La profunda creencia de que algunas fechas atraen a la mala suerte existe en todo el mundo. Las supersticiones varían de una cultura a otra, aunque muchas veces ciertos números y sus combinaciones avivan el miedo hasta causan espanto.
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La profunda creencia de que algunas fechas atraen a la mala suerte existe en todo el mundo. Las supersticiones varían de una cultura a otra, aunque muchas veces ciertos números y sus combinaciones avivan el miedo hasta causan espanto.
El viernes 13 es una de fechas en las que más de uno preferirá postergar compromisos, asociaciones comerciales y actividades que, en otro momento, harían sin pestañear.
Similar al “martes 13”, lo cierto es que el décimo tercer número todavía se percibe con una carga de pesimismo y cautela.
El miedo al número 13, conocido como “triscaidecafobia”, incluso se ha coló en la industria de la construcción. El famoso hotel JW Marriott Essex House en Nueva York no tiene un piso 13, salta del 12 al 14. No fue el único, la Trump Tower tiene un décimo tercer piso pero los constructores reemplazaron el número ordinal y lo llamaron “nivel mezzanina”.
Ahora bien, las supersticiones que auguran mala suerte para el viernes 13 también fueron calificadas con nombre propio como otra fobia: parascevedecatriafobia. Difícil de pronunciar o no, la palabra remite a la víspera de las Pascuas, lo que explicaría por qué el 13 tiene tanta mala fama en Occidente.
La "mala suerte" del 13 en la historia
La superstición que se basa en la cultura judeocristiana asocia al 13 con Judas Iscariote, el discípulo que traiciona a Jesús y lo entrega durante la semana de Pascua. A esto se suma, además, que Cristo muere un viernes.
“Las supersticiones son un conjunto de mitos y creencias heredadas por nuestra familia, cultura e historia. También existen creencias individuales que nos llevan a crear nuestros propios ritos protectores”, afirma a Clarín la numeróloga Julieta Rutenberg.
La idea de un décimo tercer comensal como un signo de infortunio no solo se repite en la Biblia. También hay un mito en la cultura nórdica que cuenta cómo el dios Loki se coló en un banquete en Valhalla. Allí, la deidad engañó al dios ciego Hodr, quien por error disparó una flecha a su hermano y dios de la Luz y la Alegría, Balder, matándole.
Evitar a toda costa tener solo 13 comensales en una cena también produjo un negocio en Francia en la era moderna. Muchos contrataban a "quatorzes", persona que se convertían en el décimo cuarto invitado "por las dudas".
De ese modo, leyendas sobre la desgracia del número trece se perpetuaron durante siglos.
“Muchas supersticiones tienen historias para contar y están subidas al pensamiento mágico. Pero lo cierto es que nuestra propia biología debe saber muy bien lo que hace para protegerse de la incertidumbre existencial”, explica Rutenberg (en Instagram, @julirute).
Este motivo provoca escalofríos en algunos. En el mundo hispano, el martes 13 sigue teniendo una fuerte influencia en los comportamientos de las personas. La numeróloga cita como ejemplo esto: “En martes se sitúan sucesos de gran impacto para la cristiandad, como la caída de Constantinopla ante los turcos en 1453 (1+4+5+3= 13)”.
En el caso del viernes 13, el género de terror tampoco desaprovechó la oportunidad. En 1980 la película homónima dirigida por Sean Cunningham pasó rápidamente a ser un film de culto para los aficionados, persuadió a varios padres si es que querían llamar a su hijo Jason y se convirtió en una franquicia de los ochenta con tres entregas posteriores.
En todo caso, para la especialista, la frecuencia 13, esa vibración inherente a este número, no tiene que implicar malas noticias. A pesar de todas las creencias que se han construido y reforzado alrededor de él, el 13 también representa la oportunidad de cambio y transformación.
En resumen, la numeróloga sostiene: “Cada quien hará de la superstición su recurso o su cárcel”.