“El hoy es un obsequio que nos da la vida. Por eso se llama presente” es uno de los tantos mensajes de vida que deja tanto brillo, tanta luz, tanto arte. Lo dice el propio Flavio Mendoza en el monólogo final de “Stravaganza 10 años”, que tuvo en Jujuy tres funciones agotadas y más de 9000 espectadores que lo eligieron, sin contar el público que aprovechó la arquitectura de la Ciudad Cultural (donde se montó el monstruoso escenario), para “chusmear” desde el puente peatonal o desde los mismos autos en las calles lindantes al predio.
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“El hoy es un obsequio que nos da la vida. Por eso se llama presente” es uno de los tantos mensajes de vida que deja tanto brillo, tanta luz, tanto arte. Lo dice el propio Flavio Mendoza en el monólogo final de “Stravaganza 10 años”, que tuvo en Jujuy tres funciones agotadas y más de 9000 espectadores que lo eligieron, sin contar el público que aprovechó la arquitectura de la Ciudad Cultural (donde se montó el monstruoso escenario), para “chusmear” desde el puente peatonal o desde los mismos autos en las calles lindantes al predio.
En primer lugar; la imponente estructura de un escenario con plataforma móvil y pileta incluida, donde las enormes pantallas gigantes los trajes y los cuadros, hacen un todo perfecto, que deja en el público una impresión imborrable. Pero esto ya no es la novedad, porque hace diez años se viene hablando de “Stravaganza”, un show que mutó, evolucionó, pero desde el inicio mantuvo el nivel de tecnología, y entrenamiento de su elenco, que lo hacen milimétricamente exacto a los ojos del espectador.
La novedad es que cada vez más se trasluce la humildad de una producción que responde a la cabeza de un artista que pudo cumplir el sueño del artista genuino independiente, el de poner todos los recursos posibles en favor del arte. Porque en “Stravaganza” se contraponen el brillo con la sencillez de la semilla de este proyecto y la humildad de una convocatoria que suma artistas no populares a un escenario emblemático. En la previa, Mendoza convocó a la pianista jujeña Elena Mattos para deslumbrar con su música. recordemos que la conoció el año pasado cuando vino a Jujuy con “Tres empanadas”, y la invitó también a su función en el Centro Cultural “Martín Fierro”.
Y entonces el mensaje es vivir el hoy, con valores, en armonía, haciendo lo que nos da felicidad. Es que entrar en el universo “Stravaganza” es un poco pensarnos en el tiempo, lo que éramos hace diez años, lo que somos hoy y cómo nos vemos en el futuro. Y en ese pensar personal, también el de la humanidad que está cambiando sus estructuras y nos está permitiendo ser más libres. ¿Todo esto?, sí, todo esto, sobre lo grandioso de las luces. El show comienza con las imágenes que filmó Flavio en las Salinas Grandes, de mucha belleza, y desde ahí al escenario hidráulico, que con mucha estridencia, se abre a la presentación.
Es entonces que los tres personajes que nos conducirán por las distintas partes del show, irrumpen en la escena para presentarse, ellos son Pasado, Presente y Futuro; y proponer al público adentrarse en un “espacio sin tiempo”. A partir de ese momento, se sucede casi todo si hablamos de disciplinas artísticas y estilos. Monólogos desopilantes de gran humor, coreografías impresionantes e impecables, acrobacias de primer nivel con grandes riesgos, que van desde las alturas de semejante tablado, hasta las profundidades de la pileta; cantos de artistas de grandes voces; saltos; nados, el cuadro de acrobacias en un aro, mandalas que junto a la música y los movimientos hindúes y chinos, transmiten y proponen la armonía; el flamenco, el tango (con mucho de proyección), el agua, el aire y el fuego; el circo; el humor; y hasta el folclore hecho al estilo “stravaganza” tiene su lugar. Malambo con bombos y boleadoras fusionados con lo clásico, y pañuelos al aire, en una entrega de gran belleza, cuando se acercaba el final, dio un aire realmente nuevo.
Un párrafo aparte merecen los comediantes, que llevan el hilo del encuentro, Lula Rosenthal (humorista, interpreta a “Presente”) y Celeste Campos (humorista, interpreta a “Pasado”), y Facundo Vivona (humorista, interpreta a “Futuro”). Nadie deja nada al azar, y entonces el público se fue en estas dos cálidas noches con la admiración a flor de piel, y pensando seguramente en la necesidad de la armonía que propone el agua, para nuestras vidas hoy, a partir de ahora. Llegaba el final, y Flavio voló tocando un piano de cola blanco que se elevó por el aire, y después del fuego del malambo, provocó un marco de nieve, que tiñó el escenario de ese color. Fue el momento de su monólogo, de su humor, de su mensaje y del cierre, con más coreografías, y sus alas en dorado.
La jujeña Gisela Bernal
Aunque ya no viva en Jujuy, fue la anfitriona. Gisela Bernal, esa joven jujeña que fue reina de su colegio y aprendió a danzar en la Escuela de Danzas “Norma Fontenla”, es la partenaire por excelencia de Flavio Mendoza desde la primer edición de “Stravaganza”.
Y esta fue la primera vez que pudo actuar en su provincia, con semejante show. Por eso estas tres funciones, ella fue la dueña de casa. Una artista que creció enormemente, aunque siempre mantuvo su estilo perfecto y estético a la hora de bailar. Mendoza la definió como la mejor bailarina argentina en este momento, para presentarla.
Los otros nombres que conforman el elenco principal son el de Facundo Mazzei (cantante y bailarín), y Lucila Juárez, la cantante del show.