¿Cuáles serán los ejes a desarrollar en la conferencia de Ciencias Sociales que organiza Clacso (Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales) en México?
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¿Cuáles serán los ejes a desarrollar en la conferencia de Ciencias Sociales que organiza Clacso (Consejo Latinoamericano de Ciencias Sociales) en México?
Vamos a trabajar la articulación entre el movimiento feminista y las demandas como fueron tomadas por el Gobierno argentino en términos de que se ha producido la institucionalización de la perspectiva de género en el Estado, ya que tenemos por primera vez el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad. También vamos a trabajar la vinculación entre el movimiento feminista y los derechos laborales.
¿Cómo estamos en la región en cuanto a institucionalización de la perspectiva de género?
Estamos viviendo procesos que son el fruto de la demanda del movimiento feminista. Argentina es un caso emblemático por el lugar que ocupa la perspectiva de género en el Estado. Esto hace que así se vea un importante avance en términos de diseño de diferentes políticas públicas, en distintos planos.
En este tipo de abordaje que muestra dos dimensiones, ¿cuál de ellas cree que avanzó más en los últimos años?
Es difícil de medir, pero sí podemos decir que, por ejemplo, el plan de igualdad de la provincia de Buenos Aires, denominado Piba, plasma claramente estas dos dimensiones, muestra cómo la institucionalización y transversalización de la perspectiva de género hacia el interior creó en los ministerios espacios que hacen posible que surjan hacia afuera políticas con esta perspectiva. Son políticas doble banda, sin una no está la otra. Hacia adentro uno puede decir que es una política de Estado y su incorporación ha tenido un anclaje muy importante en los últimos años. Hacia afuera hay un sinnúmero de complejidades propias de la estructura de desigualdades como el género, clases, raza, lugar de migración, que hacen que sea muy difícil poder medir el impacto en tan poco tiempo. Pero sí estoy segura de que hay batería de acciones que sí se van viendo.
¿Cree que aún están pendientes acciones que ataquen las causas de las desigualdades de género?
Como toda práctica movimientista se ocupa de colocar en agenda los emergentes más acuciantes, eso fue el "Ni una menos" en Argentina, que fue la eclosión de la militancia feminista de décadas que colocó a la violencia de género en el centro, pero previa y posteriormente se fueron colocando otros temas centrales en la agenda. Tal es el caso de la ESI, las demandas laborales, las demandas en torno al hábitat, al ambiente, entre otras tantas. Ocurre que todas las demandas son amplias porque la demanda de fondo del movimiento es la de una sociedad más equitativa.
¿Cuáles cree que son los desafíos del movimiento feminista?
Me parece que una de las demandas más presentes del movimiento son las políticas de cuidado, que de hecho ya hay una propuesta de ley que plantea pensar los espacios de cuidado y el trabajo no remunerado. Creo que estamos viviendo momentos históricos complejos, pero con una potencialidad de producir cambios mayor que otros momentos. También la disminución de las brechas laborales entre los géneros es otro aspecto en el que hay que trabajar. Además, hay un desafío muy fuerte en poder pensar en la corresponsabilidad y la reorganización de la vida cotidiana que está vinculada al trabajo remunerado y no remunerado.