En la capilla San Antonio se realizó el domingo una misa en honor a la festividad de la Virgen Madre de los Migrantes, presidida por el párroco Jorge García Méndez. Entre los principales conceptos vertidos en la homilía, el sacerdote señaló que "entendemos como migrante a aquella persona que deja su lugar de origen y parte hacia nuevas latitudes en busca de pan y de trabajo. Hay migrantes internos que vienen de otras provincias y se mueven por trabajo dentro del país y están los migrantes externos que emigran a otros países, muchos de ellos a lo largo de la historia, llegaron a Argentina. Podríamos afirmar que hoy se celebra el día de la movilidad humana".
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En la capilla San Antonio se realizó el domingo una misa en honor a la festividad de la Virgen Madre de los Migrantes, presidida por el párroco Jorge García Méndez. Entre los principales conceptos vertidos en la homilía, el sacerdote señaló que "entendemos como migrante a aquella persona que deja su lugar de origen y parte hacia nuevas latitudes en busca de pan y de trabajo. Hay migrantes internos que vienen de otras provincias y se mueven por trabajo dentro del país y están los migrantes externos que emigran a otros países, muchos de ellos a lo largo de la historia, llegaron a Argentina. Podríamos afirmar que hoy se celebra el día de la movilidad humana".
En otro tramo indicó que el Papa ha propuesto al beato Juan Bautista Scalabrini como intercesor con los migrantes, "él tuvo compasión, se preocupó por todos aquellos que habiendo dejado su tierra y sufrido el desarraigo, forjaban su destino en otros lugares", dijo el padre Jorge, misionero scalabriniano que llegó desde su México natal para llevar adelante su tarea pastoral en San Pedro.
"El migrante no es el problema, es una persona, un hermano que lleva consigo su cultura, su fe, y también debemos sentirnos agradecidos porque gracias a la migración nuestra fe católica ha llegado a otros países" finalizó.
La misa estuvo impregnada de importantes signos y símbolos, como las banderas de numerosos países que fueron colocadas en los asientos y otras al pie del altar, por la presencia de las colectividades y descendientes de las familias pioneras que llegaron al pueblo sampedreño y la de los niños que trabajaron con gran tesón junto a sus catequistas, para lucir los trajes característicos de cada país.
En el momento del ofertorio, la feligresía presentó un par de sandalias, una biblia, la figura del mundo, una maleta, una cruz y una imagen de la Virgen, tales signos hicieron referencia al migrante, la valija donde lleva los sueños de un mejor futuro, el mapamundi que representa con sus colores a toda la humanidad, las sandalias propias de todo caminante, la cruz y una imagen de la Virgen María, compañera del camino, amiga y auxilio.
Luego se hizo entrega de un presente con la imagen de la Virgen Madre de los Migrantes a los a representantes de las colectividades. Finalizada la celebración religiosa, el padre Jorge, procesionalmente, salió junto a los monaguillos, a los niños y a los representantes de las comunidades para el saludo fraterno en la puerta de la capilla.