El año pasado estuvo engalanando la platea del espectáculo por los 120 años del Teatro Mitre, alentando y analizando detalle a detalle, no sólo a sus alumnas de la danza clásica que participaron, sino a todos los artistas que fueron parte. Es que Fulvia Chagra de Gruber, la bailarina por excelencia de nuestra provincia, la maestra, la pionera, nunca se retiró, nunca se jubiló, nunca se corrió del arte de la danza.
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El año pasado estuvo engalanando la platea del espectáculo por los 120 años del Teatro Mitre, alentando y analizando detalle a detalle, no sólo a sus alumnas de la danza clásica que participaron, sino a todos los artistas que fueron parte. Es que Fulvia Chagra de Gruber, la bailarina por excelencia de nuestra provincia, la maestra, la pionera, nunca se retiró, nunca se jubiló, nunca se corrió del arte de la danza.
El jueves dejó de existir físicamente, y el ambiente artístico se conmocionó. Ella fue la imagen de la danza clásica en Jujuy, fue símbolo de disciplina, belleza y perfección, siempre desde Jujuy, donde nació y se formó con mucho esfuerzo, porque su pasión no tuvo facilidades, nada le vino servido.
Tuvo que buscar su lugar, y vamos a recordar alguna anécdota a partir de la entrevista que le concedió a nuestro medio en 2016.
Ya formada, siguió capacitándose toda su vida, a nivel nacional y hasta tuvo la fortuna de hacerlo en otros lugares del mundo.
Fundó la Escuela Provincial de Danzas "Norma Fontenla" y la dirigió por muchos años, fundó y dirigió su propio Estudio de Danza y Movimiento "Fulvia Chagra de Gruber", que mantuvo en un primer nivel hasta el último día de su vida.
La excelencia de sus espectáculos de fin de año, estaba garantizada. Además de sacar la perfección de sus alumnos, supo traer maestros de trayectoria internacional como invitados especiales que enriquecían no sólo las galas, sino las clases en las semanas previas a los cierres de ciclo.
Su vida estuvo dedicada exclusivamente a la danza y varias generaciones de jujeños bailarines encontraron su lugar en su estudio, y en su abrazo de maestra contenedora, que alentó siempre a cumplir con los sueños.
Se recibió en 1963 fue la primera en obtener el título provincial de Profesora Superior de Danza otorgado por el entonces Instituto de Arte y Cultura de Jujuy.
Vivió un tiempo en Buenos Aires, y cuando volvió a Jujuy, en 1974, fundó su estudio de danzas, el más tradicional de Jujuy.
Ella nació en San Salvador de Jujuy y desde muy chiquita se sintió atraída por la danza. En una charla con nuestro diario, de hace algunos años, le contó a la periodista Silvia Herrera que comenzó a tomar clases de danza a los 6 años, con el profesor Alfonso Montenegro, que venía a dictar clases desde Salta, en la Sociedad Sirio Libanesa, "recuerdo que no había barras y trabajaba con respaldos de la sillas", contó.