CARMEN AMADOR
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CARMEN AMADOR
Según los datos del programa "Acompañar", son 5.240 jujeñas víctimas de violencia de género, el 3% del total nacional, que reciben ayuda económica, equivalente a un sueldo básico por seis meses.
En el último informe publicado por el Ministerio de la Mujeres sobre la implementación del programa "Acompañar", indica que son 5.240 las jujeñas que reciben el acompañamiento económico que las ayude a salir de situaciones de violencia de la género. Esta ayuda económica es el equivalente a un sueldo mínimo por seis meses, no requiere de denuncia judicial y es compatible con otras asistencias estatales.
De este relevamiento, se desprende que las personas destinatarias fueron víctimas de violencia en la que predomina la modalidad doméstica para el 98% de los casos, mientras que la violencia institucional y laboral constituyen 2% y 1%, respectivamente.
En el total de los casos, el 84% atravesó violencia física, 85% psicológica, 58% económica y patrimonial, 35% simbólica, 33% ambiental y 31% sexual. Muchas mujeres sufrieron más de un tipo de violencia, es por eso que los porcentajes corresponden a un cuestionario de múltiples respuestas.
Respecto de las conductas violentas que atravesaron las personas destinatarias bajo la modalidad de violencia doméstica, se detalla que en cuanto a la violencia psicológica predominan insultos, humillaciones y hostigamiento. En tanto que para la violencia física, predominan los empujones, golpes, sacudones y tirones de pelo. Y para la violencia sexual, contacto físico sin consentimiento, obligación de mantener relaciones sexuales y abuso sexual.
Respecto de la violencia económica y patrimonial, predomina la falta de aportes económicos, limitación o control de gastos, privación de acceso a dinero e incumplimiento de pago de cuota alimentaria para la mantención de los hijos e hijas.
En relación con la violencia ambiental, las conductas que predominan son golpes a objetos o paredes y destrucción de bienes de la persona destinataria.
En relación con la violencia simbólica predominan la desvalorización, descalificación, y bromas y comentarios machistas. Esta tendencia es similar entre quienes han atravesado violencia institucional y violencia laboral.
Para la modalidad laboral se destacan conductas de violencia económica y patrimonial, tales como la reducción del salario y la rescisión de contrato, y de violencia psicológica como la negación de licencias y la sobrecarga de trabajo.
Entre quienes atravesaron distintos modos de violencia institucional, se destacan conductas de violencia psicológica como la negación de la información, mientras que dentro de las violencias físicas mencionadas se identifican requisas vejatorias y negación de la atención médica, principalmente, aunque también se reportan traslados gravosos y malas condiciones materiales de detención. La privación de acceso a dinero es la conducta de violencia económica más frecuente en estos ámbitos.
Respecto de las personas agresoras, 96% son varones, 17% tiene acceso a armas de fuego y el 23% registró la violación de medidas de restricción.
En cuanto al vínculo de las personas destinatarias del programa con la persona agresora, en un 84% de los casos es la expareja, en un 8% es la pareja actual y el resto es otro familiar, allegados a la expareja, superiores jerárquicos, entre otros.