Por DANIEL SALAS
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Por DANIEL SALAS
Emotivo fue el acto conmemorativo por los 68 años de fallecimiento de José Antonio Terry en la institución museológica que lleva su nombre en Tilcara, donde sus autoridades y personal lo recordó junto a funcionarios nacionales, municipales, la comunidad y los hacedores de la cultura popular local.
En el primer patio y ante un retrato del pintor sordo ubicado bajo la sombra de la parra que se destaca y creció como el prestigio adquirido en los últimos años por el amplio trabajo desarrollado desde que Juan Muñoz está a su frente, los presentes a través de las alocuciones conocieron mucho más a Terry y revalorizaron su obra pictórica y su labor en beneficio del desarrollo del pueblo tilcareño.
El público invitado, además de comprobar lo bien cuidada que está la casona colonial, tuvo el placer de recorrer la nueva propuesta museológica y museográfica permanente en las salas que posee exclusivamente para ella (son cuatro, más el atelier), redescubriendo las pinturas y las pertenencias de Terry en exhibición.
La colección "permite infinitas combinaciones, son numerosas piezas que según cómo se combinen y presenten, cuentan historias", pero lamentablemente "nunca podemos exhibir todas porque no entran, y gran parte de ella están guardadas y bien conservadas", relató Muñoz.
La modificación efectuada para su apreciación fue "combinar los objetos para contar nuevas historias, el trabajo de investigación realizado nos mostró historias muy importantes para el museo", entre ellas, el primer gesto de creación del museo en 1948 a través de una Ley nacional aprobada en el Congreso de la Nación, y no como se creía que había sido creado en 1956 durante la dictadura de Pedro Aramburu.
También se destaca en ella, la importancia de las mujeres en su creación, como el rol que cumplió Amalia Amoedo Vilaró (esposa de Terry), a quien se la considera como su gestora principal. Aparte de promover la producción pictórica de Terry. Las hermanas del pintor, Leonor y Sotera, también cumplieron un papel esencial.
Por la condición de sordo que afrontó en toda su vida Terry, la nueva administración profundizó sobre la historia de la comunidad sorda y la labor ejecutada por el padre del pintor, a favor de esa comunidad a finales del siglo XIX. Además, se realizó "un montaje multicultural" desde el punto de vista de los sordos y de la lengua de señas.
El director de la institución, al hablar del museo, también hizo referencia a la creación del Club Atlético "José Terry", impulsada por el pintor, y que fue el primer club deportivo en la región. Al respecto, Muñoz anticipó que el próximo año producirá una muestra referida a la institución deportiva que cumplirá 100 años.
Instancias del acto
Don Salomón José, ministro laico de la parroquia, hizo el respondo para Terry; mientras que Mariana Quintela, intérprete de LSA, transmitió lo que la asesora sorda Romina Galán, lo hizo en LSA.
"Antes era mucho más difícil, no había intérpretes, no había accesibilidad, uno no se podía comunicar fácilmente, las personas sordas necesitábamos todo eso", manifestó Galán, y agradeció a la institución por el trabajo que está efectuando "generando un cambio importante".
Darío Gutiérrez, presidente de la Asociación Jujeña de Sordos, estuvo también presente y destacó la labor de la institución. Con él, estuvieron la artista plástica sorda Araceli Martínez y los niños que intervinieron en el programa "Terrycolas", que promueve la interrelación del museo con las escuelas rurales, el hospital e instituciones civiles de la región.
Precisamente la directora del hospital "Salvador Mazza", Ximena Salinas, y doña Remedios Cabana depositaron una ofrenda floral al pie del retrato de Terry.
Pablo Fasce, coordinador del Instituto Nacional de Gestión Patrimonial, llegó a Tilcara para ser partícipe de la conmemoración, y aprovechó su presencia para sostener una reunión con el personal donde abordó diferentes cuestiones relacionadas a su función.
Al mediodía, se sirvió un exquisito picante de mondongo que mientras fue degustado por personalidades como Tukuta Gordillo, el secretario de Cultura municipal, Eduardo Escobar; el folclorista Carlos Cabrera, entre otras, el prestigioso Gustavo Patiño (acompañado de su hijo Huaman Patiño, en guitarra), ejecutó composiciones folclóricas, cerrando así un memorable homenaje a José Terry.