de microrobots que se prevén enviar a la luna en junio mediante el Proyecto Colmena, la primera misión Latinoamericana de ésa índole. Por su trabajo, en marzo fue nombrado en París miembro de la International Academy of Astronautics (Academia Astronáutica Internacional) y en febrero recibió el Premio "Fernando Alba" de México.

Tanco es creador y actual jefe del Laboratorio de Instrumentación Espacial (Linx) del Instituto de Ciencias Nucleares de la Universidad Nacional Autónoma de México (Unam), México y también del Laboratorio Nacional de Acceso Espacial en Hidalgo. Por su trabajo a fines de marzo fue nombrado miembro de la International Academy of Astronautics (Academia Astronáutica Internacional) en una ceremonia en Paris y en febrero recibió el Premio "Fernando Alba", la mayor distinción de ese país por su aporte a la física experimental, entre otras distinciones internacionales anteriores.

"Lo que hacemos allí es tratar de desarrollar tecnología espacial de punta en México, lo que se llama ´Nuevo espacio´, que es la forma más barata pero de tecnología de punta, de hacer aplicaciones que puedan tener interés estratégico y para la sociedad", explicó. Recordó que en esa labor hicieron satélites y en el 2021 ya lanzaron uno desde La India y resultó ser el primer satélite mexicano.

Actualmente está en otra misión lunar, que es parte de una serie de misiones que prevén desarrollar a la luna y luego hacia algunos asteroides, en la que están probando un nuevo concepto. "En lugar de utilizar un único robot complejo, humanoide, como el estereotipo de robot que tenemos en la cabeza para hacer tareas no solo científicas, prácticas o de ingeniería, y una aplicación económica que puede ser minería, la idea en vez de eso es utilizar muchos robots pero chiquitos", explicó Medina Tanco.

La idea es emular lo que hacen las abejas, hormigas en la naturaleza donde la fuerza no está en la altísima complejidad de los individuos sino en el hecho de que puedan trabajar en equipo. "En ésta primera misión prevén lanzar cinco microrobots de unos doce centímetros (cm) de diámetro, que prevén poner sobre la superficie de la luna en el segundo semestre de este año", anunció el físico jujeño.

Los microrobots realizarán una serie de tareas de interés de la ingeniería, mostrar que pueden sobrevivir siendo tan pequeños en condiciones tan adversas como las del espacio y la superficie lunar. Deben trabajar en conjunto de modo que se sepan orientar, navegar, moverse porque en la tierra pesan 57 gramos y en la luna 9, y hay un polvo radiactivo muy abrasivo y cargado electrostáticamente, bombardeado por el viento solar, en medio del plasma con temperaturas muy variadas desde muy frías hasta muy calientes.

Lo primero es demostrar que lo pueden hacer y si no, prevén aprender por qué no pudieron para corregir y mejorar en sucesivas misiones, por lo que ya trabajan en la segunda generación.

Misiones a la luna

Los microrobots también harán mediciones que nunca se hicieron del polvo que cubre la luna, "regolito", tan fino que puede tener nanómetros y es sumamente agresivo para maquinarias, electrónica y la vida. Estimó que ése último es uno de los mayores problemas que habrá cuando se quiera colonizar la luna, algo que adelantó pasará pronto a través de los acuerdos Artemisa, entre Nasa y varios países firmantes, que planea para la próxima década llevar la civilización humana a una presencia permanente en la luna. "Con éstas misiones científicas pretendemos también ser parte de ese proceso, primero México y después Latinoamérica", afirmó y recordó que se creó la Agencia Latinoamericana y Caribeña del Espacio (Alce).

Para ese nuevo proceso científico habrá implicaciones económicas y se pretende ser parte.

Primer misión latinoamericana

"A la luna va a ser la primera misión latinoamericana", ponderó el físico Gustavo Medina Tanco sobre el proyecto Colmena y explicó que desarrollaron la "carga útil", microrobots, el sistema que lo desplegará y cómo se van a comunicar.

Por ello el viaje a la luna forma parte del concepto de "nuevo espacio" donde no son sólo las grandes agencias espaciales, que tienen recursos gubernamentales, los que lo hacen sino empresas privadas. En esta misión prevén usar la empresa llamada "Astrobotic" de Pittsburg, EEUU, que desarrolló un servicio para llevar cargas hasta la luna, cobra por peso y a su vez subcontrata a otra empresa que lleva la nave fuera de la tierra, United Launch Alliance (ULA) que aporta el cohete que va a sacar de la tierra.

Se trata de la primera parte del Proyecto Colmena, hace referencia a los conceptos de la misión de trabajar en conjunto como si fuera un enjambre, y el objetivo final es la fuerza en número de pequeñas máquinas para realizar cosas en el espacio. "Nuestro objetivo no es poner esos microrobots sino en cinco años tener toda una herramienta tecnológica para poder desplegar plataforma con millones de pequeños robots, sobre superficie de cuerpos como la luna que no tiene atmósfera o asteroides para realizar distintos tipos de tareas, desde exploración, investigación científica y minería lunar", precisó.

Otro de los objetivos de esa labor es propulsa la formación de recursos humanos, por lo que ésta última misión es realizada por 200 alumnos universitarios de ingenierías, matemática, física, geología, astronomía, química, psicología, arte, derecho, quienes trabajaron en conjunto.

El físico Gustavo Medina Tanco, también trabaja en física de astro-partículas, rayos cósmicos y energía, y forma parte de una colaboración internacional con 17 países llamada Pierre Auger que incluye a México y Argentina, que tiene el observatorio en Malargüe. Está vinculado con sus colegas del Instituto Balseiro, la Universidad Nacional de La Plata, de la UBA, y de la Comisión Nacional de Energía Atómica.

El científico se fue del país tras recibirse en la Universidad Nacional de Tucumán, doctorarse en Brasil y obtener posdoctorados en el Royal Greenwich Observatory y en la Universidad de Leeds. Recordó que a Jujuy lleva presente y mantiene los vínculos con familia y amigos.