Sufriendo, pero justificado plenamente por la actitud de buscar siempre, Gimnasia regresó ayer al triunfo. En el estadio "23 de Agosto", por la 24° fecha de la Primera Nacional, derrotó tres a dos a Alvarado de Mar del Plata en un partido con muchas emociones desde principio a fin. De esta manera, después de tres jornadas sin festejos, el equipo de Darío Franco volvió a sonreír y se ilusiona con seguir achicando diferencias con los rivales que luchan por ingresar al Reducido.
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Sufriendo, pero justificado plenamente por la actitud de buscar siempre, Gimnasia regresó ayer al triunfo. En el estadio "23 de Agosto", por la 24° fecha de la Primera Nacional, derrotó tres a dos a Alvarado de Mar del Plata en un partido con muchas emociones desde principio a fin. De esta manera, después de tres jornadas sin festejos, el equipo de Darío Franco volvió a sonreír y se ilusiona con seguir achicando diferencias con los rivales que luchan por ingresar al Reducido.
De entrada, en 9 minutos, hubo cuatro chances de gol. Ramos cabeceó e Ihitz, sólo, no pudo inflar la red. De contragolpe, Reali asistió a Leandro González, quien falló en el "mano a mano" con Fernández y en la acción, el propio Reali "se comió" un tanto increíble sin marcas.
Pero fue el grandote Ramos el que desniveló la balanza cuando capitalizó al máximo un centro de Solís, cabeceando entre los centrales y ante la salida de Di Fulvio.
El "lobo" acusó el golpe y estuvo varios minutos sin poder acomodarse hasta que "Panchito" Maidana apareció por izquierda, enviando un centro que Ledesma interceptó con la ayuda de la mano. Penal claro.
Sin embargo, Palavecino lo ejecutó muy mal, pronunciado y a media altura para que se luzca Fernández. Las tribunas de enmudecieron, pero el volante se autogeneró su revancha personal al habilitar magistralmente a Leandro González, quien definió de primera.
Con el 1 a 1 se fueron al descanso, renovando la ilusión.
Eso sí, a los cinco de arrancar el complemento, una falla defensa dejó solo a Nazareno Solís, quien batió a Di Fulvio.
Otra vez, el dueño de casa tuvo que remar contra la corriente. Encima, su rival, supo defenderse lejos del arco, poblando el sector central.
Rizzi, el incasable lateral izquierdo, casi tuvo su premio, pero apareció justo en la línea Robledo cuando el portero visitante ya estaba vencido y también Cosaro casi logró la igualdad tras un centro de Magallanes.
Pero fue Palavecino el encargado de asistir a Cosaro, quien ahora sí se dio el gustazo de marcar el empate transitorio. El central viene festejando seguido, siendo un aspecto favorable para cualquier estructura.
Los marplatenses se metieron deliberadamente atrás, cuidando el punto cosechado hasta el momento.
Daba la sensación que luego de tantas oportunidades desperdiciadas el marcador no se iba a mover.
Sin embargo, Franco no pensaba lo mismo. Mandó a la cancha Rapetti y Rebecchi, y en la primera acción asociada entre ambos terminó en grito. El lateral envió un centro perfecto y el excentrodelantero de Vélez se elevó más alto que todos para "frentear" al gol.
Gimnasia retomó la senda del triunfo y fue justo. Claro que sabe que debe mejorar.
“Es un buen momento”
Luego de concretarse la victoria ante Alvarado de Mar del Plata quien habló en zona mixta fue el entrenador de Gimnasia y Esgrima, Darío Franco. El director técnico cordobés dijo: “Centro cruzados nos tiraron dos y uno fue gol” igualmente valoró que le tiren pocos centros en al rededor de 95 minutos de juego, algo al que le dio el visto positivo dentro de todo. Analizando lo acontecido ayer ante el equipo marplatense, el entrenador manifestó: “Me voy a quedar con el enorme carácter que mostró el equipo sobreponiéndose a las dificultades que tuvimos desde el inicio, con el gol (de Alvarado); nos repusimos para empatar a través de un penal, no lo pudimos anotar, seguimos intentando, empatamos. Creamos situaciones bastante claras como para haber terminado el primer tiempo con una diferencia de dos o tres goles”. Asimismo Franco se refirió al complemento: “El segundo tiempo fue parecido al inicio del primero, otra vez a remar contra marea con mucho fútbol”.
Es que a Gimnasia le volvieron a convertir a pocos minutos de arrancar la etapa final. Sintetizando lo que siente del equipo tras una necesaria victoria como local, el DT sostuvo: “Es un buen momento, sin duda que lo es, más allá de haber perdido en Río Cuarto, hoy era importante volver a ganar en nuestra casa”. Franco casi al final de la entrevista pidió mesura y saber disfrutar de este momento, de esta alegría a la que llegó Gimnasia que pese a no ser avasallante nunca se rindió buscando el arco contrario y pudo dar vuelta un resultado que quizás (de ser negativo) hubiese impactado negativamente en el ánimo de un plantel que debe encontrar regularidad cuanto antes.
Belgrano se consolida en la cima y sueña con el ascenso
Paso a paso, pero pasos firmes. Sin ser grandilocuente, pero con unas estadísticas envidiables. Pragmático y eficaz. Simplemente el Belgrano de Guillermo Farré, puntero absoluto de la Primera Nacional. El “celeste” tuvo un complicado juego ante Deportivo Maipú y lo resolvió, como es habitual, en el segundo tiempo. Lo ganó por la mínima por 1 a 0. A pasos firmes avanza el líder del torneo El “pirata” tuvo un arranque prometedor. Presionando arriba, ocupando todos los espacios ofensivos y aprovechando la velocidad de Bordagaray. El mismo futbolista generó, a los 4 minutos, una gran jugada con centro a Vegetti que de milagro no terminó en gol.
Y también Bordagaray habilitó, a los 15 minutos, a Compagnucci en una protección interesante. Pero el atacante, exRiver, a los 18 minutos se fue lesionado del terreno de juego. Una molestia lo sacó del partido y fue reemplazo por Maximiliano Comba. El juego luego entró en una meseta. Jugado, fundamentalmente, en la zona media. Con insinuaciones, pero sin peligro real. Zapelli intentó ser eje del juego por momentos; en otros García buscó hacerse de ese rol. Pero cuando mejor anduvo el trámite fue cuando se buscaron, se asociaron; por su cuenta no solucionaron el juego.
A los 38’ Comba sacudió la modorra con un ingreso por derecha, tras pase de Longo, pero su remate fue contenido por el arquero visitante. Pero sobre el final los mendocinos también tuvieron su jugada de gol. Ninguno la aprovechó. El complemento tuvo mayor intensidad, pero menos claridad. El elenco que conduce Farré buscaba ser el protagonista, tenía la pelota, pero le costaba ser prolijo. Entonces el director técnico hizo cambios. Hesar entró muy bien. Le dio el ritmo que antes había intentado aportar Bordagaray. Suavielles fue a todas. Farré acertó, como en casi todo el torneo, con las modificaciones en los segundos tiempos. Y a los 25, Comba fue a buscar un rebote y abrió el marcador. El gol solucionó muchas cosas. El Pirata se tranquilizó, supo cuidarse y ganó un partido “chivo”.