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Cristina y Massa le disputan la iniciativa a Alberto

Domingo, 15 de mayo de 2022 01:01

La estrategia cuidadosamente planificada que se trazó el kirchnerismo para erosionar la figura del presidente Alberto Fernández y del ministro Martín Guzmán está comenzando a dar sus frutos, aunque eso implique un aumento escalofriante de la incertidumbre económica que vive el país. La gran pregunta que se hacen muchos dirigentes de un lado y del otro de la interna es si la sociedad no terminará castigando tanto al jefe de Estado como a su vice, que en vez de buscar acuerdos para salir del pozo decidieron disputarse públicamente el poder en medio de la crisis más acentuada de las últimas dos décadas.

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La estrategia cuidadosamente planificada que se trazó el kirchnerismo para erosionar la figura del presidente Alberto Fernández y del ministro Martín Guzmán está comenzando a dar sus frutos, aunque eso implique un aumento escalofriante de la incertidumbre económica que vive el país. La gran pregunta que se hacen muchos dirigentes de un lado y del otro de la interna es si la sociedad no terminará castigando tanto al jefe de Estado como a su vice, que en vez de buscar acuerdos para salir del pozo decidieron disputarse públicamente el poder en medio de la crisis más acentuada de las últimas dos décadas.

La imagen del jefe de Estado llegó en abril a su piso, el ministro de Economía está cada vez más cuestionado en su cargo y el rédito político de adelantar la suba del salario mínimo quedó casi exclusivamente para Máximo Kirchner, quien presentó un proyecto sobre el tema pocos días antes de que el Gobierno lo anuncie. Una situación similar se vivió con Sergio Massa, quien pidió por carta al titular del Palacio de Hacienda que se adelante la suba del piso de Ganancias para junio, instalando un tema que horas después el Gobierno salió a tomarlo como "una obviedad".

La parálisis que se vive en casi todos los ministerios es aprovechada por los opositores internos al Presidente para mostrarle a la sociedad que las medidas más populares que toma el Gobierno, que son pocas pero tienen impacto electoral, son fogoneadas desde afuera del Ejecutivo. Daría la sensación de que el oficialismo se encuentra ante dos gestiones paralelas que, en muchos de los casos, chocan de frente entre sí. Una, que tiene sede en la Casa Rosada, busca adecuar las necesidades económicas de la gente con el ajuste comprometido con el Fondo Monetario, que incluye aumento de tarifas y reducción del déficit fiscal y de la emisión monetaria.

En el Instituto Patria bregan por dejar de lado las recetas del Fondo Monetario para darle una gran inyección de dinero a la economía, que impulse el consumo y genere una falsa sensación de mejoría en los bolsillos de la sociedad. "¿Para qué vamos a seguir limando a nuestra base electoral con ajustes si de todos modos no vamos a cumplir el acuerdo con el Fondo? Hay que concentrarse en expandir más la economía, no en achicarla como pregona el delegado del FMI, Martín Guzmán", señaló ayer a El Tribuno una fuente muy cercana a la vicepresidenta que pidió reserva de su identidad. El apodo utilizado por el informante demuestra hasta que punto en el kirchnerismo ya le perdieron hasta el respeto a la figura del ministro.

El dato de inflación de abril, si bien no fue una sorpresa para nadie, tuvo un enorme impacto simbólico, ya que se alcanzó el porcentaje interanual más alto en las últimas tres décadas. En el Gobierno comenzaron el mes imaginando que la suba de precios rondaría el 4,7 por ciento, lo promediaron hablando de un 5,6% y lo terminaron festejando tibiamente un 6%. Está claro que la gestión económica no le encuentra la vuelta a la inflación y que esto difícilmente se revierta este mes, cuando se vienen subas en las tarifas, los combustibles, las empleadas de casas particulares, las prepagas y los servicios de streaming, entre otros. El Presidente se está quedando cada vez con menos argumentos para sostener a su ministro, atando insólitamente su suerte a la de él. "Alberto banca a Guzmán porque teme que su salida sea vista como la ruptura total del acuerdo con el Fondo y que eso desencadene en un pánico generalizado en los mercados. De todos modos, si no hay cambios con la inflación cada vez va a ser más costoso políticamente sostener a Guzmán", reflexionó ayer a El Tribuno un influyente funcionario alineado con el mandatario

Por estas horas, nadie descarta que el 25 de mayo se anuncien algunos cambios en el Gabinete para relanzar la gestión, aunque no queda claro si eso incluirá a Guzmán, Matías Kulfas y Claudio Moroni, los tres ministros intolerables para el kirchnerismo.

La confrontación entre Alberto y Cristina, que ya cruzó las fronteras del país y llegó ni más ni menos que a Europa, impide avanzar en un programa sostenible en el tiempo y también vislumbrar un eventual acuerdo electoral que pueda unificar a todas las variantes del peronismo detrás de una sola candidatura. Los gobernadores e intendentes del conurbano bonaerense debaten por estas horas en qué lugar ubicarse dentro de la interna, aunque la mayoría ya decidió no alinearse ni con la reelección de Alberto ni con una posible postulación de Wado de Pedro o Cristina. ¿Habrá un candidato que represente a los mandatarios provinciales en la Paso del oficialismo? En diálogo con El Tribuno, uno de los gobernadores que participó de la reunión de mandatarios en el CFI no descartó esa posibilidad. "Para que el peronismo tenga chances reales de ganar en 2023 debería ofrecer una propuesta racional y poco populista, teniendo en cuenta la derechización que estamos observando en el electorado. Si uno de nosotros se presenta será tras un acuerdo con la Casa Rosada, vemos muy difícil confrontar en una Paso a Alberto por un lado y a Cristina por el otro", agregó.

La oposición

Juntos por el Cambio parece haberse contagiado del Frente de Todos y cada día hay más diferencias entre sus integrantes. El ala dura del PRO, con Mauricio Macri a la cabeza, continúa resaltando las coincidencias con Javier Milei, mientras que el ala blanda está más negada que nunca. En la UCR, Gerardo Morales trabaja incansablemente para llegar a la presidencia mientras que el bonaerense Facundo Manes está convencido que la candidatura será para él. El neurocientífico podría dar un paso clave en su objetivo si consigue coronar a su hermano como presidente de la Convención Nacional del radicalismo.

El peronismo encabezado por Miguel Pichetto lanzó la postulación del auditor general de la Nación a la jefatura de Estado, aunque esa candidatura tenga más de testimonial que de competitiva. La estrecha relación de Pichetto con Macri supone que ese evento tuvo el respaldo explícito del expresidente con la intención de acercar a sectores peronistas desencantados con Alberto y Cristina. Es evidente que la ausencia de un liderazgo en Juntos por el Cambio está trayendo demasiado ruido en las filas de la oposición, en donde también predominan más los intereses personales que los programas colectivos.