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¿Cuál es el significado de los cultos a la Pachamama?

Lunes, 01 de agosto de 2022 01:03

Pacha es un término quechua y aymara que significa cosmos, tiempo, espacio, universo. Habitualmente se relaciona la palabra compuesta Pachamama como "Madre Tierra" desde el español, pero tiene un sentido más amplio y complejo, abarca la totalidad del tiempo y del espacio universal, dentro de ella hay otros planos y dimensiones. Ella es la Madre originaria de la Tierra, que controla las potencias de la naturaleza. Es la esencia femenina dadora de vida.

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Pacha es un término quechua y aymara que significa cosmos, tiempo, espacio, universo. Habitualmente se relaciona la palabra compuesta Pachamama como "Madre Tierra" desde el español, pero tiene un sentido más amplio y complejo, abarca la totalidad del tiempo y del espacio universal, dentro de ella hay otros planos y dimensiones. Ella es la Madre originaria de la Tierra, que controla las potencias de la naturaleza. Es la esencia femenina dadora de vida.

Ella es la Madre de esos tiempos, de esos espacios. Cuando nos referimos a madre tierra sería "hallpa mama" en quechua o runa simi es madre tierra, es por ello que debemos entender y conocer a quien le hacemos la ceremonia.

La Pachamama representa todo lo que vive en ella, pero no solo el suelo o la tierra geológica, así como tampoco solo la naturaleza; es todo ello en su conjunto, pájaros, plantas, etc. No está localizada en un lugar específico, pero se concentra en ciertos lugares como manantiales, vertientes o apachetas. Es una deidad inmediata y cotidiana, que actúa directamente, por presencia y con la cual se dialoga permanentemente por medio de la hoja de coca, una de las plantas más importantes en las ceremonias andinas, ya que la hoja de ccoca, qoqa, es alimento de la tierra, es alimento del alma y del runa/hombre es medicina que posee más de 18 propiedades.

La Pachamama es la fuerza germinadora de la naturaleza. Como los mortales que cobija, ella también siente hambre y sed, ella está viva en su totalidad. Cuando empieza agosto los pueblos andinos nos preparamos para dar de comer a la Madre Tierra, ella es la madre de todos los espacios. Es una deidad protectora y proveedora a todos los seres humanos, posibilita la vida y favorece la fecundidad y la fertilidad. A cambio de esta ayuda y protección, el pastor de la Puna meridional está obligado a ofrendar a la Pacha parte de lo que recibe, no solo en los momentos sitios predeterminados por el ritual sino, particularmente, en todos los acontecimientos culturalmente significativos, configurándose así una suerte de reciprocidad.

La ofrenda a la pachamama (tierra), en qechua lo conocemos como jaywarikuy (ofrenda), es la manifestación de la acción de gratitud, que afirma nuestro origen (paqariy), reafirma el encuentro de energía y materia (illapa y qhurko), que generó las primeras manifestaciones de vida (yanaq'acho, qochayuyo) desde las profundidades del océano, somos sincronía y resonancia, somos simbiosis y armonía, somos la unidad y realidad total (liwu) "que todo es uno y uno es todo" desde el comienzo, origen (paqarina) y está nuestra conciencia (iñiy) y memoria evolutiva (yuya) colectiva, toda esta manifestación está en nuestros genes. La pachamama y el cosmos, es la sincronía y armonía del tiempo, para nosotros el tiempo es pasado y futuro, ayer y mañana utilizando el presente para unir estos tiempos (nawpa).

Jaywarikuy. Es dar gracias a la Madre Tierra por toda la abundancia que nos brinda a todos sus hijos, por reafirmar y garantizar la vida y brindar la fuerza o poder. Esta ofrenda puede ser personal, de familia, colectivo con todo el sentir, intuir, sensoriar, imaginar, pensar, etc., de recibir abundancia de elevar nuestra conciencia colectiva y autoconciencia. Lo puedes hacer en tu casa, cuarto, edifico, chacra o en alguna montaña, nombrando por su nombre y pidiendo abundancia, protección, trascendencia, elevar conciencia para el buen vivir.

¿Cuándo hacemos la ceremonia? Ya por la noche del 31 de julio sahumamos. Algunos le dan de comer en la madrugada antes que salga el tata inti (padre sol), otros a la mañana, esto varía según las regiones, le dan de comer al mediodía como una persona. Para ello, se abre la boca de la tierra de forma circular, luego se adorna el borde con flores, se sahuma con khoa (hierba andina que se usa para purificar y limpiar espacios) y otras hierbas de la zona, para luego dar todo tipo de comidas y bebidas, en la zona de Jujuy en su mayoría debe estar cocida. Lo primero que brindamos son hojas de coca, chicha, agua, alimentos naturales sin químicos. Alimentos dulces y otros que tengamos en nuestras regiones. Este acto es acompañado de agradecimientos e invocaciones a la Pachamama.

La Madre Tierra es generosa con la gente buena, pero no tolera a los ingratos e incrédulos que no la "corpachan" (no le dan de comer), dicen los abuelos, hay que ser agradecidos.

Sin embargo, debe considerase asimismo que la Pachamama tiene hambre frecuente y si no se la nutre con las ofrendas o si casualmente se la ofende, ella provoca enfermedades, es por ello también que se debe pedir permiso a sus espacios para evitar enfermedades de la tierra.

¿Qué es ayni? El ayni es la reciprocidad, es un intercambio para nuestros pueblos andinos, es muy importante cada acto o actividad de una persona condiciona o es consecuencia del acto de otra persona, así en todo momento estamos dando y recibiendo, pero antes debemos aprender a dar, debemos prender de la pacha. Es por ello debemos compartir con la Pachamama y con cada uno de nuestros hermanos.

Los abuelos dicen en la vida todo fluye. a veces recibimos y otras damos; la interacción de las dos fuerzas genera vida. Hay que saber dar con munay/amor, saber dar agradeciendo por todo lo que recibimos. Agradecer es saber recibir; recibir el brillo del Padre Sol, la fuerza luna, la fuerza de la Madre Tierra, fluir como la Madre Agua y todo lo que la vida nos da.

Podemos decir que las personas de esta comunidad mantienen una relación permanente con la naturaleza y sus vecinos de manera constante por medio del ayni.

"Esta traza hace posible reconstruir ahora la trama cultural entretejida por los pueblos, en la urdimbre de los Andes y recorrer en hilo extendido por los de adelante los abuelos, como un permiso para que nosotros, los de atrás, podamos ingresar en el universo espiritual que mantiene vivo nuestro espacio cultural" (C. Milla Villena 2004).

Para recibir hay que ser agradecidos dicen las abuelas, para cosechar hay que sembrar y nosotros sembramos en este mes de agosto porque la boca de la gran Madre Tierra y todos los espacios están abiertos para escucharnos para recibir todo lo que estemos dispuestos a dar, aunque sea solo una semilla y un vaso de agua, ella siempre te lo devolverá en abundancia. Hoy en este tiempo de pandemia lo que la Pacha nos está enseñando a cuidarnos con plantas, alimentos, nos enseña a que cada uno que podemos hacer nuestras ceremonias en casa es tiempo de recuperar nuestras memorias ancestrales. Es tiempo de pensarse abundante, sanos y hacerse uno con la Pachamama. Con la Madre del tiempo y espacio.