Abrazar y acompañar son las palabras claves de la nota de esta jornada, porque este es el objetivo primordial del espacio organización De tal astilla, tal orgullo que se gesta en la provincia con el propósito de estar junto a las niñeces trans, no binarias y sus familias, en el muchas veces solitario camino de lucha por los mismos derechos.
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Abrazar y acompañar son las palabras claves de la nota de esta jornada, porque este es el objetivo primordial del espacio organización De tal astilla, tal orgullo que se gesta en la provincia con el propósito de estar junto a las niñeces trans, no binarias y sus familias, en el muchas veces solitario camino de lucha por los mismos derechos.
Si bien, la lucha por la inclusión de la comunidad Lgtbq+ en la provincia es muy activa, hasta ahora no existía un espacio de acompañamiento para las infancias trans y no binarias, es por eso que dos mamás jujeñas decidieron emprender este camino de acompañar a las niñeces y sus familias en la búsqueda de una vida libre de violencias.
Gabriela Chapor, madre de Valen, una niñez no binaria de 11 años y Emilia Infante, madre de Coty, una niña trans de 9 años, decidieron crear este espacio de encuentro tras haber pasado por diferentes experiencias de la maternidad muy solitaria y sin información en un Jujuy que se mueve bajo el binarismo de género que excluye a las niñeces diversas. En la provincia es necesario comenzar a conocer y hablar de la niñeces no binarias entendiendo que lo que no se nombra no existe y las niñeces trans y no binarias existieron desde siempre .
Emilia Infante indicó que De tal astilla, tal orgullo toma su nombre del conocido refrán de tal palo, tal astilla ya que busca revalorizar la experiencia de vida y la voz de las niñeces por sobre el legado muchas veces violento que se asume en nombre del cuidado desde el adultocentrismo. En este caso, la astilla viene a cuestionar la normalidad heterocispatriarcal y a referenciar el legado del orgullo de ser libres en un mundo que pretende oprimir nuestra identidad. Por eso es importante transformar la mirada, deconstruir lo que veníamos creyendo como normalidad en la crianza es fundamental", agregó.
Sobre las necesidades de las familias de niñeces diversas, Infante indicó que hay mucho miedo, muchos mitos y muchas dudas. Principalmente el miedo a acompañar por la discriminación, el transodio y un montón de violencias que se gestan hacia las niñeces . De acuerdo a su experiencia, todos estos miedos, mitos y dudas deben ser atravesados para vivir un proceso más simple: permitir que las niñeces se expresen y poder acompañar en el proceso, un proceso que se transita en familia.
Señaló que en ese proceso familiar que se lleva adelante en torno a las niñeces trans, en una sociedad que hasta ahora define los roles de género de acuerdo a la genitalidad se encuentran muchas barreras, principalmente la falta de escucha y los prejuicios. Es urgente dejar de expulsar de los hogares a las niñeces y a las adolescencia por falta de información. Es importante trabajar en conjunto para que cada vez sean más las familias que deciden no excluir sino escuchar. Es el objetivo de la organización brindar información y estar para poder compartir experiencias que ayuden a las niñeces a atravesar todas las barreras que surgen , señaló.
Infante indicó que en la actualidad todavía se desconoce que hay una Ley de Identidad de Género en la Argentina, la Ley 26.743 que indica que toda persona tiene derecho al reconocimiento de su identidad de género; al libre desarrollo de su persona conforme a su identidad de género; a ser tratada de acuerdo con su identidad de género".
Finalmente, invitaron a las familias que sientan alguna duda o necesiten acompañamiento recurrir al grupo, a través de Facebook e Instagram para expresarse.
La importancia de escuchar
De acuerdo a las experiencias vividas, Gabriela Chapor y Emilia Infante indican que en una sociedad adultocéntrica hay que trabajar mucho para que todos podamos escuchar a las niñeces para garantizar plenamente sus derechos. “Son nuestros hijes los que nos enseñan, nos guían, pero en esta sociedad adultocentrica a los demás les cuesta escuchar, creer lo que esa niñez está expresando. Muchos dicen que somos las madres las que les metemos cosas en la cabeza, cuando en realidad se trata de algo más, tan simple como el acompañar y escuchar y observar”, agregó Chapor.
Emilia Infante recomendó a las madres a observar las necesidades de la niñez y prestar atención especial a manifestaciones de angustia, enfermedades recurrentes, que suelen ser manifestaciones de alguna necesidad respecto a la identidad. Indicaron que suele ser mediante el juego que las niñeces expresan su identidad de género por lo que recomendaron a la familia, prestar atención a esas manifestaciones para poder acompañar. Gabriela Chapor indicó que en su experiencia, Valen una niñez no binaria, solía expresar angustia, mucho llanto y cambios de humor constantes hasta que logró expresar su identidad de género y empezó a militar la inclusión cuando hubo un cambio rotundo.
Hay que recordar que en Argentina, no es legítimo ni legal someter la identidad de género de una persona a la opinión de nadie. Las leyes vigentes destierran los diagnósticos médicos, psicológicos o dictámenes judiciales, la criminalización por esa mera condición y son nulas las normas o prácticas que discriminen o obstaculicen el libre desarrollo de la personalidad como cada quien la siente. Cabe mencionar que el derecho a la identidad de género también está garantizado y especialmente resguardado para personas menores de 18 años.