Hiena, es el nombre de un perro adulto que necesita pasar sus últimos años en un hogar y con una familia que lo ame. Proteccionistas de capital también pidieron ayuda para poder cubrir sus últimas atenciones veterinarias. Desde que se inició la pandemia, este viejito adoptó como su refugio a una comisaría del barrio San Francisco de Álava, según versiones de algunos vecinos, el animal habría sido abandonado por su dueño en ese lugar; mientras que otros sostienen que llegó por su propia voluntad.
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Hiena, es el nombre de un perro adulto que necesita pasar sus últimos años en un hogar y con una familia que lo ame. Proteccionistas de capital también pidieron ayuda para poder cubrir sus últimas atenciones veterinarias. Desde que se inició la pandemia, este viejito adoptó como su refugio a una comisaría del barrio San Francisco de Álava, según versiones de algunos vecinos, el animal habría sido abandonado por su dueño en ese lugar; mientras que otros sostienen que llegó por su propia voluntad.
Lo cierto es que este ser de luz, además de haberse enfermado y recuperado, todavía tiene la esperanza de hallar una familia. En el caso, desde un principio intervino el Grupo Luna quien señaló que la vecina Fátima Echenique, todas las noches le lleva su comida preparada a base pollo y también recibe lo que le preparan los efectivos.
Además relataron que el perro había padecido una enfermedad llamada prepucio, que afectó el pliegue de piel que cubre el extremo del pene. Afortunadamente el animal recibió asistencia veterinaria y pudo recuperarse.
Luego, empezó con síntomas de tos, y debido a su avanzada edad, los especialistas indicaron que se trataba de una neumonía. Por ello es que también se pidió colaboración para cubrir los gastos de atención en la veterinaria ubicada en avenida Parroco Marshke nº 998, a cuenta del Grupo Luna. O también comunicándose al 3885 000774.